El protocolo antipiquetes, una de las medidas m¨¢s pol¨¦micas de Macri
Las organizaciones sociales rechazan la norma contra los cortes de calles de Bullrich
Si hay que pensar un destinatario de los alcances del protocolo de seguridad impartido por la ministro Patricia Bullrich, estos son las organizaciones sociales. La detenci¨®n de la dirigente social Milagro Sala, los despidos en el sector p¨²blico, la paritaria salarial docente y el propio protocolo fueron los temas en boga, que provocaron numerosas manifestaciones. EL PA?S consulto a algunos de esos dirigentes sociales sobre la intenci¨®n del gobierno de Macri de sofocar la protesta social mediante el empleo de la fuerza p¨²blica.
La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) fue una de las organizaciones que sali¨® a pelear con m¨¢s fuerza contra los despidos en el sector p¨²blico. Su secretario general, Jos¨¦ Peralta, reconoci¨® que ¡°no le dimos entidad al protocolo, lo desconocemos y lo creemos inconstitucional. Vulnera el derecho de los trabajadores a la protesta. Para la huelga del 24 de febrero, la Asociaci¨®n de Trabajadores del Estado (ATE) fue con su abogado a la secretaria de seguridad para desconocerlo. En ese marco nos movemos todas las centrales. Para el mes que viene estamos armando una huelga nacional desconoci¨¦ndolo. Hasta ahora no avisamos acerca de nuestras marchas y todo se viene realizando normalmente¡±.
Consultado acerca de posibles choques con la polic¨ªa, Peralta fue cauto: ¡°Hay muchos compa?eros y compa?eras en la calle que no est¨¢n preparados y vamos a tomar recaudos. Un sistema de seguridad interna donde no queden desprotegidas las mujeres, por ejemplo¡±.
Jorge Altamira, hist¨®rico dirigente del Partido Obrero, anticip¨® que ¡°el Gobierno va a hacer lo imposible para que esto funcione y nosotros vamos a luchar para derrotarlo. El protocolo, adem¨¢s, limita el accionar de los medios de comunicaci¨®n, lo cual habilita a cualquier tipo de atropello, porque el temor es que sea registrado. Eso es una confesi¨®n muy fuerte de violencia institucional porque eliminar testigos es habilitar la impunidad de un delito¡±. "[El protocolo] no nos limit¨®, en el sentido en que hemos rechazado unilateralmente el protocolo. Es una medida inconstitucional y no hay atribuciones de ning¨²n car¨¢cter. Ser¨ªa un suicidio para el trabajador argentino¡±, explic¨®.
Altamira record¨® que ¡°esto repite dos tentativas que hab¨ªa impuesto el kirchnerismo en su momento. N¨¦stor Kirchner en el a?o 2004 dijo que hab¨ªa que crear una brigada anti piquetes y luego An¨ªbal Fern¨¢ndez [jefe de Gabinete de los Kirchner] estableci¨® una norma por la cual ninguna manifestaci¨®n pod¨ªa superar la barrera de la Avenida 9 de julio (la v¨ªa en la que est¨¢ ubicado el m¨ªtico Obelisco y la puerta hacia la zona conocida como Microcentro de la ciudad de Buenos Aires)¡±.
¡°Todos estos procedimientos fracasaron porque las necesidades sociales son infinitamente m¨¢s intensas aunque estamos librando una lucha muy prolongada en defensa del derecho a resistir arbitrariedades y no creo que nadie capitule¡±, estim¨® el dirigente.
Pero sin dudas, la organizaci¨®n m¨¢s radical en las calles de la Argentina es Quebracho, que surgi¨® en la d¨¦cada de 1990 como resistencia al neoliberalismo. Uno de sus dirigentes de mayor renombre, Fernando Esteche, procesado y encarcelado durante el kirchnerismo por incidentes callejeros, expres¨® que ¡°la respuesta acerca de si el anuncio del protocolo limit¨® nuestro accionar es no y s¨ª, porque nuestros repertorios se van desarrollando de acuerdo a lo que vamos recorriendo en la calle misma. Lo que debemos decir es que el d¨ªa en que se present¨® el protocolo, se levantaban columnas de humo negro en toda la Argentina por los cortes de ruta que ped¨ªan la libertad de Milagro Sala. Una semana despu¨¦s, decenas de miles de compa?eros ganan las calles contra los despidos y el protocolo evidenci¨® lo ilusorio de sus objetivos¡±.
Esteche remarc¨® que ¡°todos los gobiernos quisieron ordenar y pautar los repertorios de protesta, una ilusi¨®n de los administradores del orden. Pero nadie pudo, porque no se puede contener lo popular en un protocolo. Lo mejor para regular las protestas es aplicar pol¨ªticas que no agredan a los sectores populares. De lo contrario, podr¨¢n contener una marcha u otra; limitar a un grupo o a otro, pero tarde o temprano la marea popular rompe los diques y desborda las canalizaciones ficticias asentadas solamente en palos y balas de goma¡±.
¡°Lo del protocolo fue una bravuconada, tan as¨ª que hasta fij¨® lo de los cinco minutos que es una declaraci¨®n anti pol¨ªtica por excelencia. Creo que fue una respuesta de la ministra ante la evidencia de su inoperancia, que a poco de asumir provoc¨® la muerte de 40 muchachos gendarmes que enviaba a Jujuy en un micro sin frenos y m¨¢s tarde el bochorno de la triple fuga que culmina con la captura por parte de un polic¨ªa rural¡±.
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