La huella sombr¨ªa del comandante Conde
Ciudadanos de Cardel, en Veracruz, se?alan al jefe policial detenido por el caso Tierra Blanca como causante de al menos otras 18 desapariciones
El 11 de enero de 2013, ocho de los 12 polic¨ªas del municipio de ?rsulo Galv¨¢n, a media hora del Puerto de Veracruz, salieron a hacer su habitual rond¨ªn. Era media tarde. Rosario Sayago, la esposa del agente Juan Carlos Montero, de 43 a?os, hab¨ªa hablado con ¨¦l a eso de las 17.45. ¡°Habl¨¢bamos todo el rato por tel¨¦fono. Ellos trabajaban cuatro d¨ªas y descansaban dos, as¨ª que cuando trabajaba, como nos sal¨ªa gratis por el plan y eso, habl¨¢bamos por ac¨¢ y me contaba qu¨¦ hac¨ªa. Aquel d¨ªa me dijo que a las seis saldr¨ªan de rond¨ªn, un recorrido habitual¡±. A las 19.20, Rosario llam¨® de nuevo a su esposo, pero ¨¦ste no contest¨®. Insisti¨® por horas y ya en la noche, asustada, llam¨® a la comandancia de ?rsulo Galv¨¢n. All¨¢ no sab¨ªan nada de Juan Carlos, ni tampoco de sus siete compa?eros.
Acompa?ada de Martha, la esposa de otro de los agentes, Rosario acudi¨® a la comandancia, junto al palacio municipal. El operador de guardia les dijo que lo ¨²nico que sab¨ªa, es que en una gasolinera de all¨ª cerca hab¨ªan visto pasar a la patrulla de los municipales. Les dio las se?as y Rosario y Martha fueron hac¨ªa all¨¢. En la gasolinera hablaron con uno de los trabajadores. Les dijo que s¨ª, que la patrulla hab¨ªa pasado hacia las siete de la tarde y que otras cuatro patrullas, estas de la polic¨ªa estatal, les andaban siguiendo. Les dijo adem¨¢s que se hab¨ªan metido hacia la comunidad de El Arenal. Les cont¨®, por ¨²ltimo, que al rato volvi¨® a ver a las cinco patrullas, pero que entonces guardaban un orden distinto: la de los municipales iba en medio de las otras cuatro. Al volante de la patrulla de la polic¨ªa de ?rsulo Galv¨¢n iban agentes estatales.
En El Arenal llegaron a una tienda de abarrotes. Con la excusa de comprar unas tierras, entablaron una conversaci¨®n con el tendero. ?l les dijo al final que hab¨ªa visto c¨®mo los estatales, del grupo Tajin, uno de los cuerpos de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica de Veracruz ¨Cse hab¨ªa fijado en el logo de las camionetas¨C, hab¨ªan desarmado a los municipales y se los hab¨ªan llevado. Los municipales nunca aparecieron.
La camioneta de los polic¨ªas de ?rsulo Galv¨¢n apareci¨® al d¨ªa siguiente a hora y media de la localidad. Ese d¨ªa, 12 de enero de 2013, otros cuatro polic¨ªas municipales renunciaron a su empleo.
¡°Todas las promesas que les hacen ahora a los de Tierra Blanca, nos las hicieron a nosotras¡±, dec¨ªa Rosario el s¨¢bado, en un caf¨¦ del centro de Cardel, a 10 minutos en carro de ?rsulo Galv¨¢n. Rosario alud¨ªa con amargura a las b¨²squedas que les prometi¨® entonces el Gobierno de Veracruz, comandado, entonces igual que ahora, por Javier Duarte, del PRI. Durante quince d¨ªas, ella y las dem¨¢s esposas acamparon en un galp¨®n del palacio municipal de ?rsulo Galv¨¢n. Luego se fueron. Se pusieron, ellas, a buscar. Y de momento, nada.
Ocurre que tres a?os m¨¢s tarde de la desaparici¨®n de su esposo y los dem¨¢s, justo el mismo d¨ªa tres a?os m¨¢s tarde, polic¨ªas estatales secuestraban a cinco muchachos en Tierra Blanca, dos horas al sur de ?rsulo Galv¨¢n. El comandante de la polic¨ªa estatal en un caso y otro es Marcos Conde, actualmente en prisi¨®n. Conde dirigi¨® a las fuerzas de la polic¨ªa estatal en la zona de Cardel y ?rsulo Galv¨¢n en 2012 y parte de 2013.
El 30 de noviembre de 2012, Arturo Figueroa, de 23 a?os, desapareci¨®. Era viernes. Arturo, que estudiaba enfermer¨ªa en el Puerto de Veracruz, hab¨ªa llegado a casa ya de noche. Se ba?¨®, se arregl¨® y sali¨® a buscar a su amigo Miguel ?ngel. Ambos marcharon despu¨¦s a casa de un tercer amigo, que viv¨ªa igualmente donde ellos, en la colonia El Modelo de Cardel. A las 23.30, Basilia habl¨® con Arturo por tel¨¦fono. Este le dijo que ¡°en un momentito¡± volv¨ªa ya para la casa. A las 12.30, la abuela de Miguel ?ngel toc¨® la reja de su ventana y le dijo que la polic¨ªa se hab¨ªa llevado a su hijo y a su nieto. Le dijo que los pap¨¢s del tercer joven lo hab¨ªan visto todo en la calle, cuando Arturo y Miguel ?ngel ya se desped¨ªan. Fueron, de acuerdo a testigos mencionados por Basilia, entre dos y tres patrullas.
¡°Fuimos a las bases de la estatal, hay dos en Cardel¡±, explicaba el s¨¢bado Basilia, ¡°fuimos mi hija, la abuelita de Miguel ?ngel y yo¡ Y nada. Ah¨ª todav¨ªa pens¨¢bamos que eran solo dos los que se hab¨ªan llevado. Luego nos dimos cuenta de que faltaban m¨¢s¡±.
Seg¨²n avanzaba la madrugada, las mujeres, que fueron a las casas de los amigos de los muchachos en el barrio, se dieron cuenta de que otros j¨®venes se hab¨ªan esfumado tambi¨¦n. Filiberto Alarc¨®n no estaba, Max Enrique L¨®pez tampoco, un amigo de Filiberto, Charly Yosimar faltaba¡ ¡°Y tambi¨¦n el muchacho que acompa?aba a Charly. Su moto estaba ah¨ª, en la calle donde se los llevaron, en la prolongaci¨®n Jos¨¦ Cardel. Pero su familia no denunci¨®¡±.
Hablar de desapariciones en M¨¦xico, con m¨¢s de 26.000 casos reconocidos, implica aceptar que la justicia maneja parte de la realidad. Por miedo, por temor o cansancio de las v¨ªctimas ¨Csus familiares¨C el sistema nunca accede a todos los casos habidos. En el mejor de los casos, escucha rumores, los que escuchan todos en los pueblos. La escasez de personal, la infiltraci¨®n del crimen organizado o la falta de capacitaci¨®n impiden avanzar.
En el caso de la colonia El Modelo, Basilia a?ade otros dos nombres al grupo de seis: uno que se llama Elfego, que andaba comiendo en la calle cuando llegaron las patrullas y otro que se llama Octavio: ¡°a ¨¦l no lo conozco, pero a su mam¨¢ s¨ª¡±.
La lista sigue y su composici¨®n requiere apenas un conocimiento superficial de la zona. Las esposas y mam¨¢s de los muchachos de El Modelo, de los polic¨ªas de ?rsulo Galv¨¢n, saben del caso del fiscal Pedro Huesca, desaparecido igualmente en Cardel. El s¨¢bado pasado, su mam¨¢, Griselda Barradas, presa de un evidente nerviosismo que, dice, le acompa?a desde hace a?os, contaba que en abril de 2013, dos patrullas de la polic¨ªa estatal de Veracruz se llevaron a Pedro de la puerta de la casa de su asistente.
El fiscal Huesca, agente de la fiscal¨ªa de Veracruz, trabajaba codo a codo con la secretar¨ªa de la Marina. A finales de 2012 hab¨ªa participado en un operativo en la cercana ciudad de C¨®rdoba, desbaratando una c¨¦lula delictiva asociada a los zetas que hab¨ªa infiltrado a la propia fiscal¨ªa.
Por su conocimiento del expediente judicial, la se?ora Griselda da dos nombres de dos polic¨ªas estatales, uno de los cuales est¨¢ ahora detenido por el caso Tierra Blanca: Luis Rey Lendechy.
La lista sigue: el periodista Sergio Landa despareci¨® en enero de 2013 en Cardel. Era la segunda vez que lo levantaban y en esta ya no volvi¨®. En diciembre de 2012, un grupo armado levant¨® a ocho vecinos de Cardel, tres trabajaban en protecci¨®n civil. A los d¨ªas aparecieron ejecutados¡
El asunto en este caso trasciende quiz¨¢ a su paradero. Apunta, adem¨¢s, a las autoridades del Gobierno de Veracruz: ?Por qu¨¦ mantuvieron como comandante de la polic¨ªa estatal a un personaje como Marcos Conde? ?C¨®mo, despu¨¦s de hechos as¨ª, lo movieron simplemente a otra oficina de la Secretar¨ªa de Seguridad P¨²blica?
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