Obama abrir¨¢ archivos de la dictadura argentina y honrar¨¢ a sus v¨ªctimas
El presidente busca romper la imagen de EEUU como gran apoyo de los militares en los 70
Pocos pa¨ªses representan tan bien como Argentina la tormentosa relaci¨®n de EEUU con Am¨¦rica Latina. Muchos en este pa¨ªs, en Chile y en otros que han sufrido terribles dictaduras en los 70 ven a EEUU detr¨¢s de los militares locales que las protagonizaron. Pero a la vez, la cultura estadounidense atraviesa como pocos estos pa¨ªses que siguen con pasi¨®n todo lo que sucede en el vecino del norte. Barack Obama es plenamente consciente de esa realidad dual y tr¨¢gica y parece haber elegido Argentina, tras su hist¨®rico viaje a Cuba, como el lugar para tratar de reconciliar a EE UU con Latinoam¨¦rica y sobre todo intentar borrar esa huella oscura del pasado de la administraci¨®n del pa¨ªs m¨¢s influyente del planeta.
Obama y su equipo est¨¢n dise?ando con detalle un momento simb¨®lico, un gesto, un discurso para que el presidente pueda lanzar ese mensaje de ruptura con el pasado de intervencionismo militar y de la CIA en el continente, reconocimiento de los errores y homenaje a las v¨ªctimas.
La dictadura argentina dej¨® 30.000 desaparecidos y marc¨® por completo la historia y la pol¨ªtica de este pa¨ªs. Obama llega a Buenos Aires precisamente cuando se cumplen 40 a?os del golpe de Estado que arras¨® una generaci¨®n entera de argentinos y ese va a ser uno de los puntos centrales de su viaje. Tratar¨¢ de darle la vuelta a la imagen de EE UU con s¨ªmbolos ¨Cuna visita muy especial al parque de la memoria, que homenajea a las v¨ªctimas- con palabras ¨Cun discurso ante j¨®venes argentinos en el que sin duda la relaci¨®n de EE UU con Am¨¦rica Latina y el pasado oscuro con la operaci¨®n C¨®ndor como gran fantasma ser¨¢ uno de los asuntos- y con hechos.
Altos funcionarios de la administraci¨®n Obama ya han confirmado que el presidente anunciar¨¢ la apertura definitiva de los archivos militares y de inteligencia sobre aquellos terribles a?os que a¨²n son secretos, y que muchos historiadores consideran claves para entender no solo el papel de EE UU sino c¨®mo se movieron los apoyos de todo tipo de la dictadura argentina y c¨®mo se dise?¨® el plan de exterminio de una generaci¨®n entera de activistas y guerrilleros, algunos de ellos muy j¨®venes, incluso adolescentes, y el robo de los hijos de las mujeres que daban a luz en prisi¨®n.
¡°Para demostrar nuestro compromiso con los derechos humanos, el presidente visitar¨¢ el Parque de la Memoria para honrar la memoria de las v¨ªctimas de la guerra sucia de Argentina. Adem¨¢s de los m¨¢s de 4.000 documentos que EE UU ya liber¨® de este periodo oscuro, el presidente Obama, por pedido del Gobierno argentino, anunciar¨¢ un esfuerzo para desclasificar documentos adicionales, incluyendo por primera vez documentos militares y de inteligencia, Creemos que este viaje ser¨¢ una hist¨®rica demostraci¨®n del acercamiento de nuestra naci¨®n a Am¨¦rica Latina¡±, asegur¨® Susan Rice, asesora de seguridad y pol¨ªtica exterior del presidente.
La apertura de archivos es especialmente simb¨®lica y relevante. En Argentina ya caus¨® mucho impacto cuando el Papa Francisco asegur¨® el a?o pasado que se abrir¨ªan tambi¨¦n los archivos del Vaticano relativos a la dictadura, aunque de momento no ha habido avances. La participaci¨®n de la Iglesia argentina, cuya jerarqu¨ªa apoy¨® a los militares, tambi¨¦n es muy pol¨¦mica y precisamente en estos d¨ªas su c¨²pula est¨¢ preparando un documento para romper con esa ¨¦poca y apoyar a las v¨ªctimas. En Argentina, al contrario de lo que sucede en otros pa¨ªses, nadie se atreve a reivindicar ni siquiera de manera suave la dictadura ni a justificarla, y despu¨¦s de 12 a?os de kirchnerismo en los que este asunto ha estado en primer plano la unanimidad al menos p¨²blicamente es casi absoluta. Cada vez que alguien se sale del discurso oficial es duramente criticado por todos.
En Argentina a¨²n est¨¢ muy viva la memoria del papel de Henry Kissinger, secretario de Estado en los 70, en los momentos m¨¢s oscuros del continente
El viaje de Obama, en un principio, fue criticado por organismos de derechos humanos precisamente porque coincid¨ªa con el 24 de marzo, una fecha simb¨®lica y dolorosa para todas las v¨ªctimas. Estas organizaciones rechazaban que Obama, como m¨¢ximo representante de un pa¨ªs al que consideran clave para el ¨¦xito del golpe militar, estuviera en Buenos Aires precisamente en ese momento. En Argentina a¨²n est¨¢ muy viva la memoria del papel de Henry Kissinger, secretario de Estado en los 70, en los momentos m¨¢s oscuros del continente. Durante la campa?a, para desacreditar a Macri, sus rivales pintaban su nombre en banderas de EEUU.
El presidente de EE UU tiene una buena imagen en Argentina o al menos mucho mejor que otros mandatarios de ese pa¨ªs anteriores como George Bush, que fue maltratado en 2005 en la cumbre de Mar del Plata, la ¨²ltima visita de un jefe de Estado estadounidense a tierras argentinas.
Obama va a tratar de utilizar esa buena imagen y este giro con un discurso fuerte y gestos hacia las v¨ªctimas para tratar de reducir el antiamericanismo de buena parte de la izquierda argentina. Para ello es m¨¢s que probable, aunque no hay nada confirmado a¨²n, que se re¨²na con Estela de Carlotto, l¨ªder de Abuelas de Plaza de Mayo y referente moral de las v¨ªctimas, siempre muy cr¨ªtica tanto con EE UU como con el presidente argentino, Mauricio Macri. Carlotto ya visit¨® hace dos semanas el Parque de la Memoria, el lugar al que acudir¨¢ Obama, acompa?ada de Fran?ois Hollande, el presidente franc¨¦s, que homenaje¨® a las v¨ªctimas de la dictadura. Con ella estaba su nieto, Ignacio, raptado cuando naci¨® de su madre desaparecida y recuperado hace solo un a?o.
La visita de Obama, que despu¨¦s viajar¨¢ a Bariloche, un espectacular centro de vacaciones en la Patagonia argentina, supone un espaldarazo para Macri que adem¨¢s tiene inter¨¦s en no ser visto como un presidente ajeno a la cuesti¨®n de los derechos humanos y la condena permanente a la dictadura. De hecho, los archivos de EE UU ser¨¢n abiertos a petici¨®n del Gobierno argentino, seg¨²n los funcionarios estadounidenses.
Macri, que recibi¨® recientemente a Estela de Carlotto, ha insistido en con ¨¦l no va a cambiar nada de la pol¨ªtica de derechos humanos, que en Argentina tiene un apoyo mayoritario incluso de parte de la derecha, sobre todo de los j¨®venes, y ha garantizado que van a seguir como hasta ahora los juicios de lesa humanidad contra los represores que siguen vivos, a¨²n much¨ªsimos.
El viaje de Obama pretende pues romper esa desconfianza de la izquierda latinoamericana hacia EE UU. No ser¨¢ f¨¢cil pero el presidente, que est¨¢ en sus ¨²ltimos meses de mandato, har¨¢ historia en Cuba y al d¨ªa siguiente tratar¨¢ de rematarla en Buenos Aires.
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