El Papa advierte en M¨¦xico contra la miseria que empuja a emigrar
Bergoglio dirigi¨® una dura advertencia a pol¨ªticos y empresarios en Ciudad Ju¨¢rez
El viaje del papa Francisco ha logrado uno de sus grandes objetivos: confrontar a M¨¦xico consigo mismo. Cada parada de la visita ha puesto el dedo en la llaga de sus principales problemas: la pobreza, el narco, la migraci¨®n. Todos fueron recapitulados en Ciudad Ju¨¢rez. All¨ª, al pie de la frontera con EE UU, interpel¨® a los gobernantes: ¡°?Qu¨¦ quiere dejar M¨¦xico a sus hijos? ?Quiere dejarles una memoria de explotaci¨®n, de salarios insuficientes, de acoso laboral?¡±.
Despu¨¦s de visitar el penal de Ju¨¢rez y antes de celebrar una misa a escasos metros de la frontera, el Papa dirigi¨® una dura advertencia a pol¨ªticos y empresarios durante un encuentro con el mundo del trabajo. Les dijo que ¡°uno de los flagelos m¨¢s grandes a los que se ven expuestos sus j¨®venes es la falta de oportunidades de estudio y de trabajo sostenible¡±. Que esa situaci¨®n conduce a la pobreza. ¡°Y esta pobreza¡±, a?adi¨®, ¡°es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el c¨ªrculo del narcotr¨¢fico y de la violencia. Es un lujo que nadie se puede dar; no se puede dejar solo y abandonado el presente y el futuro de M¨¦xico¡±.
Jorge Mario Bergoglio cit¨® su enc¨ªclica para decir que ¡°la mentalidad reinante pone el flujo de las personas al servicio del flujo de capitales provocando en muchos casos la explotaci¨®n de los empleados como si fueran objetos a usar y tirar¡±. Y a?adi¨®: ¡°Dios pedir¨¢ cuenta a los esclavistas de nuestros d¨ªas, y nosotros hemos de hacer todo lo posible para que estas situaciones no se produzcan m¨¢s. El flujo del capital no puede determinar el flujo y la vida de las personas¡±. Con tono severo, Francisco advirti¨® de que ¡°el lucro y el capital no son un bien por encima del hombre, est¨¢n al servicio del bien com¨²n. Y, cuando el bien com¨²n es forzado para estar al servicio del lucro, y el capital la ¨²nica ganancia posible, eso se llama exclusi¨®n¡±.
Franqueza impensable
Al se?alar cada uno de los grandes problemas de M¨¦xico ha logrado incomodar a las autoridades y sacudir las estructuras de una jerarqu¨ªa altamente esclerotizada. Ya el primer d¨ªa de su traves¨ªa abronc¨® sin paliativos a los obispos por sus intrigas palaciegas, y en un tono de una franqueza impensable en la apolillada ret¨®rica p¨²blica que se practica en M¨¦xico les inst¨® ¡°pelearse como hombres¡± y luego trabajar juntos. Para mayor eco, el zapatazo lo dio en misma la catedral de la Ciudad M¨¦xico, uno de los enclaves m¨¢s conservadores de Latinoam¨¦rica, y ante la mirada azorada de los grandes jerarcas.
Ese tono franco y directo, que lo distingue netamente de su predecesor, se ha repetido a lo largo de sus cinco d¨ªas de viaje. ¡°Bergoglio ha escogido lugares pol¨ªticamente calientes y desde ah¨ª ha construido un discurso de empoderamiento civil, resucitando aspectos clave de la teolog¨ªa de la liberaci¨®n, pero con un lenguaje nuevo, simple de la calle, capaz de movilizar a las bases cat¨®licas¡±, se?ala el profesor de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana Juan Luis Hern¨¢ndez.
El principal riesgo del viaje papal han sido las mismas expectativas que lo rodeaban. Mucho se esperaba de una visita de cinco d¨ªas. Quiz¨¢ demasiado. Para algunos colectivos, como las v¨ªctimas de abusos sexuales de la Iglesia, el viaje no ha tra¨ªdo los frutos deseados. Otros sectores esperaban ataques m¨¢s contundentes al Ejecutivo. Pero la lectura general es que Francisco ha sabido aprovechar su paso por M¨¦xico para se?alar los principales agujeros negros del pa¨ªs: la inmigraci¨®n, la pobreza, la cuesti¨®n ind¨ªgena, la violencia y el narco. Todos han desfilado por sus discursos y su mera menci¨®n ha supuesto una cr¨ªtica al poder. De ning¨²n otro jefe de Estado se hubiera permitido tantas recriminaciones por aquello que a¨²n queda por conseguir. ¡°La historia del viaje del Papa, es la de la cr¨ªtica a trav¨¦s de la diferenciaci¨®n, la denuncia sutil y la contraposici¨®n simb¨®lica. El hecho de que la ¨¦lite pol¨ªtica no se haya dado cuenta de la cr¨ªtica papal, demuestra su desconexi¨®n de la realidad que gobierna¡±, indica el analista Emilio Lezama.
El Pont¨ªfice, en la c¨¢rcel de Ciudad Ju¨¢rez
Lo hecho, hecho est¨¢, le dijo el papa Francisco a los presos de la c¨¢rcel de Ciudad Ju¨¢rez, y a continuaci¨®n les pidi¨® su complicidad para que, desde el cautiverio, trabajen para que ¡°una sociedad que usa y tira¡± no siga cobr¨¢ndose m¨¢s v¨ªctimas. ¡°Quien ha sufrido el dolor al m¨¢ximo, y que podr¨ªamos decir que experiment¨® el infierno, puede volverse un profeta en la sociedad¡±, explic¨® el Papa. Y a?adi¨®: ¡°Hablen con los suyos, cuenten su experiencia, ayuden a frenar el c¨ªrculo de la violencia y la exclusi¨®n¡±.
Antes, Francisco critic¨® con dureza un sistema penitenciario que, tanto en M¨¦xico como en otros muchos pa¨ªses, est¨¢ enfocado casi exclusivamente en la represi¨®n. ¡°Ya hemos perdido varias d¨¦cadas¡±, se quej¨®, ¡°pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sac¨¢ndonos los problemas de encima. A veces parece que el objetivo de las c¨¢rceles sea solo el de impedir que las personas sigan cometiendo delitos, en vez de promover procesos de rehabilitaci¨®n que permitan atender los problemas sociales, psicol¨®gicos y familiares que llevaron a la persona a delinquir¡±.
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