Donald Trump y Bernie Sanders vencen en New Hampshire
"Nadie se va a meter con nosotros", dice el republicano. "?Est¨¢is listos para una idea radical?", pregunta el dem¨®crata
El magnate Donald Trump y el senador socialista Bernie Sanders ganaron este martes las elecciones primarias de New Hampshire, seg¨²n las proyecciones de todos los medios de comunicaci¨®n estadounidenses. El magnate republicano ha logrado la victoria con el 35,1% de los votos, casi 20 puntos de ventaja con respecto al segundo, John Kasich (15,9%), con alrededor del 90% del voto escrutado. En el bando dem¨®crata, Sanders, con el 60%, queda a una distancia similar con respecto a Clinton (38,4%).
Sanders compareci¨® despu¨¦s de la candidata Hillary Clinton y, nada m¨¢s subir al escenario, pregunt¨®: "?Est¨¢is listos para una idea radical? Juntos vamos a crear una econom¨ªa que funcione para todos, no solo para el 1%, con un salario m¨ªnimo de 15 d¨®lares por hora y con igualdad salarial para las mujeres".
Trump exhibi¨® su estilo digresivo en su discurso de victoria: ¡°El mundo nos va a respetar de nuevo. Creedme¡±. Luego hizo un sinf¨ªn de promesas: mayor creaci¨®n de puestos de trabajo, fin de la epidemia de hero¨ªna, victorias comerciales sobre Jap¨®n, China y M¨¦xico, destrucci¨®n del Estado Isl¨¢mico...
El republicano Trump, un electr¨®n libre de la pol¨ªtica que nunca hab¨ªa votado en unas elecciones primarias del Partido Republicano, se reivindica como figura central en el proceso para elegir al sucesor del dem¨®crata Barack Obama en la Casa Blanca. Sanders, que se sienta como independiente en el Senado de Estados Unidos, demuestra su capacidad para plantar cara a la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, favorita sobre el papel para la nominaci¨®n en el Partido Dem¨®crata.
La victoria de Trump y Sanders es el triunfo de dos pol¨ªticos at¨ªpicos en sus partidos. Ideol¨®gicamente y en el talante tienen muy poco que ver, pero ambos recogen el descontento de los estadounidenses con el statu quo. El resultado en New Hampshire, un peque?o Estado de 1,3 millones de habitantes en el noreste de EE UU, refleja el car¨¢cter excepcional de esta campa?a. Las ¨¦lites de los partidos dem¨®crata y republicano tienen dificultades para frenar el ascenso de los aspirantes heterodoxos.
En New Hampshire, Trump se resarce de la derrota en los caucus (asambleas electivas) de Iowa, la semana pasada. Iowa abri¨® el proceso de caucus y primarias que se prolongar¨¢ hasta junio y que servir¨¢ para que los estadounidenses elijan al dem¨®crata y al republicano que se enfrentar¨¢n en las presidenciales del 8 de noviembre.
Hace un a?o hubiera sido inimaginable pensar que Trump ¡ªmagnate de la construcci¨®n y los casinos, estrella de los reality shows, y proclive al insulto, al exabrupto xen¨®fobo y la astracanada¡ª ganase las elecciones primarias de New Hampshire. Que la victoria de Trump, anticipada en los sondeos, no sea una sorpresa indica hasta qu¨¦ punto se han trastocado las normas del pasado. Lo at¨ªpico ya parece normal.
New Hampshire no cierra el cisma en el Partido Republicano entre el ala del establishment y el ala insurgente. El problema de los candidatos preferidos por las ¨¦lites del partido ¡ªlos que, tradicionalmente, han ganado la nominaci¨®n¡ª es que son demasiados y dividen el voto. Trump conf¨ªa en consolidar su posici¨®n en los estados sure?os y occidetales que votar¨¢n en las pr¨®ximas semanas: el 20 de febrero est¨¢n convocadas las primarias republicanas de Carolina del Sur, y el 23, los caucus de Nevada.
El campo dem¨®crata
La ¨²ltima vez que concurri¨® a unas primarias, en 2008, Clinton gan¨® en New Hampshire, tras haber perdido en los caucus de Iowa, aunque finalmente fue Barack Obama quien se hizo con las primarias y gan¨® la Casa Blanca para los dem¨®cratas. Esta vez ha ocurrido al rev¨¦s. La ex secretaria de Estado casi empat¨® con Sanders la semana pasada y ahora ha quedado segunda, pero en la carrera de fondo sigue siendo la favorita.
Sanders ha ganado en casa. Aunque creci¨® en el distrito de Brooklyn, en Nueva York, fue alcalde de Burlington, en el Estado vecino de Vermont, en los ochenta, y senador por este Estado desde 2006. El sanderismo ha avanzado en los ¨²ltimos meses a lomos del descontento de la clase media, cada vez m¨¢s alejada del 1% de la ¨¦lite econ¨®mica del pa¨ªs, y por el empuje de un gran n¨²mero de j¨®venes volcados en la campa?a.
Aun as¨ª, en EE UU, la posici¨®n de Sanders no deja de ser heterodoxa ¡ªmano dura contra la banca, contra Wall Street, sanidad y educaci¨®n universal y gratuita¡ª, especialmente, por manifestarse sin complejos como ¡°socialista¡±, ya que en el imaginario americano el t¨¦rmino se suele asociar al comunismo. Esto lleva al precandidato a aclarar que es un ¡°socialista dem¨®crata¡±, es decir, un socialdem¨®crata.
Cuando la campa?a viaje al sur y al oeste, probablemente Clinton recuperar¨¢ terreno. El 20 de febrero los dem¨®cratas celebran los caucus de Nevada y el 27 las primarias de Carolina del Sur. Aun as¨ª, el empuje de Sanders y el discurso de Clinton desde que arranc¨® la campa?a en 2015 reflejan una inclinaci¨®n del Partido Dem¨®crata hacia la izquierda.
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