Un informe sit¨²a a Caracas como la ciudad m¨¢s violenta del mundo

La principal ciudad de Venezuela supera a la hondure?a San Pedro Sula (111,03) como la metr¨®poli m¨¢s violenta del orbe, a San Salvador (108,54), la capital de El Salvador, que ocupa la tercera posici¨®n, y a Acapulco (104,73), en el Estado mexicano de Guerrero, la cuarta en esta clasificaci¨®n. Pero, adem¨¢s, Venezuela ha logrado colar a otras dos de sus ciudades en el inc¨®modo r¨¢nking. Matur¨ªn, orbe principal del Estado de Monagas (oriente del pa¨ªs) y Valencia, capital del Estado de Carabobo (centro), ocupan la quinta y la s¨¦ptima casillas, con 86,45 y 72,31 muertes por cada 100.000 habitantes, respectivamente.

El chavismo considera todas esas mediciones como parte de una campa?a de ¡°fuerzas imperiales¡± que busca derrocarle, y opone a esas tragedias las cifras de la inversi¨®n social ¡ª62,5% del presupuesto, seg¨²n asegur¨® el presidente Nicol¨¢s Maduro en su reciente mensaje a la Naci¨®n¡ª y la vocaci¨®n popular de la llamada revoluci¨®n bolivariana. Pero todos esos enunciados palidecen frente a los sucesos violentos que se suceden a diario en todo el pa¨ªs.

El ¨²ltimo de ellos ha sido la muerte a balazos de El Conejo, l¨ªder del internado judicial de San Antonio. El penal est¨¢ localizado en Margarita, la paradis¨ªaca isla ubicada en el Caribe venezolano y sitio de peregrinaci¨®n tur¨ªstica de nacionales y extranjeros. Te¨®filo Cazorla Rodr¨ªguez, su verdadero nombre, hab¨ªa sido sentenciado por tr¨¢fico de drogas desde 2003 y cumpl¨ªa la ¨²ltima parte de su condena present¨¢ndose en los tribunales. Estaba en la calle desde el a?o pasado, pero segu¨ªa siendo el l¨ªder del penal y dirig¨ªa los delitos que desde all¨ª se comet¨ªan, confirm¨® en Twitter Douglas Rico, subdirector del Cuerpo de Investigaciones Cient¨ªficas, Penales y Criminal¨ªsticas.

La madrugada del domingo Cazorla Rodr¨ªguez y otros hombres, identificados como sus escoltas, asistieron a una discoteca de la isla. Luego subieron a un coche y sufrieron una emboscada por parte de hombres a¨²n no identificados. Se presume que la muerte, que para la polic¨ªa es un encargo a juzgar por la cantidad de balazos que recibi¨® el auto, obedeci¨® a una disputa por el control de la distribuci¨®n de estupefacientes.

A El Conejo est¨¢n asociadas las m¨¢s folcl¨®ricas historias de la isla, algunas imposibles de comprobar. Otras s¨ª pueden ser verificadas. En 2011, un equipo period¨ªstico de The New York Times entr¨® a la prisi¨®n de San Antonio a recoger testimonios de los internos, que por lo general purgan condenas asociadas al tr¨¢fico de drogas, y a cerciorarse del estado de las instalaciones. M¨¢s que una prisi¨®n con barrotes y horarios estrictos, las im¨¢genes muestran a los internos bailando al ritmo de la m¨²sica caribe?a colocada por un pinchadiscos, a sus hijos ba?¨¢ndose en una piscina y a un grupo de presos observando a dos gallos destrozarse con sus espuelas. El Conejo era el art¨ªfice de que los internos vivieran sin el rigor de los penales tradicionales, pero sometidos a reglas medievales para sobrevivir.

La muerte de El Conejo

Todas esas comodidades provocaron que la leyenda de benefactor de El Conejo creciera y que su muerte fuera ampliamente comentada y sentida por los presos. El lunes por la tarde un grupo subi¨® al techo de la edificaci¨®n y lo homenajearon con una salva de balazos provenientes de armas largas y cortas. Los v¨ªdeos, grabados por los mismos internos, circularon en las redes sociales y provocaron indignados comentarios de la sociedad y de la dirigencia pol¨ªtica opositora. El excandidato presidencial y gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, coloc¨® una de las tantas secuencias en su cuenta de Twitter e increp¨® al ministro de Defensa, Vladimir Padrino L¨®pez. ¡°?Le parece bien esto?¡±, pregunt¨®. ¡°Son armas de la Fuerza Armada¡±, afirm¨®.

El entierro del capo estaba previsto para la tarde del martes?en Venezuela. Usuarios de las redes sociales reportaron amplia presencia policial en las principales calles de Porlamar, la ciudad principal de la isla, y el cierre de una de ellas, en previsi¨®n por el paso del cortejo f¨²nebre. Su muerte no ha dejado a nadie indiferente y aviva el debate sobre la inseguridad en el pa¨ªs. Caracas, la considerada ciudad m¨¢s violenta del mundo, es el ejemplo de ello.