Bruselas se enfrenta a la amenaza yihadista m¨¢s all¨¢ de Molenbeek

El zumbido del helic¨®ptero policial en el cielo. El ruido de sirenas en tierra. El paso de autobuses y tranv¨ªas interrumpido. Y separando el bien del mal, un cord¨®n policial al que se asomaban en masa los vecinos de un distrito, el de Forest, que asiste incr¨¦dulo desde este martes a una operaci¨®n antiyihadista cuyo escenario principal en la capital belga ven¨ªa siendo hasta ahora el barrio de Molenbeek.

Seis kil¨®metros separan la calle Delaunoy de la calle Dries. La vivienda de la que escap¨® Salah Abdeslam, el hombre m¨¢s buscado de Europa por su participaci¨®n en los atentados de Par¨ªs de noviembre, de la zona donde este martes cay¨® abatido un presunto terrorista armado con un kal¨¢shnikov. Otros cuatro polic¨ªas resultaron heridos leves y, seg¨²n la mayor¨ªa de medios, al menos dos sospechosos huyeron durante la operaci¨®n, un registro ligado a la investigaci¨®n sobre los sucesos de la capital francesa.

El primer tiroteo empez¨® sobre las tres de la tarde. Can Co?kun no oy¨® los disparos. Due?o de una tienda de alimentaci¨®n cercana al lugar del enfrentamiento, sali¨® de su local ante el estruendo de las sirenas. ¡°Pens¨¦ que era un incendio o un accidente¡±. Co?kun, de 59 a?os, es un ejemplo de la diversidad cultural en el barrio de Forest, un ¨¢rea de 54.000 habitantes situada en la periferia suroeste de la ciudad donde regenta su comercio desde hace 25 a?os. Lleg¨® a Bruselas desde Turqu¨ªa siendo un ni?o y aunque ya hace mucho que posee la nacionalidad belga, vuelve a visitar su pa¨ªs de origen cada verano. En sus muchos a?os en Forest, nunca hab¨ªa vivido algo similar a la operaci¨®n policial de este martes. ¡°Aqu¨ª viven marroqu¨ªes, turcos, belgas, italianos o espa?oles sin ning¨²n problema¡±, defiende.

Tambi¨¦n portugueses como Am¨¦rico Silva, de 57 a?os, que apenas dos horas despu¨¦s de que la polic¨ªa acordonara la zona esperaba de pie, alejado unos metros del dispositivo de seguridad, a que le dejaran llegar a su vivienda tras acabar su jornada laboral en el sector de la construcci¨®n. "Es una cat¨¢strofe que esto pase en la capital de la Uni¨®n Europea", lamentaba. Dentro del per¨ªmetro de seguridad, en la plaza Saint Denis, m¨¢s de una decena de agentes con el rostro cubierto estudiaba los pr¨®ximos pasos.

Observando el incesante paso de veh¨ªculos policiales hacia el lugar del tiroteo, S¨¦bastien Polenis, desempleado de 32 a?os nacido en Bruselas, contemplaba un hecho in¨¦dito para ¨¦l pese a haber crecido en Forest. "No es un barrio peligroso, pero tampoco se pensaba que Molenbeek lo fuera. Siempre puede pasar algo as¨ª", comentaba resignado. Esa sensaci¨®n de vulnerabilidad la compart¨ªa el alcalde del distrito, Marc-Jean Ghyssels, que en sus intervenciones junto al cord¨®n policial se refiri¨® una y otra vez al car¨¢cter global de la amenaza terrorista: "No estoy particularmente inquieto porque es un suceso que por desgracia puede pasar en cualquier ciudad del mundo".

Cuatro centros educativos?¡ªdos colegios y dos guarder¨ªas¡ª quedaron dentro del per¨ªmetro de seguridad establecido por la polic¨ªa con sus alumnos dentro, lo que dio lugar a momentos de tensi¨®n. Uno de los agentes no sab¨ªa responder a una madre que preguntaba angustiada cu¨¢ndo podr¨ªa recoger a su hijo. Ante la impaciencia de los padres, las autoridades fueron permiti¨¦ndoles llegar hasta la puerta de las instalaciones para recogerlos bajo su supervisi¨®n.

El ¨²ltimo en ser evacuado fue el colegio de La Cord¨¦e, un centro especializado en ni?os con problemas de aprendizaje y dislexia. M¨¢s de dos horas esper¨® junto a su madre Mercedes Mora, ecuatoriana de 14 a?os, la salida de su hermana, de nueve. "Estamos preocupados porque no sabemos si est¨¢n bien o no", afirm¨® mientras aguardaba. La posibilidad de que el peligro no hubiera desaparecido a¨²n llev¨® a la polic¨ªa a pedir a los padres que se marcharan a casa hasta que les volvieran a llamar, a lo que se negaron rotundamente. "?No tiene usted hijos?", grit¨® a la polic¨ªa una de las madres con rabia. Finalmente, en torno a las 19.30, se reunieron con sus hijos.

Para entonces ya hab¨ªa pasado el segundo tiroteo, en el que falleci¨® el presunto yihadista sobre las 18.15. Tras descartar que se tratara de Salah Abdeslam, la fiscal¨ªa ha desvelado este mi¨¦rcoles su identidad: se llamaba Mohammed Belkaid. Nacido en Argelia, ten¨ªa 35 a?os, solo estaba fichado por un delito de robo y se encontraba en el pa¨ªs irregularmente. En su casa hallaron una bandera del Estado Isl¨¢mico y junto a su cuerpo un libro sobre salafismo. El sonido de las balas que acabaron con su vida no pas¨® desapercibido. "Al salir hemos escuchado disparos desde lejos", asegur¨® la trabajadora de uno de los colegios evacuados.

Las fuerzas de seguridad pr¨¢cticamente no han cesado en su b¨²squeda de nuevos indicios terroristas en toda la noche. Seg¨²n el diario belga Le Soir, la polic¨ªa llev¨® a cabo nuevos registros en la zona hasta las 3.00 y ha vuelto a retomarlos a las 6.00 de este mi¨¦rcoles. La agencia France Press ha informado pasada la medianoche de que la mayor¨ªa de los habitantes de Forest ya hab¨ªan podido regresar a sus casas, y la polic¨ªa retir¨® el per¨ªmetro de seguridad durante la ma?ana.

El distrito de Forest, ahora en el punto de mira medi¨¢tico, busca evitar el estigma de verse asociado al yihadismo que ya sufre Molenbeek. "Hay que vivir con normalidad y confiar en la polic¨ªa. Tenemos programas contra la radicalizaci¨®n y asociaciones que se ocupan de ello, pero no hay soluciones milagro", dice su alcalde.