Los candidatos esquivan Cuba en v¨ªsperas del voto en Nevada y Carolina del Sur
El viaje de Obama a la isla apenas altera la campa?a ante las primarias del s¨¢bado

El viaje de Barack Obama a Cuba introduce un elemento novedoso en la carrera electoral, pero sin apenas trastocar la din¨¢mica de campa?a ni convertirse en un asunto central de debate. A dos d¨ªas de las primarias republicanas en Carolina del Sur y de los caucus dem¨®cratas en Nevada, algunos de los candidatos valoraron el inesperado viaje del presidente de Estados Unidos.
Volcados en la campa?a de las terceras primarias republicanas, que se celebran el s¨¢bado en Carolina del Sur, los dos aspirantes de origen cubano (los senadores Ted Cruz y Marco Rubio) censuraron el viaje de Obama a Cuba, aunque tampoco hicieron una cr¨ªtica feroz.
Los dos son conscientes de que la reanudaci¨®n de las relaciones diplom¨¢ticas con la isla cuenta con el apoyo de una buena parte de la comunidad cubana de EE UU, sobre todo entre las nuevas generaciones, y de que numerosas empresas norteamericanas est¨¢n a la espera de hacer negocios en Cuba. Rubio, senador por Florida, el Estado en el que se concentra la mayor¨ªa de los cubanos que residen en Estados Unidos, asegur¨® que ¨¦l solo viajar¨ªa a Cuba si fuera una pa¨ªs ¡°libre¡±. En esa idea incidieron tambi¨¦n Cruz o el exgobernador de Florida Jeb Bush.
La visita recibi¨® tambi¨¦n cr¨ªticas de organizaciones de cubanos en el exilio. Obama da este paso, sin embargo, consciente de que la comunidad cubana de Estados Unidos, especialmente la de Miami, ha evolucionado en los ¨²ltimos a?os: de una mayor¨ªa que ten¨ªa posiciones radicales contrarias a cualquier acercamiento al r¨¦gimen cubano se ha pasado a una que apoya el di¨¢logo con los dirigentes de la isla.
El peso de la poblaci¨®n latina en Carolina del Sur es reducido, apenas un 5%, en un Estado que tiene 4,8 millones de habitantes. La principal minor¨ªa en este Estado sure?o conservador es la de los afroamericanos, que suponen un 28% de la poblaci¨®n
La visita de Obama a Cuba ser¨¢ el 21 y 22 de marzo, seis d¨ªas despu¨¦s de que Florida celebre las primarias para elegir los candidatos presidenciales. Es previsible que el viaje se convierta, por tanto, en uno de los debates principales de los aspirantes republicanos, que tendr¨¢n que hacer equilibrios para cortejar el voto de una comunidad cubana dividida ante la reanudaci¨®n de las relaciones diplom¨¢ticas.
En el bando dem¨®crata, la candidata Hillary Clinton se ha mostrado partidaria de levantar el embargo a Cuba, un proceso que ser¨¢ mucho m¨¢s lento ya que se necesita el apoyo del Congreso de EE UU.
En la otra punta del pa¨ªs, Nevada, donde los dem¨®cratas celebran el s¨¢bado su tercera votaci¨®n de candidatos a la Casa Blanca (los republicanos lo hacen el martes 23), la normalizaci¨®n de relaciones con Cuba no es una cuesti¨®n de campa?a. Ambos aspirantes, Clinton y el senador Bernie Sanders, apoyan la normalizaci¨®n de las relaciones impulsada por Obama,
En el caso de Clinton, puede incluso apunt¨¢rselo como parte de su curr¨ªculum, ya que sirvi¨® como secretaria de Estado en el Gobierno que acab¨® con el bloqueo pol¨ªtico de la isla, aunque su nombre no est¨¦ directamente relacionado con las gestiones. En su libro de memorias sobre ese periodo, Clinton asegura que ella recomend¨® la revisi¨®n del embargo. Clinton se declar¨® partidaria del fin del embargo nada m¨¢s anunciar su campa?a, tanto en entrevistas como en actos.
Pero, hay un flanco d¨¦bil. Seg¨²n se va avanzando en la hemeroteca, esa posici¨®n no est¨¢ tan clara. En la campa?a de las primarias de 2007 contra Obama, cuando este dijo claramete que se sentar¨ªa a hablar con Fidel Castro, Clinton dijo que eso era ¡°irresponsable y, francamente, naif¡±.
No estaba cerrada a cambiar de pol¨ªtica hacia Cuba, pero exig¨ªa, como los candidatos republicanos hacen ahora, gestos previos de avance hacia la democracia por parte de la dictadura castrista. Clinton llevaba manteniendo esa posici¨®n desde su campa?a para el Senado en el a?o 2000. Dada la inmovilidad del r¨¦gimen, al ser preguntada qu¨¦ pasar¨ªa si tuviera que votar al respecto, dijo que no estaba ¡°preparada¡± para votar el levantamiento del embargo.
Cuatro a?os antes, su marido Bill hab¨ªa firmado la ley Helms-Burton como presidente. Esa norma, que blind¨® legalmente el embargo al prohibir las relaciones comerciales hasta que haya elecciones libres en la isla, es una de las principales barreras legislativas que impiden a Obama llevar hasta el final la apertura con Cuba dado que solo el Congreso puede levantar el embargo. Hillary Clinton apoy¨® aquella ley.
Cuba puede no ser una cuesti¨®n en la campa?a dem¨®crata, hasta que alguien decida hacer de ello una cuesti¨®n.
En Nevada, los candidatos se enfrentan al primer estado con una poblaci¨®n latina cuya movilizaci¨®n puede dar una elecci¨®n. Es la primera prueba ante un p¨²blico con historia de inmigrante, que trabaja en los hoteles y restaurantes que sostienen la econom¨ªa de este estado des¨¦rtico. El jueves por la noche, entre el p¨²blico que esperaba para hacer preguntas a Clinton y Sanders en un evento de MSNBC se o¨ªa sobre todo hablar espa?ol. Carmela P¨¦rez o Mar¨ªa Cort¨¦s, mujeres de mediana edad que llevan dos d¨¦cadas trabajando en los casinos, esperaban respuestas de los candidatos dem¨®cratas sobre todo en tres temas: reforma migratoria, una sanidad m¨¢s asequible y la subida del salario m¨ªnimo. En el primer asunto no hay diferencias entre los dem¨®cratas. Pero de los otros dos depende el apoyo de un grupo de votantes capital en el primer estado del Oeste que se va a pronunciar.
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