Ajuste en Argentina: la mayor universidad s¨®lo tiene dinero hasta agosto
La subida de tarifas y la inflaci¨®n hacen insuficientes las partidas asignadas a la UBA en diciembre
El ¡°sinceramiento¡± econ¨®mico ordenado por Mauricio Macri amenaza con dejar sin presupuesto a la estatal Universidad de Buenos Aires (UBA), la m¨¢s grande de Argentina y casa de referencia acad¨¦mica en Am¨¦rica Latina. Los decanos han advertido que la partida aprobada por el Congreso en diciembre no tuvo en cuenta las subidas de hasta 700% en las tarifas de electricidad, gas y agua, decretadas por el Ejecutivo el 1 de abril, y la inflaci¨®n, que se ha disparado hasta un 30% interanual desde enero. Desde el Rectorado de la UBA, un vocero dijo que el dinero asignado ¡°alcanza hasta agosto¡±, mes en el que ya no habr¨¢ suficiente para saldar los costos operativos. El Ministerio de Educaci¨®n, por el momento, no tiene en carpeta asignar dinero extra, pero una fuente ha confirmado el inicio de conversaciones con el Ministerio de Energ¨ªa para eximir a las universidades nacionales, incluida la UBA, del pago de los aumentos tarifarios.
El mi¨¦rcoles, el Consejo Superior de la UBA aprob¨® un presupuesto para este a?o de 8.698 millones de pesos (580 millones de d¨®lares), unos 2.000 millones de pesos (133 millones de d¨®lares) m¨¢s que en 2015. La cifra fue enviada al Congreso por la gesti¨®n de Cristina Fern¨¢ndez de Kichner como parte del Presupuesto Nacional, pero los reajustes tarifarios del inicio de 2016 alcanzaron para evaporar el excedente.
El problema es complejo. La UBA, dirigida por el rector Alberto Barbieri, es mucho m¨¢s que una universidad donde asisten en forma gratuita 325.000 alumnos distribuidos en 13 facultades. Tiene tambi¨¦n 4 colegios secundarios, entre ellos el tradicional Colegio Nacional Buenos Aires, y 4 hospitales escuela indispensables en el sistema de servicio p¨²blico de salud. Como la intenci¨®n ha sido que la sangre no llegue al r¨ªo, las partes han iniciado negociaciones para resolver el problema presupuestario.
¡°Hoy existe una mesa de trabajo entre la UBA y el Ministerio para ver como destinan algunas partidas destinadas al funcionamiento de los hospitales y tambi¨¦n un adicional que contemple el aumento de tarifas. Para empezar, el anterior Gobierno ten¨ªa una deuda de casi 300 millones de pesos y ¨¦ste ha hecho un esfuerzo y la ha saldado en casi un 90%¡±, explic¨® Emiliano Yacobitti, secretario de Hacienda de la UBA. Yacobitti confirm¨® tambi¨¦n que est¨¢n en tratativas para eximir a las universidades nacionales del aumento tarifario, lo que aliviar¨ªa las cuentas. La semana que viene, adem¨¢s, el rector Barbieri se reunir¨¢ en el Senado con un grupo de legisladores que impulsa una ley para desafectar a las universidades del ajuste en los servicios.
En las facultades, sin embargo, no son tan optimistas. Desde los decanatos argumentan que las tarifas son s¨®lo una parte del problema. ¡°Los gastos de funcionamiento no se reducen al pago de los servicios. Tambi¨¦n incluyen insumos, mantenimiento edilicio, arreglos de los ascensores, insumos de oficina. Si no tengo tinta para imprimir certificados no puedo funcionar¡±, dijo Graciela Morgade, decana de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras. El problema ha sido que la porci¨®n destinada a esos gastos se ha reducido a?o tras a?o, en parte porque cada vez m¨¢s porcentaje del presupuesto va a parar al pago de salarios. Si en los a?os 80 el pago de la n¨®mina equival¨ªa al 85% del total, hoy se ha elevado al 95%. Para financiar esos gastos las facultades tienen dos alternativas: apelar al presupuesto que reciben de Educaci¨®n, a trav¨¦s del Rectorado, o generar recursos propios mediante posgrados, asesor¨ªas y otros servicios rentados. ¡°Durante los ¨²ltimos a?os nuestro principal interlocutor para la firma de convenios de asesor¨ªa o capacitaci¨®n era el Estado, pero este Gobierno ha tendido a suspender todo tipo de acuerdos con universidades. Con gastos en ascenso y sin ingresos propios estamos en el peor de los mundos posibles¡±, denunci¨® el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Glenn Postolski.
Desde el Rectorado, m¨¢s propensos al consenso con la Casa Rosada, han relativizado la magnitud de la paralizaci¨®n de los convenios. ¡°Lo que se hizo¡±, dijo Yacobitti, ¡°fue un ordenamiento. Se trata de un nuevo gobierno que est¨¢ definiendo los programas y confiamos en que continuar¨¢n¡±. Pero otros ven detr¨¢s una pol¨ªtica oficial de m¨¢s largo alcance, contraria a las universidades. ¡°Entiendo que en el Gobierno nacional actual no hay un proyecto de desarrollo para las universidades, sino de achicamiento. Si se ven los aumentos de salarios ofrecidos a las profesores [15% en mayo y 15% a fin de a?o], y las comparas con los acordados con los docentes de primaria y secundaria [34,6% al mes de julio], es evidente que el ministro Esteban Bullrich est¨¢ interesado en fomentar el sistema educativo en detrimento de la universidades nacionales¡±, dijo la decana Morgade.
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