Una investigaci¨®n revela abusos a menores ¡®sin papeles¡¯ en EE UU

Una investigaci¨®n de la agencia Associated Press revel¨® esta semana que m¨¢s de dos decenas de ni?os centroamericanos que llegaron a Estados Unidos huyendo de la violencia en sus pa¨ªses, han sido abusados sexualmente y maltratados despu¨¦s de ser reubicados por el gobierno estadounidense en casas de acogida.

La investigaci¨®n mostr¨® que la Administraci¨®n para Ni?os y Familias del Departamento de Salud baj¨® los est¨¢ndares m¨ªnimos para examinar a las personas que asumieron el cuidado de los menores. Se dej¨® de tomar huellas dactilares, no se pidieron partidas de nacimiento originales para verificar la identidad e incluso se dej¨® de llenar formularios con informaci¨®n personal de las familias de acogida.

En 2014 la ola de menores no acompa?ados colaps¨® el sistema m¨¢s all¨¢ de la frontera, donde los ni?os eran arrestados. El Departamento de Salud no estaba preparado para procesar y cuidar a los m¨¢s de 89,000 menores que llegaron al pa¨ªs, por lo que habr¨ªa respondido agilizando considerablemente el proceso.

"Los menores estaban siendo entregados mucho m¨¢s r¨¢pido, por lo que hab¨ªa una preocupaci¨®n de fondo respecto a posibles cambios en los est¨¢ndares, pero no hab¨ªa conocimiento espec¨ªfico sobre esto", explic¨® Megan McKenna portavoz de la organizaci¨®n Kids in Need of Defense.

En el refugio para ni?os Saint Peter Saint Joseph (St PJ¡¯s) de San Antonio no acostumbran a comentar cu¨¢l de sus 10 edificios alberga a menores centroamericanos que cruzaron la frontera ilegalmente por temor a que las organizaciones criminales lleguen a ellos. El centro es uno de los albergues que utiliza el gobierno para hospedar temporalmente a los menores antes de que sean entregados a su patrocinador, que en la mayor¨ªa de los casos es un familiar.

Pero en este refugio existe una preocupaci¨®n permanente por las acciones de grupos criminales contra estos ni?os. Beth Green, directora de desarrollo del refugio, no entrega detalles sobre la localizaci¨®n espec¨ªfica de los menores y sus rutinas. Su temor es el mismo que organizaciones de derechos civiles han compartido por a?os. Los problemas de abuso y tr¨¢fico de menores indocumentados dentro de Estados Unidos no se asocian exclusivamente a la crisis de 2014. El tema ha sido una preocupaci¨®n permanente para quienes buscan mayores protecciones para este grupo.

"Antes de las crisis de 2014 tambi¨¦n ten¨ªamos miedos sobre esto. Sobre a qui¨¦n se le estaban dando los ni?os y si estaban siguiendo los casos para velar por su bienestar", explic¨® Michele Bran¨¦ directora de la Comisi¨®n de Mujeres para Refugiados (WRC). "Uno podr¨ªa decir que cuando el procedimiento se hace m¨¢s r¨¢pido, como en 2014, habr¨¢ m¨¢s problemas, pero no tenemos pruebas concretas de que haya subido la incidencia desde que empez¨® la crisis", agreg¨®.

Ahora, miembros del Congreso estadounidense est¨¢n poniendo en duda si el Departamento de Salud es la agencia gubernamental indicada para hacerse cargo de este proceso. El senador republicano de Ohio Rob Portman, presidente del Comit¨¦ de Investigaciones realizar¨¢ una audiencia este jueves sobre el programa.

Con el t¨ªtulo "Adecuaci¨®n Del Departamento de Salud y Servicios Humanos en sus esfuerzos para proteger a los menores no acompa?ados extranjeros del tr¨¢fico humano" el grupo bipartidista de senadores debatir¨¢ por al menos tres horas sobre el desempe?o del gobierno. El panel est¨¢ integrado por dem¨®cratas conservadores y republicanos de la altura del ex candidato presidencial John McCain.

"Esto tiene que ver con quien tiene la responsabilidad. Para nosotros es importante acordarse de que aunque hay cr¨ªticas, el proceso es mucho mejor ahora de lo que era hace varios a?os cuando estaban bajo la custodia de inmigraci¨®n", asegur¨® Bram¨¦.

Organizaciones de derechos civiles coinciden en que se debe invertir m¨¢s en la supervisi¨®n que se les da a los menores una vez que son entregados a sus patrocinadores. De acuerdo a Associated Press la actual secretaria de salud Sylvia Burwell pidi¨® al Congreso 400 millones de d¨®lares adicionales para hacer mejoras en el programa actual, pero la petici¨®n fue denegada.

"Muy pocos ni?os tienen acceso a servicios sociales que les aseguren asesor¨ªa legal, acceso a salud, bienestar. Hay un tremendo hueco en las protecciones que se le dan a estos infantes", explic¨® Megan.

Por ahora el gobierno insiste que se han realizado cambios importantes. Una fuente del Departamento de Salud asegur¨® a EL PA?S que est¨¢n "analizando y actualizando los procedimientos de entrega de los ni?os".

"Se ha incluido una llamada de bienestar 30 d¨ªas despu¨¦s que el ni?o es entregado a un patrocinador. En julio de 2015 comenzamos un proyecto piloto para evaluar la implementaci¨®n de un servicio de supervisi¨®n para todos los menores que se van con un familiar lejano o una persona sin lazo sangu¨ªneo", agreg¨®.

Tambi¨¦n destac¨® la implementaci¨®n de una nueva l¨ªnea telef¨®nica que ayuda a los padres a localizar a sus hijos cuando est¨¢n en la custodia de la Administraci¨®n para ni?os y familias del Departamento de Salud.

Bran¨¦ destac¨® que es necesario fortalecer la asesor¨ªa legal de los menores y tener un programa de seguimiento riguroso. "Sabemos que si un ni?o cuenta con asesor¨ªa legal hay mucho menos probabilidad de que vaya a quedarse en una situaci¨®n peligrosa. Deben poner fondos y programar servicios de seguimiento para todos los ni?os. Ahora lo hacen en un porcentaje muy peque?o", dijo.

Al terminar 2015 el gobierno abri¨® dos nuevos albergues en Texas y uno en California para recibir a los menores. Cifras de la Patrulla fronteriza mostraron que en octubre y noviembre se hab¨ªan detenido 10,588 ni?os solos en la frontera, un aumento de 106% en comparaci¨®n con el mismo periodo en 2014, donde se arrestaron a 5,129 ni?os.

Aunque el gobierno se concentr¨® en la campa?a ¡°Conoce los hechos¡± para alertar a las comunidades inmigrantes sobre los riesgos del viaje y aclararles que la mayor¨ªa de los que llegan son deportados, los menores contin¨²an llegando al pa¨ªs.