El aeropuerto de Bruselas relaja los controles tras varios d¨ªas de caos
Los pasajeros aguardaban m¨¢s de dos horas de pie para cruzar las nuevas carpas de seguridad para acceder al aer¨®dromo
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B¨¦lgica aplica el ensayo error con la seguridad del aeropuerto de Bruselas con los pasajeros como grandes damnificados. Las autoridades instalaron controles de seguridad exteriores en varias carpas desde su reapertura tras los atentados del 22-M. Todos los pasajeros deben atravesarlos para acceder a sus instalaciones. Ante las colas de m¨¢s de dos horas que se formaban frente a las casetas, la Asociaci¨®n Internacional de Transporte A¨¦reo (IATA) avis¨® de que lejos de mejorar la seguridad, esas concentraciones son vulnerables a un ataque terrorista. Las presiones han llevado al Gobierno belga a rectificar, y desde este mi¨¦rcoles realiza inspecciones aleatorias: "No controlaremos a todos, pero cualquiera podr¨¢ ser controlado", resumi¨® el ministro de Interior, Jan Jambon.
Las maletas de miles de pasajeros cruzan desde hace un mes los dos esc¨¢neres con que cuenta cada una de las dos carpas. Con el aeropuerto funcionando al 20%, la decisi¨®n no provoc¨® mayores molestias m¨¢s all¨¢ de la recomendaci¨®n de llegar tres horas antes de la salida del vuelo, pero el progresivo aumento del tr¨¢fico a¨¦reo hasta el 80% de capacidad actual ha multiplicado en los ¨²ltimos d¨ªas la presencia de pasajeros. El resultado: un embudo de proporciones gigantescas, m¨¢s de dos horas de espera de pie en los momentos de tr¨¢fico a¨¦reo intenso, vuelos perdidos, reclamaciones, y un aluvi¨®n de mensajes de indignaci¨®n ante el colapso de Zaventem.
El ministro de Interior, miembro de la derechista N-VA, el partido m¨¢s votado de B¨¦lgica, que mantiene un duro discurso contra la inmigraci¨®n, ha negado que el nuevo mecanismo vaya a provocar situaciones de racismo con un control policial m¨¢s exhaustivo hacia pasajeros de apariencia ¨¢rabe. Este mi¨¦rcoles, primer d¨ªa de aplicaci¨®n de la norma, las grandes filas de comienzo de semana hab¨ªan desaparecido, si bien la gran prueba de su efectividad llegar¨¢ este jueves con el inicio de un puente festivo en B¨¦lgica.
La recuperaci¨®n de la confianza en el funcionamiento del aeropuerto ser¨¢, en cambio, un proceso m¨¢s largo. Un ejemplo de ello es el de Federica de Leidi, arquitecta italiana de 29 a?os afincada en Bruselas desde hace cuatro. El lunes lleg¨® con 2 horas 50 minutos de antelaci¨®n para partir destino a Burdeos en un viaje de negocios. Su sorpresa lleg¨® cuando vio las interminables colas: "Pens¨¦ que si yo fuera terrorista no me molestar¨ªa en ir dentro, me har¨ªa explotar en la fila. Qu¨¦ plan de seguridad tan perfecto", ironiz¨®. El tiempo no fue suficiente. Pese a que las autoridades les aseguraban que retrasar¨ªan su salida, De Leidi perdi¨® su vuelo y su empresa ni siquiera ha pedido el reembolso por evitar los tr¨¢mites. En lugar de eso, ha tomado nota y ya no vuela desde Zaventem: se desplaza desde ?msterdam o Par¨ªs.

Las m¨²ltiples quejas han venido ilustradas por las im¨¢genes de las largas colas que los pasajeros publican en redes sociales, y algunas cr¨ªticas han saltado a la luz p¨²blica por su beligerancia, como el desahogo de una directiva del Banco Nacional de B¨¦lgica que pidi¨® disculpas tras llamar p¨²blicamente a evitar el aeropuerto volando desde ?msterdam, o las llamativas palabras de Marc Descheemaecker, presidente de la sociedad que gestiona el aeropuerto, que en su cuenta de Facebook se lamentaba amargamente: "40 d¨ªas trabajando d¨ªa y noche en la reapertura y los sindicatos de polic¨ªa se aferran a ese est¨²pido sistema de precontrol. Quitad eso...quitad eso... Nos disparamos un tiro en el pie y hacemos el rid¨ªculo en el extranjero".
Ese tipo de carpas son habituales en aeropuertos de pa¨ªses con conflictos latentes como Israel o Irak, pero se trata de una medida in¨¦dita en un pa¨ªs de la UE. El buen tiempo ha evitado que la molestia de las largas colas sea a¨²n mayor, pero mujeres embarazadas, ni?os o ancianos han sufrido la espera pese a que el personal les daba preferencia cuando se apercib¨ªan de su presencia.
Una exigencia sindical
Con la palabra caos sobrevolando la escena, la industria tur¨ªstica tiritando, y las empresas aguardando los resultados del plan de ayuda aprobado por el Ejecutivo para reactivar la golpeada econom¨ªa bruselense, el Gobierno, tal y como ped¨ªa con desesperaci¨®n el responsable del aeropuerto, ha entrado en escena para relajar los controles frente a la oposici¨®n de sus impulsores, los sindicatos policiales.
Los representantes de los agentes mantienen desde antes de los atentados un tenso tira y afloja con el Gobierno en torno a la falta de seguridad en los aeropuertos belgas, y han reclamado insistentemente un aumento del n¨²mero de efectivos. La colocaci¨®n de las carpas de seguridad fue una de sus exigencias para cerrar el acuerdo alrededor de la reapertura del aer¨®dromo, una negociaci¨®n sobre la que plane¨® en todo momento la amenaza de una convocatoria de huelga. Como moneda de cambio ante la relajaci¨®n de controles, el Gobierno ha prometido a los sindicatos una fuerte inversi¨®n en seguridad.
Un total de 23,5 millones de pasajeros utilizaron el aeropuerto de Zaventem el pasado a?o, una cifra que este a?o se ver¨¢ mermada por los efectos del ataque terrorista: la principal aerol¨ªnea que opera en la instalaci¨®n, Brussels Airlines, ya acus¨® una ca¨ªda de pasajeros del 20% en marzo por el cierre del aeropuerto, un porcentaje que aumentar¨¢ con las restricciones impuestas por las autoridades en abril.
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