Meirelles, favorito para ministro de Hacienda en Brasil

Por ahora, ni Temer ni Meirelles confirman el cortejo, aunque se hayan filtrado tres encuentros entre ambos en las ¨²ltimas dos semanas, que provocaron que la bolsa subiera y el d¨®lar cayera.

Tras una larga y premiada carrera en Brasil y en el exterior, Meirelles est¨¢ al frente del Banco Original, del grupo JBS. Entre estos dos empleos privados, su paso por el Gobierno de Lula se recuerda por una comunicaci¨®n transparente, un ciclo exitoso de reducci¨®n de intereses, una inflaci¨®n controlada y una expansi¨®n continua del PIB. Entonces estaba afiliado al Partido Socialdem¨®crata Brasile?o (PSDB) y parec¨ªa demasiado alineado con la ¨¦lite para estar en un Gobierno centrado en los trabajadores. A las empresas les llev¨® su tiempo descongelar los proyectos de inversi¨®n hasta estar seguras de que el exsindicalista no har¨ªa locuras con la econom¨ªa. Meirelles actu¨® como avalista de Lula y ayud¨® a romper la resistencia de los inversores.

Afiliado ahora al Partido Social Democr¨¢tico (PSD), el economista nacido en An¨¢polis (en el centro-oeste) hace 70 a?os, se ve de nuevo instado a cumplir el papel de garante de la econom¨ªa en un momento delicado para Brasil. Pero con algunas diferencias sustanciales con respecto a su primera etapa. Entonces, Lula ten¨ªa el apoyo de los 50 millones de votantes, aunque los empresarios desconfiaran. Ahora ocurre lo contrario. Meirelles puede entrar en un Gobierno con un baj¨ªsimo apoyo popular ¡ªsolo el 8% de los brasile?os se sienten representados por Temer¡ª y altas expectativas por parte de los mercados.

Si se confirma como ministro de Econom¨ªa, tendr¨¢ que tomar medidas bastante indigestas como reducir el gasto p¨²blico, reformar la Seguridad Social ¡ªy la edad de jubilaci¨®n¡ª y aumentar los impuestos, medidas que incendiar¨¢n los movimientos sindicales y sociales. ¡°Nadie se hace grandes ilusiones de que va a salvar el pa¨ªs a corto plazo, pero lo primero es ofrecer confianza. Y Meirelles puede hacerlo¡±, observa Roberto Rodrigues, exministro de Agricultura de Lula.

El economista Luis Eduardo Assis cree que Rousseff ya tom¨® muchas medidas amargas el a?o pasado y que la situaci¨®n ahora es m¨¢s c¨®moda. ¡°Para bien o para mal, el a?o pasado ya se realizaron ajustes en el precio de la gasolina, de la energ¨ªa, y se aumentaron los intereses para controlar la inflaci¨®n, que empieza a ceder¡±, afirma. Aunque todav¨ªa supere la meta oficial, la inflaci¨®n cerrar¨¢ este a?o cerca del objetivo del 6,5%. En 2015, fue del 10,67%.

A priori, Meirelles tiene a su favor un Congreso que apoya la llegada de Temer y que puede aprobar las reformas impopulares necesarias.

Adem¨¢s, Meirelles re¨²ne cualidades que gustan al mercado.

Cuando asumi¨® la presidencia del BC en 2003, los tipos de inter¨¦s rondaban el 25% y la inflaci¨®n hab¨ªa cerrado el a?o anterior en un 12,53%, por encima de la meta de la ¨¦poca, el 11%. Cuando se fue, los tipos de inter¨¦s eran del 10,75% y la inflaci¨®n del 5,91%, por debajo del techo del 6,5%. A ojos de sus admiradores, Meirelles supo dar la dosis justa de veneno, incluso a lo largo del tr¨¢gico 2009, que afect¨® al mundo entero. Ahora falta saber si contrariar¨¢ la m¨¢xima del mercado: beneficios pasados no garantizan beneficios futuros.