M¨¢s del 50% de los diputados brasile?os tiene cuentas pendientes con la justicia
Muchos parlamentarios est¨¢n acusados de corrupci¨®n, pero tambi¨¦n de tortura o de robo
Al veterano diputado brasile?o Paulo Maluf, ex alcalde de S?o Paulo y ex gobernador del Estado de S?o Paulo, se le atribuye esta frase: ¡°Roba, pero haz¡±. Es decir, aprov¨¦chate del cargo pero ded¨ªcate (tambi¨¦n) a los que te han elegido. Maluf, en la pol¨ªtica desde los a?os 60, asegura que ¨¦l nunca dijo eso, que se lo inventaron interesadamente sus enemigos de la oposici¨®n. De qui¨¦n fuera la frase es lo de menos: el diputado Maluf, condenado a tres a?os de c¨¢rcel por lavado de dinero en Francia, perseguido por la Interpol por el mismo delito, sin poder salir del pa¨ªs por temor a acabar en una c¨¢rcel extranjera, fue uno de los parlamentarios que vot¨® el domingo a favor del proceso de destituci¨®n de Dilma Rousseff.
M¨¢s all¨¢ del sentido de su voto, Maluf, del Partido Progresista (PP), de centro derecha, personifica el mal que corroe al Parlamento brasile?o: la escasa estatura moral de muchos de sus integrantes. El 53,7% de los 513 diputados de la C¨¢mara de Representantes brasile?a tiene o ha tenido cuentas pendientes con la justicia, seg¨²n la organizaci¨®n Transpar¨ºncia Brasil, que se encarga de llevar un informe pormenorizado y actualizado de este asunto. En concreto, 273 parlamentarios.
No a todos se les acusa de robar. O no s¨®lo. Al diputado Alberto Fraga, del partido Dem¨®cratas de Brasil (DEM), de centro derecha, entre otras denuncias, se le conden¨® hace a?os por llevar ilegalmente un arma de fuego. El parlamentario ?der Mauro, del Partido Social Democr¨¢tico (PSD) est¨¢ acusado, por el Tribunal Supremo Federal, de extorsi¨®n y tortura en 2009, ¨¦poca en que ejerc¨ªa de jefe policial en el Estado de Par¨¢. Mauro, seg¨²n el tribunal, amenaz¨® con ejecutar a tiro limpio a un padre y a sus dos hijos peque?os, caus¨¢ndoles, seg¨²n reza la denuncia, ¡°un violento sufrimiento, f¨ªsico y mental¡±. Con todo, fue el diputado m¨¢s votado del estado de Par¨¢. El lunes, despu¨¦s de apoyar el proceso de destituci¨®n de Rousseff, fue recibido por 50 personas con pancartas y gritos a su favor en el aeropuerto de Belem.
El pastor evang¨¦lico Hidekazu Tamayama, diputado del Partido Social Cristiano (PSC), tiene abierto un proceso en su estado de Par¨¢ que incluye desv¨ªo de dinero, pagos ilegales en la Asamblea del Estado y la contrataci¨®n de funcionarios fantasmas; Nilson Leit?o, del Parido Social Dem¨®crata Brasile?o (PSDB), de centro derecha, est¨¢ procesado por atentar contra la poblaci¨®n ind¨ªgena y tratar de quedarse fraudulentamente con sus tierras en el estado de Mato Grosso. Y as¨ª.
El personaje pol¨ªtico m¨¢s detestado por los brasile?os no es la presidenta Dilma Rousseff. Es, precisamente, el presidente de este Congreso, el aparentemente piadoso y pol¨¦mico Eduardo Cunha. El 94% de los partidarios de Rousseff est¨¢ en contra de ¨¦l; El 84% de los que quieren que la presidenta se vaya, tambi¨¦n. Cunha, religioso evang¨¦lico, est¨¢ acusado de regentar cuentas millonarias en Suiza engordadas a base de sobornos de Petrobras. Un informe de la Fiscal¨ªa hecho p¨²blico hace meses mostraba los obscenos gastos (6.000 d¨®lares por una noche de hotel en Dubai, entre otras cosas) del parlamentario y su familia durante unas vacaciones de Navidad. En las redes sociales de Brasil vuela ahora, con toda la carga de iron¨ªa y de amargura, la frase con la que Cunha dio inicio a la hist¨®rica sesi¨®n de la votaci¨®n del impeachement del domingo: ¡°Que Dios tenga misericordia de este pa¨ªs¡±.
El Senado brasile?o, que, a juzgar por los votos que ya se airean en la prensa confirmar¨¢ la apertura del proceso en mayo, mantiene la misma impactante tasa de pol¨ªticos involucrados en casos judiciales: el 55,6%.
Tal vez el m¨¢s famoso sea el de Delcidio de Amaral, ex portavoz del Partido de los Trabajadores (PT), la formaci¨®n de Dilma Rousseff y Lula, actualmente procesado en el Caso Petrobras. El mismo presidente del Senado, Renan Calheiros, del Partido do Movimento Democr¨¢tico Brasileiro (PMDB), est¨¢ siendo investigado en nueve piezas distintas del mismo caso de la petrolera.
Un ¨²ltimo ejemplo, tan rid¨ªculo como sintom¨¢tico: la diputada Raquel Muniz record¨®, en el momento de su voto del domingo, a su marido, el alcalde de Montes Claros, en el Estado de Minas Gerais: ¡°Mi voto favorable es para decir que Brasil tiene salida y el alcalde de Montes Claros nos lo demuestra a todos con su labor¡±. Al d¨ªa siguiente, el alcalde (el marido) fue detenido por la Polic¨ªa Federal acusado de torpedear la marcha de un hospital p¨²blico a favor de otro privado gestionado por parientes suyos.
Con informaci¨®n de Andr¨¦ de Oliveira
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