El Papa declara la guerra al narco en Michoac¨¢n
Francisco se rodea de j¨®venes y les advierte de que ¡°un carro nuevo o los bolsillos llenos de plata¡± son trampas del crimen organizado
Hay un Jorge Mario Bergoglio jefe de Estado, el que se queda callado ante los abusos del r¨¦gimen cubano para favorecer el di¨¢logo con Estados Unidos. Otro Bergoglio, el obispo de Roma, trata de recuperar a trav¨¦s de sus homil¨ªas la esperanza de los cristianos en una Iglesia convaleciente. A un tercer Bergoglio, cabeza del Vaticano, se lo llevan los diablos ante una jerarqu¨ªa m¨¢s pendiente de sus privilegios que de los problemas reales de la gente. Y hay, por fin, un cuarto Bergoglio, el p¨¢rroco porte?o, quien en la intimidad de su habitaci¨®n en la residencia de Santa Marta, tal vez con un mate sobre el escritorio, construye duros discursos contra la corrupci¨®n de los pol¨ªticos, la pederastia en la Iglesia y las mafias del narcotr¨¢fico y el crimen organizado. Existe un m¨¦todo muy poco acad¨¦mico, aunque eficaz, para descubrir esta ¨²ltima versi¨®n ¡ªla m¨¢s aut¨¦ntica¡ª de un Bergoglio que lleg¨® a Papa.
Los j¨®venes le contaron al Papa que muchos de ellos son v¨ªctimas del narcotr¨¢fico y que sus familias solo han llorado la p¨¦rdida de sus hijos
Durante los viajes al extranjero, los responsables de prensa del Vaticano distribuyen entre los periodistas del vuelo papal ¡ªcasi al alba y bajo embargo¡ª los discursos que el Papa pronunciar¨¢ durante la jornada. Suelen ser homil¨ªas de apenas dos folios, salvo cuando ¡ªcomo el pasado s¨¢bado en la Catedral de la Ciudad de M¨¦xico¡ª contienen una detallada carga de profundidad contra los vicios de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica. El texto, aunque siempre supervisado por el Papa, no siempre corresponde a su pu?o y letra. El de hoy s¨ª. Cuando, en el avi¨®n con destino a Morelia, los periodistas de la comitiva repasaban el discurso ante los j¨®venes de Michoac¨¢n en el estadio Jos¨¦ Mar¨ªa Morelos, se toparon con frases como estas: ¡°La principal amenaza a la esperanza es creerte que por tener un gran carro sos feliz, es cuando te disfraz¨¢s de ropas de marca, del ¨²ltimo grito de la moda, cuando te volv¨¦s prestigio¡¡±. Es la se?al. Cuando el porte?o aparece en un folio verde ¡ªla de versi¨®n en castellano¡ª con el membrete del Vaticano significa en la mayor¨ªa de los casos que ese discurso es de calibre grueso, que el Bergoglio que es Papa tiene al enemigo bajo la mira y munici¨®n para disparar. Y as¨ª ha sido en un abarrotado estadio Jos¨¦ Morelos y Pav¨®n.
La riqueza de M¨¦xico
¡°Ustedes¡±, dijo Francisco a los j¨®venes, ¡°son la riqueza de M¨¦xico, ustedes son la riqueza de la Iglesia. Y entiendo que muchas veces se vuelve dif¨ªcil sentirse la riqueza cuando nos vemos expuestos continuamente a la p¨¦rdida de amigos o de familiares en manos del narcotr¨¢fico, de las drogas, de las organizaciones criminales que siembran el terror¡±. Y, consciente de que tambi¨¦n los gobernantes estaban escuch¨¢ndolo en aquel momento, a?adi¨®: ¡°Es dif¨ªcil sentirse la riqueza de una naci¨®n cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno, estudio y capacitaci¨®n, cuando el no reconocimiento de unos derechos termina impuls¨¢ndolos a situaciones l¨ªmite. No se dejen excluir, no se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercanc¨ªa. Jes¨²s nunca los invitar¨ªa a ser sicarios. Nunca los mandar¨ªa a la muerte¡±.
Como aquel d¨ªa de junio de 2014 que, conmovido por la muerte de un ni?o en un ajuste de cuentas mafioso, decidi¨® viajar a Calabria (Italia) para excomulgar a la organizaci¨®n criminal del pa¨ªs ¡®Ndrangheta, hoy en Michoac¨¢n el Papa porte?o quiso declarar la guerra a las mafias mexicanas del narcotr¨¢fico y el crimen organizado. Las mismas que el 15 de septiembre de 2008, en los jardines de la Catedral de Morelia, cometieron el primer atentado narco-terrorista de la historia de M¨¦xico y que, desde entonces, no han dejado de golpear al pueblo de M¨¦xico ante la incapacidad ¡ªcuando no la colusi¨®n¡ª de las autoridades policiales.
A unos d¨ªas del tercer aniversario de su elecci¨®n, los cuatro Bergoglios ¡ªel diplom¨¢tico, el pastor, el jefe de la curia y el p¨¢rroco¡ª siguen conviviendo en un asombroso equilibrio, ganando fuera lo que pierde en el Vaticano, tratando de hilar alianzas con cubanos y ortodoxos rusos por la ma?ana y arre¨¢ndole al narcotr¨¢fico por la tarde. Un Papa imprevisible, sobre todo, cuando habla en porte?o.
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