Sorpresas
Todo parec¨ªa previsible, con Keiko Fujimori al frente, pero el escenario ha cambiado de repente
Este es un verano particularmente caliente en Lima y el calor se refleja, irradia y crece en el cemento, asfalto y tr¨¢fico sin reglas de la ciudad desarbolada.
En ese calor se despliega la corta, intensa y sucia campa?a electoral hacia un desenlace ya cercano pero todav¨ªa imposible de prever. La campa?a comprende todo el Per¨², pero Lima la marca con fuerza, aunque a veces la provincia le cambie la direcci¨®n.
La campa?a electoral se define en los tres meses del verano. Hay quienes la empiezan antes, pero eso no garantiza nada. Lourdes Flores, por ejemplo, recorri¨® el pa¨ªs durante cuatro a?os y fue derrotada en cuatro d¨ªas por Alan Garc¨ªa en 2006, que le gan¨® el pase a la segunda vuelta, en la que derrot¨® a Ollanta Humala.
En esta campa?a, Keiko Fujimori, que tambi¨¦n hizo con diligencia su tarea geogr¨¢fica despu¨¦s su derrota el 2011, ha encabezado c¨®modamente hasta ahora la carrera, distanciada con claridad de los dos pelotones que la siguen ¡ªel primero, de los candidatos entre quienes se pensaba iba a emerger el contrincante que le disputara la segunda vuelta, y finalmente entre el cinco por ciento y los decimales¡ª, el pelot¨®n de los miniaturizados por la estad¨ªstica, el pitufo, el bonsai, como quieran.
Hasta bien entrado enero, todo parec¨ªa m¨¢s o menos previsible. Keiko Fujimori, la hija del dictador, que hab¨ªa maniobrado con habilidad hacia el centro, distanci¨¢ndose de los extremos indefendibles de su padre sin renunciar a su legado, duplicaba en intenci¨®n de voto a su m¨¢s cercano contrincante. Entre los cuatro que integraban este pelot¨®n con perspectivas, hab¨ªa dos expresidentes, un ex primer ministro y ministro de Econom¨ªa; y un magnate self-made de la educaci¨®n privada de bajo costo y dudosa calidad. Salvo este ¨²ltimo, todos los otros eran aceptables (con un r¨¢nking de preferencias, por supuesto), para las elites econ¨®micas ¡ªprofundamente conservadoras, incultas pero con barniz y sobre todo con gran astucia cortesana; h¨¢bil en sonrisas, toxinas, esnobismos, corrupciones y celadas¡ª que controlan este pa¨ªs la mayor parte del tiempo. Pero no todo.
De repente, antes de lo esperado, el escenario cambi¨® con una rapidez que sorprende incluso aqu¨ª. Primero se descuadern¨® el pelot¨®n principal. El expresidente Alejandro Toledo perdi¨® piso y resbal¨® primero a la escala bonsai, de ah¨ª a la nano antes de perderse en los agujeros negros de la estad¨ªstica.
Luego sigui¨®, en ritmo m¨¢s lento pero seguro, la entrop¨ªa de Pedro Pablo Kuczynski, el economista y hombre de negocios. Su campa?a cambi¨® casi todo, menos al candidato, y sigui¨® cayendo.
Casi a la par empez¨® a desinflarse la candidatura de Alan Garc¨ªa. Experimentado en estratagemas y contracampa?as, Garc¨ªa las puso en juego, pero continu¨® perdiendo piso y equilibrio. Cuando aterriz¨® en un inestable 5%, reneg¨® de las encuestas y de casi toda fe electoral, menos en la de su eventual rebote.
Desde el grupo pitufo, creci¨® muy r¨¢pido Julio Guzm¨¢n, el tecn¨®crata que apareja conocimiento de la econom¨ªa con una corta trayectoria pol¨ªtica. Como escrib¨ª en otra oportunidad, hizo su campa?a por debajo del radar, en las redes sociales, y emergi¨® en los tres meses decisivos con energ¨ªa y viento a favor. Hacia el 20 de este mes hab¨ªa pasado a todos sus competidores y ocupaba, con distancia, el segundo lugar. Lo m¨¢s importante es que en los simulacros de segunda vuelta empataba con Keiko Fujimori, que empez¨® por primera vez a perder votos.
Otros dos candidatos peque?os iniciaron a la vez el crecimiento: la de izquierda, Ver¨®nika Mendoza, despu¨¦s de un inicio torpe, mostr¨® sinceridad, inteligencia y un sentido de oportunidad que permiti¨® que su ascenso se encuentre con el descenso de Alan Garc¨ªa. Alfredo Barnechea, una persona bien le¨ªda que al haber pasado quiz¨¢ la edad para desarrollar un perfil kennedyano escogi¨® el partido del expresidente Belaude para presentar una candidatura keynesiana, tambi¨¦n ha encontrado en su ascenso a Garc¨ªa.
Las cosas en el Per¨², empero, no se procesan as¨ª de f¨¢cil. Con el respaldo t¨¢cito o expl¨ªcito de las candidaturas de Fujimori, Kuczynski, Garc¨ªa y el golpead¨ªsimo Acu?a, adem¨¢s de buena parte de los sectores empresariales y sus orquestas de lobistas y opin¨®logos, el Jurado Nacional de Elecciones declar¨® improcedente la candidatura de Guzm¨¢n, por imperfecciones administrativas menores que, si fueran aplicadas a los dem¨¢s, no dejar¨ªan candidatura en pie.
Los argumentos fueron los t¨ªpicos de una corte de fariseos. La ley es la ley (y la trampa es la trampa). Guzm¨¢n apel¨®, pero sobre todo una fuerte protesta por lo que fue visto como un ataque al derecho de sufragio efectivo de millones de votantes provoc¨® el retroceso del Jurado Electoral.
Guzm¨¢n sigue en campa?a. La elecci¨®n es el 10 de abril. Vamos a tener un marzo memorable.
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