Macri lucha voto a voto para aprobar el acuerdo con los fondos buitre

Los pasillos del Congreso argentino viven en estas horas la batalla pol¨ªtica m¨¢s importante desde que Mauricio Macri lleg¨® al poder, el 10 de diciembre. El presidente y su equipo, dirigido por Emilio Monz¨®, su principal estratega pol¨ªtico y presidente de la C¨¢mara de Diputados, buscan desesperadamente voto a voto para lograr la aprobaci¨®n de la ley que permita cerrar el pacto con los fondos buitre. Despu¨¦s de una intensa negociaci¨®n, Argentina y los fondos m¨¢s duros llegaron a un acuerdo en Nueva York. Pero ese pacto quedar¨¢ en nada si Macri no logra que el Congreso apruebe una ley que permita a Argentina pagar ese dinero, algo inviable sin la autorizaci¨®n del Parlamento. Y en eso est¨¢ desde hace semanas, con una t¨¦cnica h¨¢bil: llama uno a uno a los gobernadores provinciales para recordarles que de ese acuerdo con los fondos buitre depende que las provincias puedan volver a endeudarse, como el Gobierno central, en los mercados internacionales.

La delicada situaci¨®n econ¨®mica argentina, con un Estado y unas provincias que sufren grandes dificultades, es a la vez el principal problema de Macri y su mayor aliado para una votaci¨®n en la que no le basta ni de lejos con los esca?os de su grupo. El presidente necesita al menos 130 votos para empezar a discutir la ley y solo tiene 90 propios. Pero la estrategia est¨¢ resultando eficaz. Incluso kirchneristas puros consultados por EL PA?S admiten que ahora mismo ellos est¨¢n en minor¨ªa dentro del peronismo y Macri va a lograr aprobar la ley que permita pagar a los fondos buitre y abrir una nueva ¨¦poca de endeudamiento de argentina.

Mientras, personas cercanas al presidente consultadas por EL PA?S dan por hecho que la votaci¨®n se ganar¨¢ porque los gobernadores, que controlan a los diputados y senadores de sus provincias, necesitan ese dinero como el agua. Eso s¨ª, todos vigilan a un personaje clave para aprobar ese acuerdo: Sergio Massa, el peronista disidente que con sus 20 diputados es el fiel de la balanza y que aspira a ser el l¨ªder de la oposici¨®n y ganarle a Macri las elecciones parciales en 2017. Massa est¨¢ dispuesto a ayudar pero exigir¨¢ contrapartidas a cambio y los macristas le miran de reojo como el gran rival a vigilar.

El peronismo se ha fracturado ya y la votaci¨®n de los fondos buitre ser¨¢ la prueba definitiva. Por eso se viven en estas horas descarnadas batallas p¨²blicas dentro de este grupo en el que cualquiera que hable de la posibilidad de "dar qu¨®rum", esto es permitir que la ley empiece a discutirse en el Congreso, es calificado inmediatamente de traidor. Mientras en el Senado la mayor¨ªa peronista, comandada por Miguel Pichetto, parece dispuesta al acuerdo, en el Congreso est¨¢ m¨¢s fuerte la resistencia kirchnerista, que recibe ¨®rdenes directas de la presidenta, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner.

All¨ª la batalla es feroz con un gran protagonismo del exministro de Econom¨ªa, Axel Kicillof, precisamente el m¨¢ximo responsable de no pactar con los buitre en el pasado. Kicillof y los kirchneristas sostienen que Macri va a volver a aumentar la deuda externa de forma descontrolada, una de las tradiciones de Argentina que los Kirchner lograron frenar en los ¨²ltimos a?os. El Gobierno replica que s¨ª, va a aumentar el endeudamiento, pero con la intenci¨®n de utilizar ese dinero para infraestructuras que reactiven la econom¨ªa argentina, pr¨¢cticamente parada hace cuatro a?os. El debate tambi¨¦n se vive en twitter e incluso ha entrado la propia expresidenta. Desde la cuenta @casarosadaAR, que era la oficial del Gobierno antes del cambio y ahora se ha quedado como portavoz oficioso de la expresidenta, castigan a cada uno de los gobernadores o diputados peronistas que admiten la necesidad de un acuerdo con los buitres. Y Fern¨¢ndez de Kirchner tambi¨¦n rechaza desde Facebook el acuerdo.

El debate sobre el modelo econ¨®mico a aplicar es de fondo, y hay dos visiones opuestas, pero por encima est¨¢ la batalla pol¨ªtica por el control del poder. Fern¨¢ndez de Kirchner trata de conservar unido a su grupo, a¨²n muy fuerte dentro del peronismo aunque cada vez con m¨¢s abandonos, mientras Macri intenta romper a la oposici¨®n y aislar a los partidarios de la expresidenta. Del ¨¦xito de esta operaci¨®n, que parece inminente, depende no solo el desbloqueo de la financiaci¨®n internacional de Argentina sino sobre todo el mensaje claro al mundo de que Macri domina realmente su pa¨ªs pese a estar te¨®ricamente en minor¨ªa en Diputados y en el Senado.