Cuenta atr¨¢s para Rousseff

El tiempo empieza a correr contra Dilma Rousseff. La presidenta enfrenta estos d¨ªas el descontento de parte de la poblaci¨®n, un tira y afloja entre Gobierno y Justicia, y, desde este jueves, el fantasma de su destituci¨®n. Las previsiones apuntan a que su salida del poder podr¨ªa producirse entre finales de abril y mediados de mayo. Ser¨ªa la segunda mandataria brasile?a destituida, despu¨¦s de Fernando Collor de Mello en 1992.

El dolor de cabeza Rousseff empez¨® en diciembre, cuando el l¨ªder de la C¨¢mara de Diputados, Eduardo Cunha, del Partido del Movimiento Democr¨¢tico Brasile?o (PMDB) acept¨® una denuncia sobre supuestas maniobras fiscales. La acusaci¨®n es relativamente modesta, comparada, por ejemplo, con la gigantesca investigaci¨®n de Petrobras que salpica entre otros al expresidente Lula da Silva.

El impeachment de Rousseff se qued¨® en pausa durante tres meses y medio mientras el Supremo Tribunal Federal analizaba recursos. El jueves, el mismo d¨ªa que Lula asumi¨® su cartera de ministro en medio de la pol¨¦mica, la maquinaria del Congreso (hostil a Rousseff) se puso de nuevo a trabajar para crear una comisi¨®n. La sesi¨®n fue tensa, llena de pancartas y gritos de ¡°Fuera PT¡± Y ¡°Golpistas¡±.

El siguiente paso es que Rousseff se defienda, para lo que tiene 10 sesiones parlamentarias. Despu¨¦s, la comisi¨®n aprobar¨¢ (con 342 de los 513 diputados) o bloquear¨¢ el proceso. Si el impeachment sigue adelante, le toca al Senado decidir si abre una investigaci¨®n. Rousseff es entonces apartada durante 180 d¨ªas y el vicepresidente Michel Temer (PMDB) asume sus responsabilidades.

La ¨²ltima decisi¨®n corresponde a los senadores. Son necesarios dos tercios de sus votos para que Rousseff sea destituida. Pero, aunque ganase esta batalla, nadie sabe si volver¨ªa a la Presidencia. En medio de esta dur¨ªsima crisis pol¨ªtica, 180 d¨ªas fuera del poder parecen una eternidad.