"Si me traes una torta te doy cita"
Los mexicanos se enfrentan con un alud de burocracia cuando requieren hacer uso del servicio p¨²blico de salud. Este es su calvario
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es la instituci¨®n sanitaria de mayor alcance en el pa¨ªs. Atiende a m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (60,5 millones de personas, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica) y esta demanda es perceptible por cada uno de los usuarios: todos en M¨¦xico saben que para recibir atenci¨®n deben hacer filas que duran horas y esperar meses por una cita.
Con hospitales especializados, cirug¨ªas pioneras ¡ªcomo un trasplante de brazos¡ª y numerosos m¨¦dicos investigadores de primer nivel, el IMSS tiene tambi¨¦n un lado oscuro: transfusiones de sangre con VIH, un test¨ªculo extirpado por error y otros esc¨¢ndalos de esa magnitud, aunque en baja frecuencia. Pero la mancha que ensombrece los logros del Instituto es lo que ocurre cada d¨ªa en sus cl¨ªnicas y hospitales: el limbo de la burocracia sanitaria en el que los usuarios quedan atrapados.
¡°Si me traes una torta te doy la cita¡±, dice un asistente a Diana, una usuaria embarazada. La reproducci¨®n es uno de los procesos m¨¢s delicados en esta instituci¨®n, que pudo dejar en la calle a una parturienta en Oaxaca, o hacer esperar a otra hasta que su beb¨¦ muri¨® dentro del vientre por falta de atenci¨®n, pero cancela una cita si la paciente llega un minuto tarde.
¡°?C¨®mo?¡±, pregunta Diana buscando confirmaci¨®n de lo que acaba de escuchar. ¡°S¨ª, una torta como la del Chavo¡±, insiste el trabajador, en referencia al alimento preferido del ilustre personaje televisivo del fallecido c¨®mico Roberto G¨®mez Bola?os. Los asistentes que otorgan citas en esta instituci¨®n, ya sea para ver a un m¨¦dico general o a un especialista, invariablemente argumentan una sobresaturaci¨®n de la agenda y ofrecen cita despu¨¦s de un mes. Los servicios de rayos X pueden tardar hasta dos y los de especialidad hasta tres.
Y si el m¨¦dico no puede atender sus citas un d¨ªa determinado, el paciente se entera cuando llega a la cl¨ªnica, que adem¨¢s padece una paradoja laboral: s¨®lo atiende en d¨ªas y horarios h¨¢biles, pero sus usuarios son trabajadores ¡ªpara poder ser derechohabiente se requiere el registro de una empresa o ser familiar directo del empleado¡ª, por lo que para acudir a sus citas, los mexicanos suelen ausentarse de sus empleos. Con esta limitaci¨®n y apoy¨¢ndose en muletas, un hombre de unos 50 a?os recibe la mala noticia en la Unidad de Especialidades 27, de Tlatelolco, en Ciudad de M¨¦xico: ¡°El doctor no va a poder venir. Venga ma?ana a la misma hora, por favor¡±.
Los procedimientos en el IMSS son estrictos, pero tanto que los protocolos no pueden romperse ni cuando una mujer de 70 a?os tiene un cuadro de hipertensi¨®n: si no llega un familiar por ella para llevarla a urgencias, no pueden proceder. As¨ª que la se?ora Mary esper¨® dos horas en una silla de ruedas a que su nieta de 19 a?os llegara desde su escuela hasta la Unidad de Medicina Familiar 11 de la c¨¦ntrica colonia Peralvillo de la capital, sin recibir un medicamento para su presi¨®n. ¡°El IMSS es muy cruel¡ no te ve m¨¢s de una vez al mes, no te atiende por m¨¢s de una causa en una misma cita¡±, sentencia una asistente de ese consultorio, apelando a la comprensi¨®n ¡ªo resignaci¨®n¡ª de los usuarios.
Tiempo de espera
Si el paciente requiere reanimaci¨®n al llegar a urgencias, su tiempo de espera ser¨¢ de 0 minutos, seg¨²n el sem¨¢foro de clasificaci¨®n de emergencias colocado en las salas de espera. En cualquier caso, el paciente no podr¨¢ ingresar si no presenta su carn¨¦ de afiliaci¨®n, y no recibir¨¢ atenci¨®n si sus derechos no est¨¢n vigentes.
En algunos hospitales como el Magdalena de las Salinas ¨Creconocido a nivel nacional por sus ¨¢reas de especializaci¨®n m¨¦dica-, la sala de espera de Urgencias puede verse llena de camillas con pacientes que esperan por una cama: una mujer con la frente sangrando por una ca¨ªda derivada de una convulsi¨®n, entre ellos. M¨¦xico tiene menos camas hospitalarias (1,6 por cada 1.000 usuarios) que la media de los pa¨ªses de la OCDE, que es de 4,9 por cada 1.000 usuarios, reconoce el IMSS en su Programa Institucional 2014-2018.
Las multitudes se van disolviendo conforme se asciende en el nivel de atenci¨®n en el IMSS: a Especialidades llega naturalmente una poblaci¨®n mucho menor y hay m¨¢s organizaci¨®n. Pero incluso con una cita ¨Cprogramada meses antes y que no dura m¨¢s de 30 minutos-, el paciente puede pasar horas esperando por un internista o un especialista. ¡°Es que la doctora los va recibiendo conforme decide¡±, explica la recepcionista del ¨¢rea de Audiolog¨ªa del hospital de especialidades 'La Raza' a un hombre que pregunta por qu¨¦ no lo han atendido, tras una hora de espera.
El Instituto argumenta en su informe que los altos costos administrativos, como porcentaje del gasto total en salud, son tres veces mayores que el promedio de la OCDE. Es decir, que muchas de las carencias se deben al fuerte gasto en salarios de los trabajadores p¨²blicos que atienden a los derechohabientes.
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