Las embarazadas brasile?as, entre la expectativa de ser madres y el miedo al virus del zika

No abrir las ventanas despu¨¦s de las seis de la tarde. Si tiene el privilegio de contar con aire acondicionado, aprov¨¦chelo. Si no, a aguantar el calor del verano. Independientemente de a qu¨¦ altura est¨¦ el sol, al salir de casa no se olvide de ponerse pantalones largos, manga larga y todos aquellos accesorios que tenga a mano que puedan cubrir partes expuestas del cuerpo. Donde no consiga cubrirse, ¨¦chese repelente una, dos, tres veces, pero sin exagerar, pues tanto veneno no puede sentar bien. No se olvide de poner aparatos el¨¦ctricos antimosquitos en todos los ambientes. En caso de que viva en la ciudad, no viaje al campo. En caso de que viva cerca del campo, redoble los cuidados. Pero, sobre todo, mant¨¦ngase informada sin obsesionarse, ya que dicen que tanto nerviosismo no le sienta nada bien al beb¨¦.

Esta es la rutina de las futuras madres brasile?as desde que, a finales del a?o pasado, hubo una sospecha de que el virus zika, una enfermedad transmitida por un viejo conocido, el mosquito Aedes aegypti, estar¨ªa relacionada con el aumento del n¨²mero de casos de ni?os nacidos con microcefalia. En poco tiempo, el virus se convirti¨® en una fuente de preocupaci¨®n para todo el planeta y en la actualidad es el principal foco de atenci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), que ha declarado la microcefalia, causada por el zika, un caso de emergencia mundial.

Al poner las cosas en perspectiva, se ve que es necesaria mucha calma para no sucumbir al miedo al virus. Por ejemplo, de octubre a diciembre de 2015, nacieron m¨¢s de 600.000 ni?os y, desde que se identific¨® la relaci¨®n entre el virus y el s¨ªndrome, se registraron 3.448 casos sospechosos. Es decir, un porcentaje de aproximadamente un 0,5% de los reci¨¦n nacidos est¨¢ bajo sospecha, a¨²n no confirmada, de microcefalia. Pero no se debe bajar la guardia ante un tema que ha hecho sonar la alarma global por su singularidad y que puede les puede producir consecuencias irreversibles a los beb¨¦s.

¡°Si hubiera planeado mi embarazo, habr¨ªa esperado m¨¢s tiempo. Lo que m¨¢s me aflige es quedarme sin informaci¨®n, nadie est¨¢ seguro de nada, as¨ª que ya no viajo, me quedo lo m¨¢ximo posible en casa y me he convertido en la loca del repelente. Lo tengo todo el tiempo en el bolso, me lo paso sin parar y lo llevo a todas partes¡±, dice RafaelaPascowitch, de 31 a?os, embarazada de tres meses. En diciembre tuvo problemas para encontrar el repelenteExposis, uno de los m¨¢s fuertes del mercado, en las farmacias. ¡°Hab¨ªa una lista de espera de semanas y solo se pod¨ªan comprar tres a la vez¡±, explica.

La rutina de las embarazadas ha sido en todo semejante: convivir con d¨ªas de aprehensi¨®n, inseguridad y poca informaci¨®n. Este ¨²ltimo punto es precisamente el m¨¢s sensible. Hay pocas respuestas definitivas sobre c¨®mo el virus afecta a la formaci¨®n del beb¨¦. No se sabe, por ejemplo, si una futura madre que ya haya contra¨ªdo la enfermedad permanecer¨¢ inmune a ella. Tampoco se puede decir con certeza en qu¨¦ mes de la gestaci¨®n el virus del zika tiene impacto sobre el feto. E incluso el n¨²mero de notificaciones de casos de microcefalia sigue siendo controvertido.

Todo esto hace que los propios m¨¦dicos no sepan bien qu¨¦ recomendarles a las pacientes. ¡°Mi m¨¦dica me ha prohibido viajar durante los pr¨®ximos cinco meses¡±, dice Beatriz Junqueira, de 25 a?os, tambi¨¦n embarazada de cuatro meses. El relato no es una excepci¨®n . Sin mucha informaci¨®n, los m¨¦dicos han aconsejado tener el m¨¢ximo cuidado posible. Alarmada, Beatriz trata de informarse; pero evita ver las noticias o buscar mucho sobre el tema: ¡°La presi¨®n ya es demasiado grande; sin saber nada con seguridad, lo mejor es tener cuidados b¨¢sicos, pero sin obsesionarse¡±.

La falta de informaci¨®n fue lo que llev¨® a la bi¨®loga Juliana Evelyn, de 29 a?os, a crear el grupo de Facebook M?es contra o zika v¨ªrus (Madres contra el virus del Zika), que, en menos de una semana, ya re¨²ne a cerca de 300 personas de diferentes Estados del pa¨ªs. El pr¨®ximo mes de mayo, Juliana iba a tener una reuni¨®n de trabajo en S?o Paulo; pero fue anulada. Su jefe, que acababa de regresar de la regi¨®n Nordeste, estaba preocupado por el virus del zika, y, como ella estaba embarazada de tres meses, decidieron que ser¨ªa m¨¢s seguro que se quedase en Santa Catarina, donde vive. El Estado, al sur del pa¨ªs, a¨²n no ha registrado ning¨²n caso oficial de microcefalia. Incluso as¨ª, las ganas de entender el tema de forma m¨¢s profunda y de ayudar a otras madres la llevaron a iniciar el grupo en la red social.

¡°Est¨¢n buscando apoyo, informaci¨®n, que las reconforten. Todos los d¨ªas recibimos dudas sobre repelentes, relatos de mujeres que han contra¨ªdo el virus y est¨¢n sinti¨¦ndose perdidas, sin saber a qui¨¦n acudir¡±, cuenta Juliana. Seg¨²n ella, el espacio tambi¨¦n es excelente para deshacer alarmismos e informaci¨®n falsa, que surgen en tiempos de crisis.

¡°Si nos fijamos en las cifras, nos daremos cuenta de que los casos de microcefalia no son mucho m¨¢s numerosos que los de otros s¨ªndromes, como el de Down, y nadie deja de tener beb¨¦s por eso¡±, comenta Bruna Narcizo, de 33 a?os, que no est¨¢ enel grupo de Facebook, pero que, a pesar de tomar todas las precauciones posibles, est¨¢ de acuerdo en que es importante no crear alarma. ?Esto significa que es posible dejar de preocuparse? ¡°Por supuesto que no, pero estar informada sobre la situaci¨®n real es muy importante para confortar a las mujeres¡±, afirma Juliana, que est¨¢ en su segundo embarazo. ¡°Lo que no se puede hacer es responsabilizar a la mujer, pedirle que no se quede embarazada o que contraiga la enfermedad intencionalmente [como sugiri¨® el controvertido ministro de Sanidad, Marcelo Castro]¡±, afirma.

Para ella, incluso las cuestiones m¨¢s sensibles, como el aborto, forman parte de lo que debe debatirse. Cuando se le pregunt¨® sobre el procedimiento, dijo, a bote pronto, que estaba a favor. M¨¢s tarde, en una publicaci¨®n en el grupo, trat¨® de ampliar la discusi¨®n. ¡°?Si lo har¨ªa? No lo s¨¦, pero me gustar¨ªa tener esa opci¨®n y recibir respaldo psicol¨®gico y legal. Sin embargo, obviamente, la informaci¨®n en este caso es m¨¢s que esencial. La microcefalia puede afectar de manera diferente a los portadores. En realidad, estamos buscando a tientas en la oscuridad. Necesitamos luz y aclaraciones¡±, escribi¨®. Lo que Juliana parece sugerires que la desesperaci¨®n es in¨²til. La situaci¨®n es grave; pero solo la calma y el apoyo podr¨¢n ayudar a las gestantes en sus nueve meses de embarazo.