Miles de personas se manifiestan en El Cairo contra la cesi¨®n de dos islas a Arabia Saud¨ª
La concentraci¨®n, dispersada con gases lacrim¨®genos, es la mayor contra Al Sisi desde 2014
Desafiando el riesgo de ser condenados a tres a?os de c¨¢rcel, la pena estipulada por una draconiana ley contra las manifestaciones ilegales, miles de personas se congregaron el viernes en el centro de El Cairo para denunciar la cesi¨®n a Arabia Saud¨ª de dos islas estrat¨¦gicas situadas en el Mar Rojo. La concentraci¨®n, que fue dispersada con cargas policiales y gases lacrim¨®genos, es la m¨¢s importante expresi¨®n de rechazo al gobierno del presidente Abdelfat¨¢ al Sisi durante los dos ¨²ltimos a?os, y confirma el declive de su popularidad. Seg¨²n informa la agencia Reuters, al menos 119 personas fueron arrestadas.
La protesta fue convocada por una p¨¢gina de Facebook an¨®nima bajo el lema ¡°La tierra es el honor¡±, creada al rebufo de la indignaci¨®n popular suscitada por la firma de un tratado la semana pasada entre Al Sisi y el rey saud¨ª Salman Ibn Abdulaziz que establece la soberan¨ªa saud¨ª de las islas en disputa de Tir¨¢n y Sanafir. Desde entonces, voces de diversos sectores de la sociedad egipcia se han elevado para denunciar que la cesi¨®n de las islas es una vergonzosa compensaci¨®n por la ingente asistencia econ¨®mica saud¨ª al r¨¦gimen, estimada en m¨¢s de 20,000 millones de d¨®lares, y que le ha permitido mantenerse a flote.
Habida cuenta que las autoridades sellaron las entradas a la plaza Tahrir, epicentro de la revoluci¨®n que derroc¨® al ex dictador Hosni Mubarak, la concentraci¨®n tuvo lugar en las escaleras del Sindicato de Periodistas, situado a unos 200 metros de Tahrir. Sin embargo, el recuerdo de aquella la revuelta ha estado bien presente. Seg¨²n informa la prensa local, reson¨® de nuevo con fuerza el m¨¢s c¨¦lebre eslogan de aquella revoluci¨®n: ¡°El pueblo quiere la ca¨ªda del r¨¦gimen!¡±. Otro de los lemas cl¨¢sicos fue modificado para la ocasi¨®n: ¡°Pan, libertad, y estas islas son egipcias!¡±. A causa de la brutalidad policial, desde inicios de 2014 los aires de rebeli¨®n hab¨ªan desaparecido completamente de la capital egipcia.
¡°No hemos olvidado que el r¨¦gimen reprime las libertades en Egipto, pero nuestra principal demanda hoy es la cancelaci¨®n del acuerdo entre el Gobierno de Egipto y el de Arabia Saud¨ª¡±, declar¨® al diario Al Ahram Jaled al Balshy, uno de los responsables del Sindicato de Periodistas, convertido en uno de los raros focos de oposici¨®n al r¨¦gimen tras haber diezmado la escena pol¨ªtica. Los Hermanos Musulmanes, el movimiento del ex presidente Mohamed Morsi, decidi¨® sumarse a la protesta contra la voluntad de los organizadores. No obstante, si lleg¨® a participar alguno de sus simpatizantes, no exhibi¨® ninguna ense?a del grupo islamista.
Adem¨¢s del centro de El Cairo, centenares de personas participaron en concentraciones de protesta despu¨¦s de la tradicional oraci¨®n del viernes al mediod¨ªa en varios puntos de la provincia de Giza, en los suburbios de la capital, as¨ª como tambi¨¦n en Alejandr¨ªa, la segunda ciudad m¨¢s importante del pa¨ªs. Todas ellas fueron dispersadas r¨¢pidamente y sin contemplaciones por la polic¨ªa. Los menos atrevidos expresaron su apoyo en las redes sociales donde el hashtag "viernes de la tierra" se convirti¨® en trending topic mundial.
La ¡°crisis de las islas¡± a¨²n est¨¢ lejos de apagarse. Durante las pr¨®ximas semanas, el Parlamento deber¨¢ votar la ratificaci¨®n del acuerdo, algo que a est¨¢s alturas no parece completamente. A pesar de que existe una mayor¨ªa parlamentaria favorable Al Sisi, elegida en unas elecciones sin las garant¨ªas m¨ªnimas, numerosos diputados se han manifestado p¨²blicamente contrarios al tratado. ¡°Si bien es evidente que la popularidad de Al Sisi est¨¢ en declive, a corto plazo no se percibe ninguna alternativa, y por lo tanto, no peligra su supervivencia¡±, sostiene el analista Mustaf¨¢ Jalil.
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