Los fondos ¡®opacos¡¯ que tambi¨¦n compiten en las elecciones de Estados Unidos

Las reglas del juego cambiaron hace seis a?os pero Estados Unidos empieza a descubrir ahora sus consecuencias. Desde 2010, grupos independientes de los candidatos pueden recaudar fondos sin l¨ªmites y no est¨¢n obligados a revelar el origen del dinero. Ese mismo a?o una avalancha de candidatos conservadores impulsada por esta nueva forma de financiaci¨®n ayud¨® a los republicanos a recuperar la mayor¨ªa en la C¨¢mara de Representantes. Dos a?os despu¨¦s se dispar¨® el dinero recaudado por campa?as ajenas a las lideradas por Barack Obama y Mitt Romney. Y en 2016, los fondos acumulados por organizaciones opacas ya superan a lo recaudado por algunos candidatos. Los estadounidenses nunca sabr¨¢n el origen de gran parte de ese dinero. Es el ¡®dark money¡¯, fondos ocultos que tambi¨¦n compiten en estas elecciones.

El dem¨®crata Bernie Sanders ha hecho de los Super PACs, como se conoce a los fondos ilimitados, uno de los argumentos de su campa?a contra su rival, Hillary Clinton. Acusa a la exsenadora de estar atada al dinero de Wall Street y presume de que ¨¦l no tiene ninguno de estos grupos asociados a su candidatura. Pero el verdadero fen¨®meno de las nuevas formas de recaudaci¨®n est¨¢ influyendo a¨²n m¨¢s en la carrera republicana. En el caso de Jeb Bush, Marco Rubio o Ted Cruz, grupos externos a su campa?a hayan recaudado m¨¢s fondos que ellos.

Bush es el candidato con m¨¢s fondos, pero mientras que los Super PACs que le apoyan ya acumulan 118 millones de d¨®lares, el exgobernador solo ha recibido 31,9 millones para su campa?a. Hillary Clinton, sin embargo, cuenta con 116 millones de d¨®lares, m¨¢s otros 47,9 que provienen de grupos externos. En el Partido Republicano puede darse as¨ª una situaci¨®n ¨²nica que convierte el factor de la financiaci¨®n en una de las claves en estas presidenciales: apuestas personales sin respaldo de donantes oficiales que se mantengan durante meses por el apoyo de fuentes an¨®nimas.

La prensa estadounidense alerta desde el pasado oto?o de ¡°familias que quieren controlar la campa?a¡±, ¡°el mayor desaf¨ªo al que se enfrentan los Estados¡± o que ¡°los fondos opacos dominan el gasto en la campa?a electoral¡±. Desde la sentencia del Supremo en 2010, conocida como ¡®Citizens United¡¯, en Estados Unidos se pueden crear organizaciones para recaudar fondos a favor de un candidato y operar al margen de su campa?a oficial. Mientras que un ciudadano solo puede donar un m¨¢ximo de 5.400 d¨®lares a un candidato presidencial, estos Comit¨¦s de Acci¨®n Pol¨ªtica ¡ªlos Super PACs¡ª no tienen l¨ªmite.

Los Super PACs cuentan con una v¨ªa de influencia m¨¢s. La Comisi¨®n Electoral Federal establece que siempre que sus operaciones no est¨¦n coordinadas directamente con una campa?a, no est¨¢n obligados a revelar el origen del dinero. El Supremo argument¨® en su dictamen que la norma previene la corrupci¨®n porque los grupos no act¨²an en ¡°cooperaci¨®n¡± con los candidatos, pero no especific¨® d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite a la coordinaci¨®n con una campa?a.

El Supremo argument¨® en 2010 que la norma previene la corrupci¨®n porque los grupos no act¨²an en ¡°cooperaci¨®n¡± con los candidatos, pero no especific¨® d¨®nde est¨¢ el l¨ªmite a la coordinaci¨®n con una campa?a

En esa zona gris es donde operan gran parte de los grupos m¨¢s influyentes. ¡°Nunca desde antes del esc¨¢ndalo Watergate ha habido tan pocas personas y empresas que den tanto dinero a una campa?a¡±, public¨® The New York Times junto a su recopilaci¨®n de las 158 familias que han distribuido m¨¢s de 176 millones de d¨®lares en la primera fase de la campa?a. Sus organizaciones siguen el modelo establecido por Charles y David Koch en 2010, cuando abrieron una nueva v¨ªa de influencia a trav¨¦s de donaciones millonarias a las campa?as de varios candidatos.

La huella de los Koch en el ascenso del Tea Party o en una iniciativa para negar la contribuci¨®n del hombre al cambio clim¨¢tico ha sido documentada por la investigadora Jane Mayer en ¡®Dark Money¡¯. La obra tambi¨¦n relata c¨®mo una campa?a fallida de David Koch en los a?os 80 hizo que abandonara la pol¨ªtica para apostar por el poder que permiten las nuevas formas de financiaci¨®n, especialmente a trav¨¦s de su organizaci¨®n Americans for Prosperity. ¡°Si la sentencia ¡®Citizens United¡¯ hizo pensar que las grandes corporaciones aumentar¨ªan, la realidad es que los mayores inversores son un pu?ado de estadounidenses extremadamente ricos¡±, explic¨® Mayer en una entrevista reciente.

Seg¨²n la periodista de The New Yorker, la coalici¨®n organizada por los Koch planea invertir 900 millones de d¨®lares en estas elecciones. POLITICO tambi¨¦n ha logrado identificar ya el gasto de m¨¢s de 140 millones a trav¨¦s de grupos opacos. ?sta ¨²ltima cifra supone una inversi¨®n cuatro veces superior a lo que han destinado los propios candidatos a publicidad electoral. S¨®lo hay dos aspirantes que no tengan uno de estos grupos operando a su favor. Donald Trump aspira a financiar su campa?a con fondos propios. Bernie Sanders ha sorprendido con su capacidad para recaudar 3,5 millones de d¨®lares entre miles de peque?os donantes.

Uno de los Ssuper PAC que respaldan al republicano Jeb Bush, Right to Rise USA, ha gastado ya 61 millones de d¨®lares en anuncios a su favor, seg¨²n datos de la FEC. Bush es uno de los candidatos que ha desafiado las normas sobre ¡°coordinaci¨®n¡± con un Super PAC, ya que acudi¨® a un evento de recaudaci¨®n antes de anunciar su campa?a. Right to Rise USA est¨¢ gestionado por Bill Simson, antiguo ejecutivo de Walmart y exasesor de Bush durante su mandato como gobernador. El republicano Marco Rubio tambi¨¦n cuenta con el apoyo de Conservative Solutions Project, un grupo que ya ha invertido 9.5 millones de d¨®lares en anuncios de apoyo al senador de Florida.

Los Super PAC que apoyan a Hillary Clinton son otro ejemplo de la concentraci¨®n de fondos opacos bajo un mismo titular: David Brock. Este enemigo de los Clinton, convertido ahora en aliado, est¨¢ detr¨¢s de Priorities USA, American Bridge 21st Century, Correct the Record y Franklin Forum, organizaciones y Super PACs que hacen campa?a en nombre de la candidata y que tienen su sede en la misma direcci¨®n en Washington, seg¨²n datos recabados por Sunlight Foundation.

Una de las principales operaciones de estos super PAC es la financiaci¨®n de anuncios de campa?a, llamadas telef¨®nicas a los votantes y publicidad en varios soportes. En 2012, los fondos opacos ascendieron a 300 millones de d¨®lares en total. En 2016, antes de que comiencen las votaciones, estos grupos externos han gastado m¨¢s de 143 millones de d¨®lares. Su recaudaci¨®n real puede ser a¨²n superior. Aunque algunos de ellos s¨ª deben revelar el origen de su financiaci¨®n ¡ªsi han declarado que est¨¢n vinculados a una campa?a¡ª, en la mayor¨ªa de los casos, los estadounidenses no sabr¨¢n qui¨¦n ha pagado por la mayor¨ªa de los anuncios, correos electr¨®nicos e iniciativas electorales que ver¨¢n hasta el 8 de noviembre.