La tensi¨®n entre el poder pol¨ªtico y el judicial estalla en Brasil

La sociedad brasile?a no cree mucho en la justicia. Un 10% de los brasile?os la eligi¨® como la instituci¨®n m¨¢s confiable en la ¨²ltima encuesta de 2015, frente al 53% que eligi¨® a la Iglesia. Pero creen todav¨ªa menos en el Gobierno (1,1%) y los partidos pol¨ªticos (0,1%). Y, a este paso en un futuro no muy lejano quiz¨¢ no crean en nada, porque la tensi¨®n entre el Ejecutivo y las instituciones judiciales no para de crecer, cada d¨ªa, y a un ritmo imprevisible.

La ¨²ltima escalada de tensi¨®n ocurri¨® este jueves. Tres fiscales brasile?os lanzaron una petici¨®n de c¨¢rcel preventiva contra Luiz In¨¢cio Lula da Silva, una medida sorprendentemente dura contra un expresidente todav¨ªa idolatrado por la izquierda brasile?a. El documento de la acusaci¨®n lo se?ala a ¨¦l y a sus simpatizantes por promover la violencia y faltar al respeto a las instituciones, ya que habl¨® en p¨²blico despu¨¦s de ser llevado a declarar por corrupci¨®n la semana pasada, y sostiene que su detenci¨®n contribuir¨ªa a mantener el ¡°orden p¨²blico¡±. Expertos jur¨ªdicos ven muchos errores en el proceso, creen que la petici¨®n no se sostiene, y que adem¨¢s puede perjudicar a la macrooperaci¨®n anticorrupci¨®n Lava Jato, que investiga de forma paralela y mucho m¨¢s ambiciosa a Lula, entre otros muchos empresarios y pol¨ªticos. Para algunos, el expresidente est¨¢ siendo v¨ªctima de una caza de brujas pol¨ªtica, y los jueces son los responsables.

La tensi¨®n entre el poder pol¨ªtico y el judicial estalla en Brasil

En medio de la tormenta, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, trata de mantener la compostura. ¡°No tengo cara de quien va a renunciar¡±, dijo el viernes en una rueda de prensa en Brasilia. Los periodistas y los asesores recibieron las palabras entre risas c¨®mplices, pero fuera del Palacio del Planalto (sede del Ejecutivo brasile?o) el ambiente es de todo menos risue?o. Ella y su padrino pol¨ªtico, Lula, se enfrentan estos d¨ªas a los peores momentos de la crisis desde hace un a?o.

La frase de Rousseff era una respuesta velada a A¨¦cio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasile?a (PSDB), el rival al que derrot¨® en las elecciones de 2014. Esta semana, el senador asegur¨® que Rousseff ha perdido las ¡°condiciones m¨ªnimas¡± para gobernar y sugiri¨® que la renuncia ser¨ªa ¡°un gesto magn¨¢nimo, un gesto generoso para que Brasil inicie una nueva etapa en su historia¡±. No es el ¨²nico que piensa as¨ª. El domingo, movimientos sociales y pol¨ªticos de oposici¨®n planean una gran manifestaci¨®n contra el Gobierno en decenas de ciudades de todo el pa¨ªs. Si la convocatoria tiene ¨¦xito, aumentar¨¢ la presi¨®n sobre la mandataria del Partido de los Trabajadores (PT), que encara una petici¨®n de destituci¨®n por supuestas maniobras fiscales y sufre con pocos apoyos en la C¨¢mara de Diputados y una baj¨ªsima popularidad entre los brasile?os (un 11%, seg¨²n las ¨²ltimas encuestas). El Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB), el principal partido que a¨²n apoya a la presidenta, debate este fin de semana en su congreso nacional si romper definitivamente con ella.

Dilma se defiende

¡°Solicitar mi renuncia es reconocer que no existe base para el impeachment. Int¨¦ntenlo, y nosotros vamos a discutir con el pa¨ªs entero por qu¨¦ quieren quitar a un presidente leg¨ªtimamente electo¡±, subray¨® Rousseff. Por el contrario, algunos medios brasile?os anunciaron el viernes que Rousseff ya est¨¢ resignada ante la posibilidad de tener que abandonar el poder. ¡°Yo no estoy resignada con nada. No tengo esta postura ante la vida¡±, contraatac¨® la mandataria.

Sobre Rousseff pesa no solo su proceso de destituci¨®n, sino las ¨²ltimas acusaciones contra Lula. Hace una semana, en una escena sin precedentes, el expresidente entraba en un coche de la Polic¨ªa Federal, que antes hab¨ªa registrado su casa de S?o Paulo. Se lo llevaban a declarar sobre supuestos desv¨ªos de dinero, fruto de la corrupci¨®n de la petrolera Petrobras. D¨ªas despu¨¦s, otra fiscal¨ªa lo denunci¨®, en una investigaci¨®n paralela, por lavado de dinero y ocultaci¨®n de patrimonio, y a continuaci¨®n pidi¨® su prisi¨®n preventiva (aunque con unas bases legales dudosas).

La jueza debe tomar una decisi¨®n al respecto, aunque no hay plazo para ello. Y mientras, miembros del PT intentan defender al ¡°h¨¦roe del pueblo brasile?o¡± con una medida de emergencia, presionando para que Lula obtenga una cartera en el Gobierno. Como ministro, Lula quedar¨ªa aforado y solo podr¨ªa ser juzgado por el Tribunal Supremo. Algunos medios brasile?os apuntan ya a que Rousseff ha ofrecido nada m¨¢s y nada menos que el cargo de responsable de la Casa Civil, una especie de puesto de primer ministro. La presidenta intent¨® salir como pudo de la pregunta en la rueda de prensa, diciendo: ¡°Tendr¨ªa orgullo de tener a Lula en mi Gobierno, ¨¦l har¨ªa una inmensa contribuci¨®n. Pero no voy a discutir con usted si ¨¦l va a estar o no¡±.