Arrecia la guerra subterr¨¢nea en la izquierda mexicana
El asesinato de una alcaldesa y las acusaciones al respecto entre las diferentes tribus del PRD ilustran la decadencia de la clase pol¨ªtica en el pa¨ªs
Alrededor de un millar de ciudadanos se han manifestado este mi¨¦rcoles en Temixco, en el estado mexicano de Morelos, junto a la capital del pa¨ªs, para exigir un cambio de alcaldesa en el municipio. Pasado el mediod¨ªa han llegado al congreso del Estado y han entregado miles de firmas para que Juanita Ocampo sustituya a la actual presidenta municipal. Se da la circunstancia de que Juanita Ocampo es la mam¨¢ de Gisela Mota Ocampo, la alcaldesa de Temixco asesinada el pasado 2 de enero. Juanita ha marchado esta ma?ana con su grupo de apoyo, en el en¨¦simo cap¨ªtulo de un caso lleno de pliegues, que mezcla conspiraciones pol¨ªticas, ejecuciones por encargo, senadores, gobernadores y desv¨ªo de fondos p¨²blicos.
Temixco, pegado a Cuernavaca, la capital de Morelos, amaneci¨® el 2 de enero sin alcaldesa. Con 33 a?os, Gisela Mota, del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica, la izquierda tradicional mexicana, hab¨ªa jurado el cargo el d¨ªa anterior. Por la noche, un grupo de sicarios irrump¨ªa en su casa y la mataba a balazos. Horas m¨¢s tarde las autoridades apresaban a tres de los presuntos autores, a quienes vincularon enseguida con el c¨¢rtel de Los Rojos. Entonces se dijo que Los Rojos daban as¨ª un aviso a los alcaldes que no les permitieran trapichear a sus anchas.
El 8 de enero, miles de personas se manifestaron en Cuernavaca, protestando por el asesinato, exigiendo al gobernador de la entidad, Graco Ram¨ªrez, militante igualmente del PRD, que se sometiera a un juicio pol¨ªtico. Una de las personalidades que encabezaba la marcha fue el senador Fidel Dem¨¦dicis, tambi¨¦n del PRD, que declar¨® que el juicio es ¡°un imperativo social¡±, porque ¡°las omisiones y constantes violaciones a la ley por parte del gobernador, son insultantes¡±.
Dem¨¦dicis y Ram¨ªrez encabezan las dos corrientes principales del PRD en Morelos. En octubre de 2014, el grupo del gobernador, Dem¨®cratas de Izquierda, se hizo con el control del aparato estatal del partido. Al a?o siguiente, en un intento por conservar su poder, el grupo de Dem¨¦dicis, oriundo de Temixco, pact¨® la candidatura del municipio con otra de las corrientes internas de la formaci¨®n. Gisela Mota era la opci¨®n de consenso. Antes de las elecciones, Dem¨¦dicis lograba imponer adem¨¢s a una persona de confianza como sustituta eventual de Mota. Si Gisela ganaba y algo le suced¨ªa, la elegida de Dem¨¦dicis controlar¨ªa la presidencia municipal.
Carlos Caltenco, secretario de Gobierno con Mota, fuente de la fiscal¨ªa para este caso, apunta que el desv¨ªo alcanzar¨ªa los once millones de d¨®lares
La semana pasada, el gobernador Graco Ram¨ªrez anunciaba que la fiscal¨ªa estatal investigaba la posible participaci¨®n del senador Dem¨¦dicis en el asesinato de Gisela Mota. La sociedad mexicana, at¨®nita por los v¨ªnculos de una diputada de la derecha mexicana con el narcotraficante Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n, atestiguaba ahora el ataque de un gobernador del PRD a un senador de su propio partido. "La presunci¨®n de la participaci¨®n del senador es una cosa seria, y no por ser del PRD tengamos que encubrirlo nosotros", dijo el gobernador.
Los encontronazos entre ambos ven¨ªan de lejos. En enero de 2013, cuando el nombre del gobernador apareci¨® vinculado al esc¨¢ndalo de los sobornos de Walmart en M¨¦xico, denunciado por The New York Times, Dem¨¦dicis exigi¨® su renuncia. Casi dos a?os m¨¢s tarde, cuando el PRD renov¨® su direcci¨®n estatal, el senador y el grupo del gobernador casi llegaron a las manos.
Fuentes cercanas a la investigaci¨®n confesaron la semana pasada a EL PA?S que las pesquisas trascienden a la ejecuci¨®n de la alcaldesa. Seg¨²n estas fuentes, la fiscal¨ªa estudia un supuesto desv¨ªo de fondos de la anterior administraci¨®n de Temixco, encabezada por un aliado de Dem¨¦dicis. Carlos Caltenco, secretario de Gobierno con Mota, fuente de la fiscal¨ªa para este caso, apunta que el desv¨ªo alcanzar¨ªa los once millones de d¨®lares. Buena parte de esta cantidad, ha explicado en entrevista con EL PA?S, son fondos que mand¨® el Gobierno federal para construir obra p¨²blica y que supuestamente no se usaron.
¡°Ambas investigaciones¡±, ha explicado Caltenco, ¡°est¨¢n vinculadas. La administraci¨®n anterior es muy cercana a la alcaldesa suplente [concu?ada del senador Dem¨¦dicis], cuya pretensi¨®n era poder intervenir para tapar estos desv¨ªos. Nosotros pedimos que se investigara a la suplente. Y hay muchas cosas que vinculan a la suplente y al senador. El d¨ªa de antes a la toma de posesi¨®n de Gisela, el senador insisti¨® en que tuviera una reuni¨®n con el presidente saliente. Este ya hab¨ªa pedido que Gisela admitiera a su equipo: el tesorero, el oficial mayor, el secretario del Ayuntamiento, y el secretario de Servicios P¨²blicos. Son los que se encargan del dinero¡±.
El senador Dem¨¦dicis ha negado cualquier implicaci¨®n en ambos hechos. El grupo de senadores del PRD arrop¨® a su compa?ero la semana pasada. Miguel Barbosa, l¨ªder del PRD en la c¨¢mara alta, pidi¨® al gobernador Graco Ram¨ªrez, que ¡°se serene¡±.
El caso parece una madeja de madejas, hilos de intereses aparentes y ocultos que impiden ver el todo: ?Tuvo algo que ver el senador Dem¨¦dicis con el asesinato de Gisela, con el desv¨ªo de fondos, con ambas cosas? Tuviera o no que ver, ?se trata de una jugada maestra de la tribu del gobernador para sacar a su m¨¢ximo competidor del terreno de juego pol¨ªtico? Y luego, ?qu¨¦ ser¨¢ de la se?ora Juanita Ocampo, madre de una alcaldesa muerta que ahora quiere ocupara el lugar de su hija?
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