Santos abre la puerta a que la paz se firme despu¨¦s del 23 de marzo

Colombia sigue confiando en que para el 23 de marzo las negociaciones de paz en La Habana hayan llegado al punto de que sea posible firmar el ansiado acuerdo con la guerrilla de las FARC. Pero aunque la fecha se postergue, no parece que el acuerdo corra peligro. El mensaje que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha tra¨ªdo a Washington es claro: antes o despu¨¦s, habr¨¢ acuerdo con las FARC y Colombia necesitar¨¢ la ayuda de Estados Unidos en el periodo posconflicto tanto o m¨¢s como la necesit¨® hasta ahora.

Y hay otro mensaje m¨¢s, enviado quiz¨¢s de manera m¨¢s sutil: Washington no se puede permitir abandonar a Bogot¨¢ ¡ªno es que nadie parezca hab¨¦rselo planteado, pero mejor dejarlo caer¡ª en el momento en que el pa¨ªs sudamericano acaricia por primera vez en 50 a?os la posibilidad de una paz que conviene a todo el hemisferio.

¡°Esperamos poder firmar (el acuerdo) para el 23 de marzo¡±, dijo Santos este mi¨¦rcoles en una charla convocada por los principales centros de pensamiento estadounidenses relacionados con Am¨¦rica Latina. Seg¨²n revel¨®, los negociadores del Gobierno est¨¢n ya en La Habana con un ¡°nuevo procedimiento para acelerar las cosas¡±. Pero ¡ªy no es un pero imposible en estas complicadas negociaciones que duran ya tres a?os¡ª si la firma del acuerdo se retrasa algo, tampoco pasar¨¢ nada. ¡°Que sea dos d¨ªas despu¨¦s, o un d¨ªa antes, o una semana m¨¢s tarde, no importa¡±, acot¨®.

La del 23 de marzo es un plazo l¨ªmite fijado para ¡°forzar¡± un avance en las negociaciones, y se puso incluso aunque algunos en el equipo de Santos le advirtieran de que pod¨ªa acabar ¡°prisionero de ese plazo¡±, argument¨®. Lo importante es, insisti¨®, en que las dos partes est¨¢n ¡°comprometidas¡± y que hay ¡°entusiasmo¡± respecto a la posibilidad de hacerlo en la fecha acordada.

No es casual que Santos sacara el tema a relucir en su primera cita p¨²blica en Washington, donde realiza una visita de tres d¨ªas por invitaci¨®n de su par estadounidense, Barack Obama, de la que espera salir reforzado moral, pero sobre todo econ¨®micamente, de cara al complicado proceso de paz que se abrir¨¢ tras la firma del acuerdo.

"Estados Unidos ha sido un gran aliado para poner las condiciones necesarias para el fin del conflicto y espero que lo sea para la construcci¨®n de la paz¡±, se?al¨® Santos.

El d¨ªa clave ser¨¢ este jueves, cuando el presidente colombiano se re¨²na en la Casa Blanca con Obama para celebrar juntos los 15 a?os del Plan Colombia, el acuerdo que ha permitido llegar hasta este momento, seg¨²n Washington y Bogot¨¢. M¨¢s que celebrar el pasado, de lo que se trata es de asegurar el futuro, y para ello la Casa Blanca ya ha confirmado que Obama propondr¨¢ un incremento de las ayudas anuales a Colombia ¡ªcuyo monto no se ha especificado¡ª para ayudar en la construcci¨®n de la paz.

¡°Somos conscientes de la potencial necesidad de ayuda en el caso de que haya un acuerdo de paz, y nuestra solicitud de fondos para pol¨ªtica exterior al Congreso en el presupuesto de 2017 representar¨¢ un incremento frente a los a?os anteriores¡±, confirm¨® a periodistas el director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mark Feierstein, en v¨ªsperas de la visita de Santos.

En el ¨²ltimo presupuesto, la partida para Colombia es de algo m¨¢s de 300 millones de d¨®lares. Feierstein, al igual que otros altos funcionarios estadounidenses, se han negado repetidamente a especificar el nuevo monto del que se habla. Eso se lo quieren dejar a Obama, cuando presida la ceremonia en la Casa Blanca junto con Santos para celebrar el aniversario del Plan Colombia.

Puede que est¨¦ en manos de Obama concretar la cifra de dinero, e incluso bautizar a este paquete de ayuda que a¨²n no tiene nombre. Pero la llave de la caja de los fondos por los que ha viajado Santos hasta Washington no est¨¢ en la Casa Blanca, sino en el Capitolio. Son los legisladores los que tendr¨¢n que dar el visto bueno final al presupuesto. As¨ª que no es de sorprender que Santos est¨¦ dedicando buena parte de su apretada agenda estadounidense a convencer a congresistas y senadores de uno y otro partido.

Antes de iniciar su agenda p¨²blica oficial, Santos ya hab¨ªa desayunado este mi¨¦rcoles con un primer grupo de legisladores republicanos. Tambi¨¦n se reuni¨® con dem¨®cratas y con los l¨ªderes de la C¨¢mara de Representantes de ambos partidos, una encabezada por el presidente de la c¨¢mara baja, el republicano Paul Ryan. Significativa fue tambi¨¦n la presencia del presidente y vicepresidenta del Comit¨¦ de Apropiaciones ¡ªel encargado de dar el visto bueno al presupuesto nacional¡ª y sus compa?eros del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores. El mi¨¦rcoles, antes de su cita con Obama, tambi¨¦n visitar¨¢ el Senado.

Seg¨²n explic¨® Santos, en estas reuniones, al igual que en un almuerzo en la C¨¢mara de Comercio, pudo ¡°aclarar muchas dudas y mucha informaci¨®n equivocada sobre lo que se ha negociado en el proceso de paz¡±. Una referencia velada a las muchas cr¨ªticas que siguen surgiendo sobre los resultados del Plan Colombia que Santos ha venido a celebrar por todo lo alto a Washington, as¨ª como las centradas en los puntos m¨¢s controvertidos del proceso de paz, sobre todo en el punto de v¨ªctimas y justicia.

Aunque el ambiente hasta ahora ha sido altamente receptivo, congresistas como el republicano Mario D¨ªaz Balart dejaron claro que sigue habiendo puntos espinosos que podr¨ªan hacer dudar al Congreso. Como la situaci¨®n de Ricardo Palmera, alias Sim¨®n Trinidad, guerrillero de las FARC condenado a 60 a?os y encarcelado en Estados Unidos desde 2004.

¡°Estados Unidos tiene que mantenerse firme en su oposici¨®n a liberar a narcotraficantes como Sim¨®n Trinidad, cuya liberaci¨®n comprometer¨ªa la seguridad nacional y no deber¨ªa ser usada como elemento de negociaci¨®n¡±, dijo el legislador tras reunirse con Santos.