Dandong, la llave de las sanciones a Corea del Norte
Un 70% del comercio entre China y Corea del Norte pasa por esta ciudad fronteriza
Suena un chirrido met¨¢lico y una fila de camiones comienza a atravesar lentamente el kil¨®metro de longitud del Puente de la Amistad Chino-Coreana. ¡°Son casi todos camiones nuestros (chinos). Norcoreanos pasan pocos, y ¨²ltimamente a¨²n menos. No se les distingue solo por la matr¨ªcula. Si son de colores, son nuestros. Los suyos suelen ser blancos¡±, dice el se?or Zhang, trabajador en esta vetusta construcci¨®n de hierro, el gran cord¨®n umbilical que conecta la econom¨ªa norcoreana con China y la mantiene viva.
El Puente de la Amistad, que cruza el r¨ªo Yalu, es la ¨²nica v¨ªa para el transporte terrestre entre Sinuiu, en Corea del Norte, y Dandong (China), la ciudad que es el gran centro del comercio entre los dos pa¨ªses y clave, por tanto, para el ¨¦xito de las nuevas sanciones internacionales contra el programa de armamento norcoreano. Sanciones que proh¨ªben el suministro de art¨ªculos de lujo o la compra de carb¨®n y minerales, si se sospecha que los fondos puedan emplearse en el programa militar norcoreano.
Por Dandong pasa el 70% del intercambio entre los dos pa¨ªses. Una suma vital para el r¨¦gimen norcoreano, para el que la relaci¨®n con China, su gran sost¨¦n econ¨®mico, representa el 90% de su comercio. En 2015 vendi¨® a la segunda potencia mundial unos 2.200 millones de euros
Pek¨ªn, cuya relaci¨®n con Corea del Norte ha sufrido un fuerte deterioro en los ¨²ltimos a?os, ha asegurado que aplicar¨¢ las sanciones. El pasado d¨ªa 5 anunci¨®, en l¨ªnea con la decisi¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU del 2 de marzo, la prohibici¨®n a las importaciones de oro y tierras raras norcoreanas -dos de los productos m¨¢s lucrativos para el r¨¦gimen de Kim Jong-un¡ª, y a las exportaciones de combustible para aviones.
¡°China est¨¢ cumpliendo las sanciones con sinceridad¡±, asegura Li Jun, experto en Corea del Norte del Instituto de Relaciones Internacionales Contempor¨¢neas de China y que cita las recientes prohibiciones de atracar a barcos norcoreanos en puertos chinos como ejemplo.
Hist¨®ricamente, el cumplimiento de las sanciones contra Corea del Norte ha dejado mucho que desear. Por muy molesta que China pueda estar ante los desplantes de su vecino o el desarrollo del programa nuclear de ¨¦ste, es mayor su temor a una desestabilizaci¨®n del r¨¦gimen que pudiera repercutir dentro de sus propias fronteras. O al impacto econ¨®mico en una regi¨®n fronteriza ya de por s¨ª castigada por la reconversi¨®n industrial en curso.
Las sanciones contemplan excepciones a los productos o usos dedicados al ¡°bienestar de la gente¡±. Y aunque obligan a examinar toda la carga que salga hacia Corea del Norte o llegue de all¨ª, dejan al albedr¨ªo de los inspectores el determinar si el material en cuesti¨®n puede o no contribuir al programa militar del ¡°reino ermita?o¡±.
?Los analistas advierten tambi¨¦n que el cumplimiento de esas medidas no ser¨¢ necesariamente uniforme en todos los puntos fronterizos, ni posiblemente tan intenso a medida que pasen los meses. El contrabando, a juzgar por el tabaco, el gingseng o incluso las insignias norcoreanas en oferta de los vendedores callejeros, contin¨²a tan activo como antes.
¡°Es imposible saber con ning¨²n tipo de certidumbre lo estrictamente que los funcionarios de Aduanas en Dandong interpretan su trabajo como vigilantes de las sanciones, y mucho menos a¨²n en puertos del noreste como Donggang, Yongkou o Dalian. Sin embargo, si se repiten los patrones del pasado, a corto plazo podemos esperar mucha publicidad favorable sobre el ¡®enfado de China con Corea del Norte¡¯ y restricciones m¨¢s duras a la tecnolog¨ªa de uso militar o a la banca, pero no ver una diferencia apreciable a largo plazo ni en el comercio ni en la relaci¨®n bilateral¡±, opina Adam Cathcart, de la Universidad de Leeds y director de la p¨¢gina especializada SinoNK.
Seg¨²n las cifras oficiales del Ministerio de Comercio chino, en los primeros tres meses del a?o -antes de que entraran en vigor las restricciones chinas-, el comercio bilateral hab¨ªa crecido un 12,7%. Las exportaciones chinas subieron un 14,7% y alcanzaron 539 millones de euros, mientras que las importaciones desde Corea del Norte cayeron un 10,8% para reducirse a 521 millones de euros. Es una disminuci¨®n que coincid¨ªa ya con la tendencia a la baja de estas ventas, arrastradas por el menor ritmo de crecimiento chino y una ca¨ªda de la demanda en China de carb¨®n, su principal importaci¨®n norcoreana.
A primera vista, nada ha cambiado en Dandong tras las sanciones. Pululan como siempre por las calles compradores oficiales del gobierno de Kim Jong-un, siempre en parejas o grupos, y reconocibles por su atuendo austero y las insignias con los rostros de sus l¨ªderes en la solapa, pululan por las calles. Restaurantes norcoreanos, con la bandera de su pa¨ªs y en muchas ocasiones ofreciendo un espect¨¢culo musical t¨ªpico, dan la bienvenida a los curiosos. La mayor¨ªa de las tiendas luce carteles en los dos idiomas.
En el peque?o puesto fronterizo, los guardias no aparentan dedicar demasiados minutos a la inspecci¨®n de los veh¨ªculos. Parecen dedicar m¨¢s su atenci¨®n a la formaci¨®n de filas ordenadas: la anchura del puente, por el que pasa tambi¨¦n la l¨ªnea f¨¦rrea que conecta Dandong con Pyongyang, solo permite la circulaci¨®n en un solo sentido, que alterna cada cierto tiempo. Hacia Corea del Norte pasan camiones, motocarros e incluso un grupo de autom¨®viles sin matr¨ªcula, aparentemente nuevos.
Pero los comerciantes de la zona s¨ª aseguran que desde enero, cuando Pyongyang complet¨® su cuarta prueba nuclear y empezaron a negociarse las sanciones, han notado una menor afluencia de clientes del pa¨ªs vecino. Aunque aseguran no sentirse preocupados por el impacto que las sanciones puedan tener en la marcha de la econom¨ªa local.
¡°Tenemos negocios con Corea del Norte, y van m¨¢s o menos bien¡ No nos preocupamos mucho. Nuestra empresa vende m¨¢quinas electr¨®nicas de uso dom¨¦stico y para las empresas de minerales. No es nada que tenga que ver con la industria (militar), ni con el combustible, ni con ninguno de los productos que se proh¨ªben exportar¡±, afirma la se?ora Yang, de 34 a?os, copropietaria de una tienda de b¨¢sculas y pesas. ¡°Creo que en los pr¨®ximos meses el negocio volver¨¢ a levantarse¡±.
Peores perspectivas tienen los comerciantes de Guomenwan, un espacio planteado como una zona de libre comercio entre China y Corea del Norte al sur de Dandong e inaugurado en octubre pasado. Con la promesa de no tasar impuestos a los productos de valor inferior a los 8.000 yuanes (unos 500 euros), se cre¨® con capacidad para un millar de peque?as empresas o comercios. La idea era aprovechar la cercan¨ªa del nuevo puente, de l¨ªneas modernas y mayor capacidad, entre Sinujiu y Dandong, y facilitar el intercambio comercial entre ambos lados.
Pero Corea del Norte nunca ha llegado a construir una carretera que conecte con el puente y la obra permanece cerrada, esperando un paso de veh¨ªculos que a¨²n no se ha materializado. En la actualidad, Guomenwan es una zona desierta, con una ocupaci¨®n que su administrador -que solo accede a identificarse como Wang- cifra en torno al 10%. ¡°A¨²n no est¨¢ inaugurada del todo¡±, justifica.
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