Dos sacerdotes de Oaxaca son suspendidos por denunciar a un pederasta

El p¨¢rroco Gerardo Silvestre Hern¨¢ndez est¨¢ acusado de abusar sexualmente de un centenar de ni?os. Cuatro de las v¨ªctimas se lo contaron a otro cura en confesi¨®n y ¨¦l decidi¨® poner al tanto al arzobispo Jos¨¦ Luis Ch¨¢vez, quien solucion¨® el problema cambiando al pederasta de parroquia y callando la voz acusadora. Pero los abusos continuaron en la siguiente iglesia y en otras cinco. El acusador, Apolonio Merino, mantuvo el apoyo a los menores y sus familias, hasta que fue suspendido junto con otro sacerdote que se uni¨® a esa causa. El Vaticano absolvi¨® al abusador mientras los sacerdotes suspendidos temen por su integridad y la de sus familias.

¡°La mayor¨ªa de los sacerdotes que hemos impulsado esta causa en Oaxaca estamos siendo objeto de amenazas, persecuci¨®n y hostigamiento de parte del arzobispo y de su equipo. Ratifico lo que me dijeron en confesi¨®n pero no lo voy a ventilar por ¨¦tica profesional, lo que s¨ª puedo decir es que hubo abusos muy graves en esa parroquia. Eran adolescentes de entre 13 y 14 a?os, s¨®lo de Santiago Camotl¨¢n son 45 menores y en las otras calculamos otros 45, alrededor de 100 en total¡±, dijo Apolonio Merino a El Pa¨ªs.

El otro sacerdote suspendido es ?ngel Noriega, quien fuera responsable de la parroquia de Santiago Camotl¨¢n, de donde fue desalojado en julio de 2015 sin una orden ni aviso previo de la arquidi¨®cesis.?Merino afirma que recibe llamadas an¨®nimas en las que le dicen que se cuide, que ¡°se lo va a cargar la chingada, que le van a dar donde m¨¢s le duele¡±, es decir, su familia. Ambos firmaron, junto con otros siete curas, una carta dirigida a la Santa Sede en la que le informan de los abusos contra los ni?os y de la omisi¨®n del arzobispo Ch¨¢vez Botello, pero su acci¨®n s¨®lo deriv¨® en suspensiones y amenazas.

¡°Sobre el reverendo Silvestre no pesa denuncia veros¨ªmil que justifique la intervenci¨®n de este Dicasterio en su ¨¢mbito de competencia, por lo que la causa queda desestimada en su m¨¦rito. A su vez, se invita al di¨¢logo sereno que redunde en un mayor bien de cohesi¨®n y unidad pastoral¡±, fue la respuesta enviada por el Vaticano a Oaxaca en 2011.

Otra de las personas que acus¨® a Silvestre es Narcisa Mendoza, madre de una de las v¨ªctimas. La se?ora present¨® una denuncia penal contra el p¨¢rroco y escribi¨® una carta al Papa Francisco en noviembre de 2015 para pedirle su intervenci¨®n en el caso, sin respuesta hasta ahora.

¡°Cuando me entero que el cura los llamaba al cuarto y los emborrachaba y as¨ª abusaba de ellos, entonces fui a quejarme ante las autoridades¡±, relat¨® Mendoza en su carta, escrita de pu?o y letra y difundida por la red defensora de la infancia oaxaque?a ¡®Foni¡¯. ¡°Yo s¨ª le pido justicia por los ni?os zapotecas y que no se vuelva a repetir porque es un sufrimiento muy grande, muy terrible que a nadie se le desea¡±.

Mendoza acudi¨® con la autoridad local para denunciar a Silvestre, pero la respuesta que obtuvo fue que ¡°ya hab¨ªan notificado al arzobispo y ¨¦ste no les hab¨ªa hecho caso¡±, as¨ª que interpuso su denuncia a nivel estatal. Gracias a su denuncia y la de otra decena de madres y padres, Silvestre Hern¨¢ndez fue detenido en 2013 y est¨¢ en espera de una sentencia por abuso sexual contra menores de edad.

Por su parte, el arzobispo de Antequera, Jos¨¦ Luis Ch¨¢vez Botello, est¨¢ en espera tambi¨¦n de la decisi¨®n del pont¨ªfice sobre su permanencia en la arquidi¨®cesis, pero no por su presunta complicidad en los abusos contra los ni?os, sino porque reci¨¦n cumpli¨® 75 a?os y el Derecho Can¨®nico obliga a los obispos a renunciar a esa edad, dejando su cargo a consideraci¨®n del Papa.

En M¨¦xico no existe una cifra exacta de ni?os abusados por sacerdotes porque todav¨ªa es una mayor¨ªa la que no denuncia, seg¨²n el activista contra la pederastia Alberto Athi¨¦. El caso m¨¢s notorio es el del fundador de la Legi¨®n de Cristo, Marcial Maciel, acusado no s¨®lo de pederastia sino de tener hijos con varias mujeres e imponer un voto de silencio extraordinario a sus congregados para evitar que lo denunciaran. Maciel muri¨® en 2008 a los 87 a?os de edad, sin haber enfrentado ning¨²n proceso penal o can¨®nico.