El descontento social asoma en Francia con huelgas de taxistas, controladores a¨¦reos y docentes
El Gobierno nombra un mediador para aplacar la violencia desatada contra el alquiler de coches con conductor
Este ha sido un martes negro para Francia. Las huelgas no han sido masivas, pero han logrado perturbar el tr¨¢fico a¨¦reo y urbano y, sobre todo, han dejado al descubierto el descontento social. Taxistas, controladores a¨¦reos y funcionarios (docentes mayoritariamente) han protagonizado las protestas. El pr¨¢ctico estancamiento de la actividad econ¨®mica y el desempleo, que sigue escalando, genera un malestar social frente al cual el Gobierno socialista se muestra impotente. El primer ministro Manuel Valls ha prometido nombrar un mediador para resolver los problemas de los taxistas, que vienen de largo.
Las manifestaciones de los taxistas en Par¨ªs, en Toulouse o en Marsella, con unos 2.000 veh¨ªculos movilizados en toda Francia, han sido especialmente violentas con neum¨¢ticos quemados, bloqueo de aeropuertos, operaciones caracol para ralentizar el tr¨¢fico y enfrentamientos. La jornada se ha saldado con una veintena de interrogatorios policiales y catorce personas detenidas. El primer ministro Manuel Valls ha deplorado la agresividad de las protestas. ¡°Ninguna causa puede justificar semejante violencia¡±, dijo. En las redes sociales, muchos ciudadanos protestaban por la movilizaci¨®n, como ocurri¨® en junio pasado.
Los problemas de los taxistas son acumulativos. El negocio se reduce, las licencias para operar son caras (entre 40.000 y 350.000 euros) y sufren la competencia de empresas de coches de alquiler con conductor, como Uber y otras firmas, que ofrecen mejores servicios y a precios m¨¢s competitivos. ¡°Estamos en otro nuevo siglo¡±, dijo Jean-Fra?ois Cop¨¦, exl¨ªder de Los Republicanos criticando el corporativismo de los taxistas.
Manuel Valls intent¨® por la ma?ana aplacar los ¨¢nimos prometiendo nombrar un mediador y analizar la situaci¨®n para llegar a una soluci¨®n concertada en tres meses. Pero los problemas de los taxistas son profundos. A la crisis se une un sistema antiguo (similar al espa?ol con un mercado de licencias de segunda mano) que resiste mal la nueva competencia. La Ley Th¨¦venoud del 1 de octubre de 2014 intent¨® modernizar el sector y adaptarlo al mercado actual, pero no lo ha logrado. Seg¨²n esa ley, las empresas de coches de alquiler con conductor no pueden utilizar los sistemas de geolocalizaci¨®n (de ah¨ª que UberPop est¨¦ prohibido) y tampoco ser solicitados por los clientes en plena calle. A¨²n as¨ª, la cifra de negocio no cesa de crecer en este sector mientras el taxi pierde cuota de mercado.
La crisis se est¨¢ traduciendo en Francia en una tasa de desempleo in¨¦dita en este pa¨ªs (10,6% de la poblaci¨®n activa) y un sentimiento generalizado de hast¨ªo y desesperanza en el porvenir, como ha reflejado el sondeo anual del Centro de investigaciones pol¨ªticas de Science Po. En tal ambiente, la promesa de Valls para resolver los problemas de los taxistas no ha surtido efecto a corto plazo. El presidente de la Federaci¨®n Nacional de Taxistas, Ahmed Senbel, se?alaba la inoperancia tras haber sido recibido por una larga lista de pol¨ªticos en los ¨²ltimos tiempos, mientras muchos taxistas, asegurando estar hartos de negociar, manten¨ªan el bloqueo por la tarde en el aeropuerto de Orly y promet¨ªan continuar ah¨ª durante la noche.
La huelga de los controladores a¨¦reos, convocada por los dos principales sindicatos del sector, para el martes y mi¨¦rcoles, ha logrado durante su primera jornada la cancelaci¨®n del 20% de los vuelos de medio recorrido. La compa?¨ªa Easy Jet, que opera fundamentalmente en Orly, ha sido una de las m¨¢s afectadas con la cancelaci¨®n de 35. Aeropuertos de Paris (ADP) asegura que todos los pasajeros afectados hab¨ªan sido avisados con tiempo para que no acudieran in¨²tilmente al aeropuerto. Los sindicatos consideran que la bonanza que est¨¢ registrando el sector a¨¦reo no se est¨¢ traduciendo en unas mejoras laborales y salariales para sus afiliados. A cambio, se queja el sindicado, se est¨¢ produciendo una reducci¨®n de efectivos y de poder adquisitivo.
La misma p¨¦rdida de poder adquisitivo es la que ha movilizado a funcionarios de diversos sectores, entre los que han destacado los docentes y el personal sanitario. Los tres grandes sindicatos (CGT, FO y Solidarios) eran los convocantes. En el caso de los profesores se suma el malestar por la reforma escolar acometida por el Gobierno. Seg¨²n el Ministerio de Educaci¨®n, la tasa de huelguistas en secundaria ha sido del 22,32% mientras que en primaria ha sido de 12,24%. Han parado tambi¨¦n el 3,66% del personal no docente. La reforma del coll¨¨ge (alumnos de secundaria de entre 11 y 15 a?os) entrar¨¢ en vigor en septiembre. Prev¨¦ reducir la ense?anza de las lenguas muertas y otorgar mayor autonom¨ªa a los centros educativos con nuevas modalidades de ense?anza.
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