La crisis de los refugiados enfrenta de nuevo a Grecia con Europa

La estampa que el viernes por la ma?ana ofrec¨ªa el puerto de Mytilene (Lesbos) era una met¨¢fora de la tormenta perfecta que se cierne sobre Grecia cuando muchos cre¨ªan que la firma del tercer rescate, y la aquiescencia del Gobierno de Alexis Tsipras, hab¨ªan puesto fin a las turbulencias. Sincronizadamente, como en una escenograf¨ªa perversa, se daban cita en sus instalaciones una delegaci¨®n de Frontex de visita; autobuses de refugiados reci¨¦n llegados a la isla, rumbo a los campamentos; el ferri que una vez registrados los traslada a Atenas, amarrado por la segunda huelga del sector en dos semanas, y, en el exterior, una tractorada de agricultores en protesta por la reforma de la seguridad social. Por si no bastara con las consecuencias de casi siete a?os de crisis, y el precipicio del Grexit del pasado verano, la dram¨¢tica crisis migratoria coloca a Grecia de nuevo entre la espada y la pared. La pared de Bruselas. En medio est¨¢n tambi¨¦n decenas de miles de refugiados.

La Comisi¨®n Europea acus¨® esta semana a las autoridades griegas de no controlar eficazmente sus fronteras ¨Cen especial la frontera l¨ªquida del Egeo, a la que resulta materialmente imposible poner vallas- y de negligencia en el registro de los refugiados, con la amenaza de una expulsi¨®n temporal de la zona Schengen si no corrigen esas deficiencias. Con un flujo incesante tambi¨¦n en invierno (s¨®lo en enero entraron seis veces m¨¢s que la suma de llegadas en ese periodo en 2014 y 2015), Grecia podr¨ªa quedar aislada ¨Cm¨¢s a¨²n- de sus socios pese a su notoria incapacidad material de responder en solitario; prueba de ello fue la petici¨®n de ayuda a Bruselas, mediante el despliegue de patrulleras de Frontex en el Egeo o el env¨ªo de refuerzos administrativos. Grecia ced¨ªa as¨ª a la presunta p¨¦rdida de soberan¨ªa que implica un control parcial for¨¢neo de sus fronteras, pero ahora se revuelve como gato panza arriba contra este nuevo intento de disciplinarla.

El pa¨ªs lleva gastados 350,6 millones de euros en la gesti¨®n del ingente flujo migratorio (el 0,18% del PIB); s¨®lo el ayuntamiento de Mytilene, la capital de Lesbos ¨Cisla a la que llegaron el a?o pasado 550.000 migrantes de los 851.319 que entraron en el pa¨ªs-, ha dedicado hasta ahora tres millones (de un presupuesto anual de 10) a la emergencia. Paralelamente, s¨®lo un centenar de refugiados han sido reubicados en otros pa¨ªses de la Uni¨®n. ¡°Los europeos, los Estados miembros y la Comisi¨®n Europea deben entender que la crisis de los refugiados no es un problema griego, sino europeo¡±, dice por correo electr¨®nico Dimitris Papadimoulis, eurodiputado de Syriza y vicepresidente de la Euroc¨¢mara. ¡°El Gobierno griego est¨¢ haciendo todo lo que puede, en condiciones econ¨®micas tan estrechas, para afrontar este flujo masivo mientras el pueblo griego en las islas maneja de forma ejemplar la situaci¨®n. Grecia necesita una solidaridad sustancial, y esto puede darse con un reparto eficaz [de los refugiados] entre los Estados miembros. En tiempos de auge de la ret¨®rica xen¨®foba y racista en la UE, es hora de actuar colectiva y decididamente¡±.

¡°A la vez, Turqu¨ªa debe acelerar la implementaci¨®n del acuerdo suscrito con la UE para controlar el flujo de migrantes y combatir las redes de traficantes. El papel de la Comisi¨®n Europea en este ¨¢mbito, obligando a Turqu¨ªa a cumplir sus compromisos, es de capital importancia¡±, concluye Papadimoulis. Algo en lo que coincide el alcalde de Mytilene, el independiente Spyros Galin¨®s, que se?ala que la desarticulaci¨®n de las mafias es el primer paso hacia la soluci¨®n. El regidor de una ciudad de 27.000 habitantes que en verano vio en sus calles a 35.000 refugiados, no oculta su enfado con Bruselas. ¡°No me puedo creer que pa¨ªses con m¨¢s capacidad que Grecia est¨¦n amenaz¨¢ndonos con expulsarnos de Schengen en vez de asumir, en la medida de sus posibilidades, una parte de esta carga. Es injusto, fundamentalmente injusto¡±, explica.

Crisis humanitaria

Galin¨®s defiende un registro en origen, en Turqu¨ªa; y desde all¨ª un viaje seguro hasta el destino elegido ¡°para evitar v¨ªctimas inocentes en naufragios; porque es esta pol¨ªtica err¨®nea de la UE la que conduce directamente a ellos¡±. ¡°Esta crisis muestra sobre todo la incapacidad de Europa. Nosotros hemos propuesto una soluci¨®n factible, ahora le toca a Bruselas aplicarla¡±, recalca.

Lejos de los despachos, sobre el terreno, la gesti¨®n cotidiana de la emergencia no recae en los pol¨ªticos, ni siquiera en instancias oficiales ¨Cesa gigantesca burocracia congelada por falta de recursos-, sino en los habitantes de las islas ¨Chay una petici¨®n internacional para concederles el Nobel de la Paz, por la ayuda que prestan a los reci¨¦n llegados- y, sobre todo, en las organizaciones internacionales y las ONG. ¡°Hay una traslaci¨®n de responsabilidades; tareas que deber¨ªa asumir el Estado, por muy profunda que sea la crisis, son transferidas a las ONG¡±, denuncia Daniel Hu¨¦scar, coordinador de M¨¦dicos Sin Fronteras en Lesbos. ¡°Resulta incre¨ªble que no haya habido ni un reparto [oficial] de comida desde septiembre; somos nosotros los que damos comida, limpiamos los campamentos o trasladamos en autobuses fletados a los refugiados¡±.

El responsable de MSF, que tiene en la isla a 35 trabajadores expatriados y 145 locales y gestiona un campo de tr¨¢nsito para 600 personas, se?ala que esta es ¡°una crisis humanitaria a la que no se ha dado la respuesta necesaria; al contrario, se ha hecho hincapi¨¦ en las cuestiones de seguridad y administrativas. No hay voluntad pol¨ªtica y el enfoque es err¨®neo, pero esto no s¨®lo es culpa de Grecia, es culpa de Europa¡±.?

Qu¨¦ puede pasar si finalmente se cumple el ultim¨¢tum de Bruselas, o llega a cerrarse su frontera norte y Grecia se convierte en una ratonera para cientos de miles de migrantes, est¨¢ por ver, pero propuestas como la belga de crear un campamento para 400.000 personas a las afueras de Atenas, o la hipot¨¦tica erecci¨®n de una valla entre Grecia y la Antigua Rep¨²blica Yugoslava de Macedonia (FYROM, en sus siglas inglesas), como han sugerido h¨²ngaros y eslovacos, inquietan sobremanera. La pr¨®xima semana hay nuevos paros de marinos y agricultores (es decir, m¨¢s ferris amarrados y m¨¢s refugiados atrapados en las islas), mientras el Gobierno a¨²n busca el pl¨¢cet definitivo de los acreedores en la revisi¨®n del tercer rescate y se enfrenta a la peliaguda tramitaci¨®n parlamentaria de la reforma de la seguridad social; por primera vez en m¨¢s de un a?o, tras la elecci¨®n de su nuevo l¨ªder, la conservadora Nueva Democracia aventaja a Syriza en las encuestas. Ajenos a todo ello, contra viento y marea y naufragios, los refugiados seguir¨¢n llegando mientras tanto.