El partido dem¨®crata vira a la izquierda

El d¨ªa antes de las primarias de New Hampshire, en un mitin de Hillary Clinton, Jesse, una profesora neoyorquina de 40 a?os, explicaba que espera ver a la precandidata de presidenta, pero que igualmente pensaba votaren las primarias de su rival, Bernie Sanders: ¡°Quiero que ese discurso m¨¢s progresista gane fuerza, por eso lo voto, pero espero que la candidata de los dem¨®cratas sea Clinton¡±. El martes por la noche, en la fiesta de final de campa?a de Sanders, la euforia desatada por la victoria este martes no reflejaba precisamente que se esperase a otro candidato diferente del senador de Vermont.

Pero lo que unos y otros votantes s¨ª muestran es el que partido dem¨®crata se est¨¢ escorando a la izquierda en la carrera de las primarias, no solo por el empuje sanderista, que ha seducido a los j¨®venes de una forma que recuerda en algo a la Obaman¨ªa, sino porque tambi¨¦n el discurso de Clinton se ha tornado m¨¢s progresista. La exsecretaria de Estado critica que el ejecutivo medio gane ¡°300 veces m¨¢s¡± que un trabajador, asegura que habr¨¢ mano dura para Wall Street y defiende con ah¨ªnco que los ricos tienen que pagar m¨¢s impuestos.

El martes, en el discurso de la derrota, recalc¨® los mensajes -¡°ning¨²n banco es demasiado grande para caer¡± o ¡°nadie es demasiado poderoso para evitar la c¨¢rcel¡±-, aunque compite con un Sanders que ha prometido una ¡°revoluci¨®n¡± contra las ¨¦lites. Casi un 15% de la poblaci¨®n estadounidense est¨¢ en la pobreza, hay que volver a los 90 para encontrarse con ese nivel de exclusi¨®n, y entre los menores de edad, la tasa sube al 21%. Ese es el terreno sobre el que cae esta llamada al voto protesta.

Parad¨®jicamente, la demostraci¨®n de fuerza de Sanders se ha dado en un estado pr¨®spero, New Hampshire, con una renta media superior a la nacional, lo que es un gran reflejo de lo que ocurre en EE UU. Es la econom¨ªa avanzada que m¨¢s crece, con pleno empleo, pero los votantes expresan enfado, ya que el trabajo se ha precarizado y ese 1% de la poblaci¨®n m¨¢s rica se aleja cada vez m¨¢s del resto. Y ocurre que el otro 99%, cada cuatro a?os, tiene derecho a voto.

El giro progresista tiene matices. El senador habla de tasas universitarias gratuitas, mientras que Clinton propone un plan de ayudas para hacerlas asequibles a todos. Si la ex secretaria de Estado defiende la subida de los salarios sin m¨¢s concreci¨®n, Sanders ha abrazado la campa?a por un m¨ªnimo de 15 d¨®lares la hora. ?l propugna la sanidad universal y Clinton seguir en la l¨ªnea del plan sanitario de Obama.

M¨¢s all¨¢ de Sanders, hay un nombre que tener muy en cuenta en el viaje progresista del partido dem¨®crata: Elizabeth Warren. La senadora de Massachussetts, de quien se rumore¨® podr¨ªa presentarse candidata con un amplio respaldo en los sondeos, puso el debate de la desigualdad y de los excesos de Wall Street en el centro del partido. De momento no ha definido su apoyo sobre ninguno de los dos aspirantes.

Las campa?as, con todo, se escoran m¨¢s a la izquierda en la fase primarias porque apelan al voto de ciudadanos m¨¢s activistas, pero en las presidenciales es previsible que se moderen los mensajes. Es entonces cuando los candidatos dem¨®cratas y republicanos deben ganarse la confianza del votante vol¨¢til para llegar a la Casa Blanca.