Un ni?o de 11 a?os muere tras recibir una paliza en su colegio en Michoac¨¢n

Sonia Tamatz acaba de enterrar a su hijo de 11 a?os. El mi¨¦rcoles fue a una junta de padres al colegio de primaria donde estudiaba cuando la interrumpieron para decirle que el ni?o estaba inconsciente en la puerta de una primaria en un peque?o pueblo michoacano, Opopeo. "Aqu¨ª est¨¢ su mochila. No la he tocado", cuenta desesperada desde el otro lado del tel¨¦fono. Cuando sali¨® a buscarlo, el director y su secretaria estaban intentando reanimarlo con un algod¨®n empapado en alcohol. La Comisi¨®n de Derechos Humanos de Michoac¨¢n se?ala que el peque?o fue golpeado por unos compa?eros de clase y unas horas despu¨¦s falleci¨®.

"Me voy a morir abuelita", le dec¨ªa el ni?o a la suegra de Tamatz. Cuando recobr¨® el conocimiento lo llevaron a un m¨¦dico de familia que les recomend¨® el traslado a un hospital en la localidad de P¨¢tzcuaro. A los tres kil¨®metros el ni?o, con la tez ya amarilla y desesperado por el dolor que sent¨ªa entre la costilla derecha y el pecho, volvi¨® a perder el conocimiento. Falleci¨® en el trayecto. Cuando llegaron a la puerta de urgencias un doctor les dijo que ya no hab¨ªa nada que pudieran hacer.

Su familia no supo lo que le hab¨ªa pasado hasta muchas horas despu¨¦s. El cuerpo se lo llevaron a la capital del Estado, Morelia, para realizarle la autopsia. El resultado:?"Asfixia por broncoaspiraci¨®n de contenido g¨¢strico biliar". En ninguna parte del informe forense que present¨® la Fiscal¨ªa estatal aparec¨ªa lo que sus hermanos y otros testigos les contaron m¨¢s tarde.

El ni?o estaba en el colegio esperando a que su madre saliera de la reuni¨®n. Ya hab¨ªan terminado las clases. Fue entonces cuando, seg¨²n les contaron otros ni?os y el hermano del fallecido, un chico lo agarr¨® contra la pared presion¨¢ndole el cuello, "como si quisiera estrangularlo", explica Tamatz. Despu¨¦s, cay¨® al suelo y unas ni?as comenzaron a golpearlo en las costillas. Como vieron que no reaccionaba, le echaron agua. Pero no despert¨®. Seg¨²n se?ala el t¨ªo de la v¨ªctima, Fredy Tamatz, otros testigos vieron c¨®mo el director sac¨® al peque?o a la puerta y le dijo a su madre que se lo hab¨ªan encontrado ah¨ª.

"Cuando llevamos a mi hijo al doctor nos dijo que seguramente lo que necesitaba era comer algo. El ni?o no dejaba de decir que le dol¨ªa mucho, mucho, el pecho. Entonces le puso una inyecci¨®n. Ni s¨¦ de qu¨¦ era", recuerda la madre. Cuando el m¨¦dico de urgencias del hospital al que lo trasladaron les dio la hora de la muerte, Tamatz cay¨® en que no ten¨ªa dinero para dejarlo ah¨ª. Y en la puerta, esperaron a que se lo llevaran las autoridades ministeriales a Morelia para realizarle la autopsia. La familia se muestra indignada por que en el informe no aparezcan las causas de la asfixia.

La Comisi¨®n de Derechos Humanos estatal est¨¢ investigando si se trata de un caso de acoso escolar y la responsabilidad de las autoridades, tanto de la Fiscal¨ªa que emiti¨® el informe forense, como de los responsables del colegio.

En marzo del a?o pasado un caso similar acab¨® con la vida de otro chico de 12 a?os. Despu¨¦s de recibir una paliza de sus compa?eros del instituto que le provoc¨® la muerte cerebral parcial y la p¨¦rdida casi total de la vista, falleci¨®. El abuso escolar en las aulas acapar¨® entonces el centro de los debates, la Secretar¨ªa de Educaci¨®n P¨²blica anunci¨® la creaci¨®n de un programa piloto contra el bullying y en una decisi¨®n sin precedentes, un juez federal orden¨® al Ministerio proteger a una ni?a de 11 a?os que hab¨ªa denunciado agresiones sexuales y acoso escolar en un colegio de primaria en la capital del pa¨ªs.

Unos meses despu¨¦s, en mayo de 2015 en Chihuahua, la muerte de Christopher, de 6 a?os, a manos de sus primos y amigos de 11 y 15, que estaban jugando a los secuestradores, eriz¨® los vellos de la sociedad mexicana. Los chicos estaban haciendo lo que ve¨ªan: el crimen puso a muchos ciudadanos ante el espejo de la ultraviolencia.

El padre del ni?o fallecido este mi¨¦rcoles no estaba en Michoac¨¢n. Trabaja en Estados Unidos y este jueves vino a enterrar a su hijo. "Mi ni?o no se ha muerto. ?Me lo han matado las chiquillas!", exclamaba su madre desde el otro lado del tel¨¦fono.