El redespliegue de EE UU
La nueva estrategia apunta a obtener r¨¦dito pol¨ªtico ahorrando al m¨¢ximo vidas y dinero
La reciente visita del presidente Obama a Cuba y Argentina es el ¨²ltimo movimiento en un redespliegue estrat¨¦gico de EE UU que, con ¨¦xito vario, pasa por Oriente Pr¨®ximo, Asia central, el Pac¨ªfico, Europa y Am¨¦rica Latina.
El objetivo es no gastar m¨¢s, especialmente en vidas, y obtener el m¨¢ximo rendimiento pol¨ªtico con los medios m¨¢s ajustados. Desde el primer mandato de Obama, parte de la flota se reorientaba ya hacia el Pac¨ªfico, con el transparente prop¨®sito de contener a China. Y ese movimiento regional se ve hoy frente a frente con el expansionismo de Pek¨ªn, que fabrica islotes en el mar de la China para reivindicar un territorio armado hasta los dientes. Enroque de potencias.
Washington pugna en Asia central por desembarazarse del fardo afgano, pero la conexi¨®n yihadista de los talibanes con un Oriente Pr¨®ximo petrol¨ªfero lo impide. EE UU se ha resistido a enviar tropas terrestres en n¨²mero significativo, aunque tiene en Siria e Irak aviaci¨®n, y entre dos y tres mil asesores y fuerzas especiales, porque el presidente sabe que la opini¨®n no quiere m¨¢s guerras en pa¨ªses lejanos de historia y geograf¨ªa ignotas. Y conf¨ªa en que el sabio manejo de los drones, sin tripulaci¨®n que pueda caer en manos del enemigo, baste cuando menos para un apa?ado containment. En Europa el ten con ten se llama Ucrania, donde ni la OTAN ni Rusia parecen dispuestas a ceder su parte del bot¨ªn. Tablas permanentes con partici¨®n de facto del pa¨ªs.
Adem¨¢s de preservar la mayor cuota posible de dominaci¨®n mundial, Obama persigue objetivos de car¨¢cter pr¨¢ctico tanto como simb¨®lico ante su fin de reinado en enero de 2017. El pacto nuclear con Ir¨¢n es una apuesta para derrotar al yihadismo con el concurso de Teher¨¢n y, a m¨¢s largo plazo, un proyecto de estabilizaci¨®n de la zona. El fin del principio. La visita a La Habana, r¨²brica de un proceso de normalizaci¨®n de relaciones con una Cuba que ya no amedrenta a nadie, es tambi¨¦n un proyecto de futuro. Pero el proceso debe superar poderosos obst¨¢culos como el fin del embargo y ad calendas la retrocesi¨®n de Guant¨¢namo, base por la que Washington paga un arriendo de 4.085 d¨®lares al a?o y La Habana no cobra para no legitimar el expolio. Pero es impensable la devoluci¨®n mientras haya castrismo. Finalmente, la jornada argentina es un regalo de bienvenida al presidente Macri, discreto toque marcando preferencias a un Brasil peleado consigo mismo, y celebraci¨®n de la derrota del kirchnerismo en las pasadas elecciones. Todo ello con el tel¨®n de fondo del deterioro bolivariano que encarna un intransitable Maduro. Obama quiere ser para su Am¨¦rica Latina el buen vecino.
El colof¨®n de estos pasos de danza m¨¢s que reconstrucci¨®n de la obra entera es dejar a su eventual sucesora Hillary Clinton una pizarra lo m¨¢s desembarazada posible de deudas por pagar. El gran fracaso del presidente es el conflicto palestino-israel¨ª, en el que se estrellan sin remordimientos todos los presidentes que siguieron a Eisenhower (1952-1960). Y con aliados, de facto ISIS y absolutamente p¨²blico la se?ora Clinton, Israel no tendr¨ªa nada que temer de redespliegue alguno.
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