El S¨²per Taz¨®n¡o la esquizofrenia militarista tras un bal¨®n
El Super Bowl regal¨® desde un homenaje a los ¡°Panteras negras¡± hasta una celebraci¨®n al militarismo m¨¢s profundo de EE UU
Se gener¨® en un tema de horas el choque de fuerzas que conviven como v¨¢stagos de un mismo ¨¢rbol confuso en la sociedad estadounidense. Es cierto que Beyonce gener¨® un quiebre importante con la superficialidad habitual del mundo del espect¨¢culo de Estados Unidos. Este domingo 7 de febrero, en el show de medio tiempo en el partido de la final del f¨²tbol americano entre las Panteras de Carolina y los Broncos de Denver, la show-woman bail¨® con un grupo de mujeres vistiendo uniformes militantes rememorando a los proscritos ¡°Panteras negras¡±.
Tambi¨¦n luci¨® una gran X en su pecho, y todas las bailarinas en formaci¨®n homenajearon el apellido del gran radical Malcolm X, defensor hasta con la vida de la igualdad racial y la militancia negra de los a?os sesenta. La canci¨®n de Beyonce, ¡°Formation¡±, es una denuncia a la discriminaci¨®n y la injusticia que a¨²n plaga la experiencia de la hermandad afro-estadounidense.
Es p¨²blico que algunos equipos de la NFL reciben pagos del Departamento de Defensa para difundir sus mensajes
Pero en el mismo acto deportivo y de show business, una Lady Gaga transmutada de su contracultura travesti, ¨ªdolo de la igualdad de g¨¦nero y de la sensibilidad gay de EEUU, entreg¨® un himno nacional patriota que, en su momento culmen, salud¨® el paso de bombarderos de los marines, que en formaci¨®n pasaron rozando el estadio, los mismos aviones poderosos que han sembrado de explosivos los sue?os infantiles de peque?os iraqu¨ªes, pakistan¨ªes y afganos.
?No es acaso un quiebre de las ideas y del esp¨ªritu esta mezcolanza de im¨¢genes superpuestas en un paroxismo brutal? Los medios destacaron en los dos extremos del espectro las lecturas semi¨®ticas de un Super Bowl ya m¨ªtico: mientras el progresista AlterNetl.org denunciaba la celebraci¨®n hecha al m¨¢s puro estilo imperialista y la militarizaci¨®n intensa del Estadio Levi, el ex alcalde de NY, el derechista Rudy Giulani, despotricaba en el New York Daily News contra Beyonce, calificando su show como ¡°escandaloso¡±.
Totalmente fuera de sinton¨ªa con lo que ha sido el movimiento ¡°Black lives matter¡± que pretende denunciar el componente racial de la brutalidad policial, los comentarios de Giulani son de otra dimensi¨®n: ¡°Esto es f¨²tbol, no Hollywood, y yo pens¨¦ que fue realmente indignante que ella lo usara como una plataforma para atacar a los polic¨ªas que son las personas que la protegen a ella y a nosotros, que nos mantienen con vida¡±. Agreg¨® que ¡°lo que deber¨ªamos estar haciendo en la comunidad afro-estadounidense, y en todas las comunidades, es haciendo crecer el respeto por los agentes de polic¨ªa¡±. Ni una sola palabra sobre las v¨ªctimas fatales de raza negra que han ca¨ªdo bajo la bala f¨¢cil de polic¨ªas blancos. Nada de sensibilidad. El mundo moral al rev¨¦s.
Este Super Bowl, como la mayor¨ªa de los eventos masivos televisados de Estados Unidos, y como la mayor¨ªa de los eventos deportivos en el pa¨ªs, se proyect¨® como un basti¨®n de propaganda de guerra. Un coro de media centena de soldados de todas las ramas militares abri¨® el show. La pantalla del estadio hizo alusi¨®n a las fuerzas desplegadas en Afganist¨¢n. El gigante de las armas Northrop Grumman mostr¨® un aviso en la televisi¨®n, horario premium de todo EEUU, promocionando sus nuevos bombarderos de ¨²ltima tecnolog¨ªa.
No es de extra?ar. Es p¨²blico que algunos equipos de la NFL reciben pagos del Departamento de Defensa para difundir sus mensajes. Y en cada juego de b¨¦isbol del pa¨ªs, en cada estadio de hockey, en los barrios, en las escuelas, se detiene la acci¨®n antes de empezar cada partido para cantar el himno nacional y saludar ¡°a las tropas de Estados Unidos, que protegen nuestra libertad y nuestro estilo de vida¡±, contagiando de patriotismo idealizado las almas de millones de ni?os y ni?as que ven en el uniforme la consagraci¨®n del deber ser.
Nadie habla del deber de asesinar a pr¨®jimos inocentes con ropas ¨¢rabes en los desiertos del Medio Oriente, del S¨ªndrome Post-Traum¨¢tico que lleva al suicidio y al asesinato masivo a los veteranos, una vez de vuelta del infierno de la guerra a las tierras estadounidenses. Nadie habla de la paz. Nadie habla del respeto a la humanidad y dignidad intr¨ªnseca de todo hombre y mujer de este planeta, no importa su nacionalidad, no importa su religi¨®n. La alegr¨ªa del deporte, la alegr¨ªa del canto y el baile pop, en un profundo paroxismo de locura ante el canto profundo de los ca?ones y el gemido cruel de los fusiles.
A prop¨®sito. Ganaron los Broncos...
Patricio Zamorano es Director Ejecutivo de InfoAmericas.info
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