Rousseff visita a Lula para calmar a la militancia

Un d¨ªa despu¨¦s de que Luiz In¨¢cio Lula da Silva, su padrino pol¨ªtico y predecesor, fuera obligado a declarar por el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en Petrobras, la presidenta Dilma Rousseff hizo un gesto esperado por la militancia del Partido de los Trabajadores (PT). Dej¨® Brasilia este s¨¢bado para visitar a Lula en su piso, situado en el municipio de S?o Bernardo do Campo (en el ¨¢rea metropolitana de S?o Paulo). La decisi¨®n del juez que investiga el caso ha suscitado dudas jur¨ªdicas.

Rousseff, sonriente como hac¨ªa mucho que no se la ve¨ªa, se asom¨® a la terraza junto a Lula y su esposa, Marisa Leticia, para saludar a los simpatizantes que aguardaban en la calle desde por la ma?ana. Los militantes respond¨ªan al llamamiento del propio expresidente, que prometi¨® reaccionar a las denuncias de la Fiscal¨ªa con movilizaciones de la calle.

Momentos antes de la llegada de Rousseff, Lula hab¨ªa bajado a la calle para darse un ba?o de masas con sus partidarios, al igual que hizo el viernes al dirigirse a miles de simpatizantes en el centro de S?o Paulo tras declarar durante tres horas. El expresidente se declara inocente de las acusaciones de haberse beneficiado de la red corrupta que vaci¨® la empresa estatal Petrobras. La presidenta Rousseff tambi¨¦n compareci¨® el viernes en Brasilia, rodeada de 11 ministros, para expresar su ¡°m¨¢s absoluto desacuerdo¡± con el interrogatorio a Lula. Su declaraci¨®n, sin embargo, despert¨® recelos entre los seguidores del exmandatario, que consideraron que Rousseff se centr¨® m¨¢s en defenderse ella misma del ¨²ltimo de los esc¨¢ndalos que la acechan. La visita de ayer diluye, de alguna manera, esas cr¨ªticas.

Rousseff tambi¨¦n afronta una situaci¨®n dif¨ªcil y considera prioritario detener cualquier avance que pueda reforzar la petici¨®n de destituci¨®n que impulsa la oposici¨®n. La presidenta, adem¨¢s, se ha visto afectada por la operaci¨®n Lava Jato, ya que un senador del PT, detenido por intentar boicotear las investigaciones, afirm¨® en una declaraci¨®n que a¨²n no ha sido formalizada ante la Justicia, que Rousseff estaba supuestamente al tanto de la trama.

Mientras, la decisi¨®n adoptada por el juez de la operaci¨®n Lava Jato, Sergio Moro, ha suscitado dudas legales, informa Rodolfo Borges. ¡°El investigado no tiene la obligaci¨®n de declarar. Este procedimiento fue absolutamente irregular, inconstitucional¡±, sostiene sobre el interrogatorio al expresidente Thiago Bottino, profesor de Derecho Penal de la escuela FGV en R¨ªo de Janeiro.

En una entrevista en la BBC Brasil, el exministro de Justicia Jos¨¦ Gregori, que ocup¨® el cargo en la etapa final del Gobierno del socialdem¨®crata Fernando Henrique Cardoso, dijo que no conoc¨ªa ¡°la figura de la conducci¨®n coercitiva sin que haya habido antes una convocatoria¡±, en referencia al traslado para declarar de Lula tras el registro de su vivienda. Para Walter Maierovitch, exsecretario nacional Antidrogas, que tambi¨¦n sirvi¨® durante el Gobierno de Cardoso, la conducci¨®n coercitiva de Lula fue ¡°ilegal, sorprendente y preocupante¡±.

El juez Moro defendi¨® este s¨¢bado su actuaci¨®n y asegur¨® que la obligaci¨®n de declarar con escolta de la polic¨ªa era una medida para ¡°proteger¡± a Lula.