Francia penaliza al cliente de prostituci¨®n tras un largo tr¨¢mite parlamentario
El Senado, de mayor¨ªa conservadora, ha bloqueado el cambio legal hasta tres veces
La firme oposici¨®n del Senado, de mayor¨ªa conservadora, ha dilatado enormemente el tr¨¢mite parlamentario de la ley que penaliza al cliente de la prostituci¨®n en Francia. Hasta tres veces ha rechazado la C¨¢mara Alta la propuesta socialista que, por fin, ha quedado este mi¨¦rcoles aprobada. A partir de ahora, ya no ser¨¢n multadas las prostitutas que buscan cliente en las calles del pa¨ªs, sino los que adquieran sus servicios. La multa ser¨¢ de 1.500 euros; 3.750 en caso de reincidencia. Francia imita as¨ª las normas en vigor establecidas ya en Suecia, Islandia y Noruega.
La propuesta de 120 diputados socialistas (en l¨ªnea con una promesa electoral del presidente Fran?ois Hollande) de ¡°reforzar la lucha contra el sistema de prostituci¨®n¡± penalizando a los clientes se present¨® y se aprob¨® en primera lectura a finales de 2013. Desde entonces, una enconada controversia dentro y fuera del parlamento ha frenado el cambio legislativo que este mi¨¦rcoles ha visto la luz, de manera definitiva, en la Asamblea Nacional. Algunos de sus m¨¢s firmes detractores lo consideran una ¡°aberraci¨®n jur¨ªdica¡±. No entienden c¨®mo se penaliza al que compra y no al que vende. Hasta ahora, la situaci¨®n es la contraria: solo las prostitutas son multadas.
El debate sobre este asunto empez¨® en realidad en 2010 en un pa¨ªs abolicionista que prohibi¨® los burdeles en 1946 tras servir estos a los ocupantes alemanes. ¡°Este es hoy un combate contra la fatalidad de los que todav¨ªa consideran que la prostituci¨®n es el oficio m¨¢s antiguo del mundo¡±, ha dicho en la Asamblea la ministra de Derechos de la Mujer Laurence Rossignol. En la C¨¢mara Baja, la que tiene la ¨²ltima palabra frente al Senado, la izquierda cuenta con el apoyo decidido de Guy Geoffroy, del principal partido de la oposici¨®n, Los Republicanos. Este diputado que lleva a?os clamando contra el comercio del sexo. La prostituci¨®n, dice, es ¡°la violencia m¨¢s insostenible y antigua¡± y beneficia fundamentalmente a proxenetas y tratantes de personas.
En medio del largo tr¨¢mite, el juicio por proxenetismo contra el exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn, del que sali¨® absuelto, ha sido una de las bazas fundamentales del cambio legislativo. As¨ª lo considera, por ejemplo, la Asociaci¨®n Equipos contra el Proxenetismo, que actu¨® como acusaci¨®n particular en el caso. Durante el juicio, los escabrosos testimonios de las prostitutas contratadas para el pol¨ªtico sensibilizaron en contra del mercado del sexo. Algo parecido ha ocurrido en la Asamblea con la comparecencia de prostitutas que han demostrado, como ha dicho la socialista Catherine Coutelle, que ¡°no hay prostituci¨®n feliz¡±.
La norma, adem¨¢s de suprimir el delito de captaci¨®n de clientes y pasar a considerar a las prostitutas v¨ªctimas del comercio del sexo, crea un fondo de 4,8 millones de euros anuales para prevenir y acompa?ar a las que deseen abandonar tal actividad. Las de origen extranjero que lo hagan podr¨¢n, adem¨¢s, obtener el permiso de residencia en el pa¨ªs. El ecologista Sergio Coronado considera rid¨ªculo el fondo, que supone 160 euros por persona y a?o. Los diputados han votado en conciencia y Coronado cree que la nueva ley es paternalista, ineficaz y da?ina para las prostitutas. El radical Alain Tourret se ha mostrado a favor de despenalizar la venta de sexo, pero no por penalizar al cliente. La socialista Fran?oise Dubois se ha mostrado contraria a la nueva norma porque esta llevar¨¢ a las prostitutas a una mayor clandestinidad y mayor precariedad.
En una Asamblea casi vac¨ªa (solo han participado 76 de los 577 existentes), agotada por un debate que se ha repetido cuatro veces desde 2013, la ley ha quedado aprobada por 64 votos a favor y 12 en contra. Francia se convierte as¨ª en el primer pa¨ªs europeo no n¨®rdico en penalizar a los clientes de la prostituci¨®n. El conservador Geoffroy ha pedido al Gobierno que la aplique de verdad.
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