Acontecimiento centinela

El 6 de septiembre de 2015 el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) present¨® su primer informe sobre el caso Ayotzinapa. Bas¨¢ndose en datos del Gobierno mexicano, ofreci¨® una narrativa m¨¢s completa de los sucesos y desmont¨® la hip¨®tesis de la Procuradur¨ªa acerca de que los cuerpos hab¨ªan sido incinerados en el basurero de Cocula. De acuerdo con sus datos, mandos pol¨ªticos, policiacos y militares, posiblemente coludidos con el crimen organizado, intervinieron en la persecuci¨®n de los estudiantes.

Este notable avance hizo que los trabajos del GIEI se ampliaran a abril de 2016; la Procuradur¨ªa cambi¨® de titular, y se esper¨® a que, al fin, se esclarecieran los sucesos de la amarga noche del 26 septiembre de 2014.

El GIEI no debe impartir justicia; su funci¨®n consiste en evaluar informaciones y sugerir l¨ªneas de investigaci¨®n

El GIEI no debe impartir justicia; su funci¨®n consiste en evaluar informaciones y sugerir l¨ªneas de investigaci¨®n. Quien debe responder es la Procuradur¨ªa. Ya sea por el descr¨¦dito de esa instituci¨®n o por la novedad de condenar a otros actores, las exigencias se han desplazado a los asesores internacionales. En d¨ªas recientes, el GIEI ha conocido la versi¨®n moderna de la guerra florida azteca: el linchamiento medi¨¢tico.

Para continuar su indagaci¨®n resulta imprescindible acceder a datos a que a¨²n se desconocen. Uno de ellos es la participaci¨®n del Ej¨¦rcito en los hechos. Si los 43 desaparecidos fueron incinerados, es necesario revisar los hornos crematorios de la zona, algunos de ellos bajo control militar.

¡°No puedo permitir que interroguen a mis soldados¡±, ha dicho el general Salvador Cienfuegos, titular de Defensa, como si interrogarlos significara incriminarlos, y ha subrayado que los expertos no son mexicanos. ¡°Mas si osare un extra?o enemigo¡­¡±, dice la exaltada letra de nuestro himno. El divisionario parece invocarla para no rendirse al extranjero.

Uno de los saldos m¨¢s tr¨¢gicos de lo que sucede en el Estado de Guerrero es que la violencia aument¨® despu¨¦s de la desaparici¨®n de los 43. En uno de los cuentos protagonizados por el padre Brown, Chesterton refiere la historia de un militar que comete un asesinato y luego desata una batalla para ocultar su crimen entre otras muertes. En la violenta confusi¨®n de Guerrero, buscar un cad¨¢ver significa encontrar cementerios enteros.

El GIEI gener¨® espacios de confianza entre los padres de las v¨ªctimas y el Gobierno, y abri¨® la expectativa de una posible soluci¨®n institucional. Ese capital se evapor¨® demasiado pronto en la desgarrada sociedad mexicana. El grupo se queja de no contar con suficiente informaci¨®n y la Procuradur¨ªa niega que as¨ª sea. La relaci¨®n entre quienes buscan nuevas pistas y quienes deben impartir justicia se ha desgastado, acaso de manera irreversible. Si el GIEI no puede ofrecer una versi¨®n m¨¢s completa de los hechos, deber¨¢ decir claramente qu¨¦ obst¨¢culos concretos enfrent¨®, convirtiendo su ¨²ltimo informe en un diagn¨®stico sobre los l¨ªmites del sistema judicial mexicano.

Carlos Mart¨ªn Beristain, doctor en psicolog¨ªa y miembro del GIEI, usa la expresi¨®n ¡°acontecimiento centinela¡± para describir un suceso que representa un s¨ªntoma de otro mayor. Ayotzinapa ha sido eso, el brote de una enfermedad que ataca al pa¨ªs entero.

Hace d¨¦cadas el periodismo mexicano ten¨ªa tres temas tab¨²: el presidente, el Ej¨¦rcito y la Virgen de Guadalupe. Los dislates presidenciales hicieron que s¨®lo dos quedaran en pie.

Durante su visita a M¨¦xico, el papa Francisco recibi¨® numerosas peticiones, entre otras la de hablar de Ayotzinapa. En el pa¨ªs del secreto, donde el Ej¨¦rcito act¨²a sin declarar, se espera que el Pont¨ªfice act¨²e como fiscal y vocero divino.

?Podemos acceder al milagro de la verdad? Quiz¨¢, mientras estuvo a solas en el camar¨ªn de la Virgen, el Papa rez¨® para que, al modo mexicano, esa grave encomienda fuera resuelta por una invisible instancia superior.