Nuevas polic¨ªas
Hoy no parece existir m¨¢s la divisi¨®n entre fuerzas de exterminio y de conducci¨®n
A la memoria del profesor Rubio Llorente.
En su c¨¦lebre Mitolog¨ªas, Roland Barthes describ¨ªa c¨®mo a mediados de los a?os cincuenta se anunciaban los productos de limpieza en Francia. Los que conten¨ªan cloro se presentaban como destructores de la suciedad, mientras que los jabones como expulsores de ella. Los primeros se asemejaban a los ej¨¦rcitos, fuerzas liberadoras totales, pero altamente destructivas; los segundos a las polic¨ªas, fuerzas selectivas y conductoras. La dualidad en el uso de la fuerza estatal ha descansado durante los ¨²ltimos a?os en esa representaci¨®n. Ah¨ª donde el mal provenga del exterior y sea general y amenazante, se justifica la fuerza letal; ah¨ª donde sea interno o no implique destrucci¨®n social, debe utilizarse la fuerza para dominar y reconducir. En esta imagen com¨²n descansa buena parte del modo en que se asume el uso de la fuerza leg¨ªtima. M¨¢s all¨¢ de tan tranquilizadora idea, existe un modo bien distinto de la administraci¨®n de ella. Sus manifestaciones se han realizado tan continuadamente que parecen ya naturales. Sus representaciones medi¨¢ticas tan cotidianas y deslumbrantes que se han vuelto exigibles. Sus perversiones y descarrilamientos se relatan tan aislados que no parecen constituir amenaza.
Hoy no parece existir m¨¢s la divisi¨®n entre fuerzas de exterminio y de conducci¨®n
Hoy no parece existir m¨¢s la divisi¨®n entre fuerzas de exterminio y de conducci¨®n. Las polic¨ªas se han convertido mucho en lo primero y han dejado de hacer lo segundo. Los ej¨¦rcitos han ocupado presencia creciente en los temas y problemas del d¨ªa a d¨ªa. En el mundo de hoy, los polic¨ªas visten, se arman, operan y act¨²an en mucho como soldados. Crean cuerpos que buscan asemejarse a ellos. Parte de su prestigio y posibilidades de acci¨®n descansan en esa imagen. Las restricciones al uso de la fuerza letal han decrecido y las cargas probatorias se han deslizado hacia los ciudadanos. Las fuerzas armadas operan en sentido inverso. Constituyen cuerpos semejantes a las polic¨ªas, se entrenan para intervenir y actuar en ciudades o contra grupos delictivos internos, patrullar calles y hacer detenciones, ello sin perder sus condiciones de entrenamiento, armamento y despliegue.
Los efectos de esta mezcla de dos procederes, hasta hace poco reconocibles y diferenciables, son manifiestos. En varios pa¨ªses los cuerpos policiacos privan de la vida a un n¨²mero mayor de personas. Ello acontece crecientemente en situaciones en que las v¨ªctimas se encuentran desarmadas o en desventaja. La inserci¨®n social de quienes est¨¢n entrenados para exterminar provoca violaciones a los derechos humanos, desacomodos en el ejercicio del mando democr¨¢tico-civil y dificultades para regresar a los cuarteles a quienes, fruto de ejercicios de justificaci¨®n, han adquirido presencia y oportunidades.
?Qu¨¦ explica que los ej¨¦rcitos hagan m¨¢s cosas en el entorno social y que las polic¨ªas se asemejen a los ej¨¦rcitos?
?D¨®nde se rompi¨® la aceptaci¨®n de que dos distintos cuerpos de fuerza deb¨ªan hacer cosas diferentes? Desde luego no en Atocha, Ayotzinapa, Bataclan o Ferguson. Los cambios son previos. ?Qu¨¦ explica que los ej¨¦rcitos hagan m¨¢s cosas en el entorno social y que las polic¨ªas se asemejen a los ej¨¦rcitos? El punto de coincidencia es la introducci¨®n de mayor fuerza letal en la sociedad al permitir que un cuerpo dotado de ella participe y que el otro la obtenga. El fen¨®meno generalizado no puede obedecer solo a los narcotraficantes, los yihadistas o los separatistas. Tampoco a que todos los Estados hayan ajustado del mismo modo sus fuerzas para hacer frente a fen¨®menos propios o globales. Tal vez los cambios tienen que ver con la decisi¨®n pol¨ªtica de utilizar la fuerza estatal para contender con los fen¨®menos que ni la democracia ni su representatividad pueden integrar. La nueva fuerza policiaca, militar o civil, est¨¢ limitando y eliminando pluralidades, desigualdades, desesperanzas, pobrezas. Siempre lo han hecho, es cierto, solo que ahora ello es m¨¢s visible, m¨¢s generalizado y m¨¢s violento. ?A mayores diferencias mayor fuerza de homogeneizaci¨®n social? ?Se ha creado un nuevo producto capaz no s¨®lo de exterminar y expulsar, sino tambi¨¦n de desinfectar?
@JRCossio. Ministro de la Suprema Corte de Justicia de M¨¦xico.
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