Nueva York enerva las primarias
Clinton y Trump buscan consolidar su liderazgo en una pugna cada vez m¨¢s bronca
La campa?a de las primarias se ha convertido en un manojo de nervios conforme empieza a entrar en el tramo final sin que ninguno de los favoritos amarre la victoria. Hillary Clinton y Donald Trump, que encabezan resultados y sondeos entre dem¨®cratas y republicanos, respectivamente, necesitan apuntalar su liderazgo en las primarias que este martes se celebran en Nueva York, que es el tercer estado m¨¢s poblado de EE UU y su casa (por cuna para el magnate, por adopci¨®n para la secretaria de Estado). Enclave tradicionalmente dem¨®crata, el Empire State tambi¨¦n probar¨¢ el tir¨®n del izquierdista y tambi¨¦n neoyorquino Bernie Sanders en el hogar de Wall Street.
En 40 a?os, ningunas primarias de Nueva York hab¨ªan tenido tanto calado para ambos partidos a la vez, o llegaban muy tarde en el calendario o con las posiciones ya muy claras. Estas son, adem¨¢s, unas elecciones de sello puramente neoyorquino: Trump naci¨® y creci¨® en el distrito de Queens; Sanders, en Brooklyn; y Clinton se convirti¨® en senadora por Nueva York tras su etapa como primera dama.
La media de las encuestas da como clara ganadora dem¨®crata a la exsecretaria de Estado (53%) frente a Sanders (41%) en las primarias de ma?ana, pero Bernie Sanders viene de recortar distancias y ganar siete de las ¨²ltimas ocho batallas y estos d¨ªas en Nueva York ha congregado a multitudes y endurecido el tono contra Clinton.
¡°?Podemos confiar en una candidata a la que no sabemos de d¨®nde le llega el dinero?¡±, pregunt¨® Sanders en el debate del jueves, en horario de m¨¢xima audiencia. No estaba juzgando solo sus posiciones pol¨ªticas, sino sembrando dudas sobre su honradez, y pidi¨® por en¨¦sima vez la transcripci¨®n de los discursos que la senadora dio para Goldman Sachs y por los que lleg¨® a cobrar m¨¢s de 200.000 d¨®lares. Sanders cuestion¨® incluso, unos d¨ªas antes, su experiencia para ser presidenta, lo que es en cierto modo poner tambi¨¦n en cuesti¨®n la Administraci¨®n de Obama, quien la nombr¨® secretaria de Estado. Es algo que Clinton ha puesto sobre la mesa en los ¨²ltimos d¨ªas de esta campa?a, en las que ha reivindicado para s¨ª los logros del Gobierno de Obama.
¡°Me han llamado muchas cosas, pero poco cualificada es la primera vez en mi vida¡±, afirm¨®.
Coincidiendo con el debate, la campa?a de Sanders emiti¨® un anuncio de 30 segundos titulado ¡°el arte del robo¡±. En otro se habla de los 200.000 d¨®lares que cobran algunos pol¨ªticos en Washington por cada discurso, alimentando las insinuaciones de corrupci¨®n o trato de favor al poder econ¨®mico. Y advierte: ¡°Nada cambiar¨¢ hasta que se rechace el dinero de Wall Street¡±.
Entre los republicanos, Donald Trump, ya desmedido desde el inicio de la campa?a, ha llegado estos d¨ªas a arremeter contra ¡°los jefes¡± del aparato del partido y acusarles de manejar el proceso de nominaci¨®n a favor del senador de Texas, Ted Cruz. ¡°El sistema est¨¢ ama?ado. Me han llamado para que deje de decirlo pero les he dicho que estoy diciendo la verdad, que no me importa¡±, espet¨®.
El magnate lleg¨® incluso a salir en defensa de Bernie Sanders. ¡°Le veo ganar, ganar y ganar¡±, dijo ante un p¨²blico encendido, ¡°y despu¨¦s me doy cuenta de que no tiene posibilidad alguna de ser nominado. Es porque el sistema est¨¢ corrupto y es a¨²n peor del lado republicano¡±. ¡°Y se supone que estamos en una democracia¡±, remach¨®, ¡°esto es un sin sentido¡±.
Las encuestas dan a Trump la victoria en Nueva York con el 52% de los votos, a John Kasich, gobernador de Ohio, le otorgan el segundo lugar (23%) y al texano Ted Cruz, aunque es el segundo en delegados obtenidos hasta ahora, le relegan al tercera plaza con solo el 17% de las papeletas despu¨¦s de haber hablado en un debate sobre ¡°los valores de Nueva York¡± de forma despectiva, por lo progresista de la ciudad.
Nueva York es una tierra liberal, diversa y tambi¨¦n la cuna de poder financiero estadounidense. Es un lugar donde aparecer fotografiado comienzo pizza con cuchillo y tenedor puede pasar factura pol¨ªtica. Es, al fin y al cabo, una plaza electoral traicionera: en 1976 Jimmy Carter perdi¨® las primarias frente Henry Jackson, pero logr¨® llevarse la nominaci¨®n dem¨®crata y lleg¨® a la Casa Blanca. Ese mismo a?o, Gerald Ford gan¨® en Nueva York , pero no logr¨® la mayor¨ªa para la nominaci¨®n antes de la Convenci¨®n.
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