La disputa en torno a la Carta Democr¨¢tica Interamericana
Preguntas y respuestas sobre la acci¨®n que sopesa la OEA y que rechaza Venezuela
La Carta Democr¨¢tica Interamericana (CDI) que tan crispada tiene a Venezuela cabe en un librito m¨¢s peque?o y fino que la Constituci¨®n venezolana que gustaba sacar cada dos por tres el fallecido presidente Hugo Ch¨¢vez y que tambi¨¦n suele tener a mano su sucesor, Nicol¨¢s Maduro. El gobierno de este niega enf¨¢ticamente que la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) tenga razones y potestad para activar los mecanismos previstos en este documento base de la instituci¨®n ante la situaci¨®n pol¨ªtica que vive Venezuela, tal como le han solicitado diputados opositores del pa¨ªs al secretario general del Organismo, Luis Almagro. Este lleva una semana estudiando si la invoca o no.
?Qu¨¦ es la Carta Democr¨¢tica Interamericana (CDI)?
El 11 de septiembre de 2001, el mismo d¨ªa en que Estados Unidos sufr¨ªa el peor ataque terrorista de su historia y el mundo se preguntaba si este podr¨ªa poner en peligro la democracia, los pa¨ªses miembros de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) firmaban en Lima, Per¨², este documento que desde entonces le sirve como base para defender la democracia que tanto le cost¨® conseguir a tantos pa¨ªses de la regi¨®n.
Se basa en la convicci¨®n de los pa¨ªses signatarios en que ¡°la democracia representativa es indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la regi¨®n y que uno de los prop¨®sitos de la OEA es promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto del principio de no intervenci¨®n¡±.
?A qui¨¦n se le puede aplicar??
En principio, a cualquiera de los 34 miembros activos de la OEA, es decir, todos los pa¨ªses del hemisferio occidental salvo Cuba. La isla segu¨ªa suspendida de la Organizaci¨®n cuando esta aprob¨® el documento, en 2001. El veto a Cuba fue levantado en 2009, pero con la condici¨®n impuesta por Estados Unidos para dar su visto bueno al fin de la sanci¨®n cubana ¡ªimpuesta en 1962 por su adhesi¨®n al marxismo-leninismo¡ª a que, para reintegrarse en la OEA, La Habana ten¨ªa que firmar los documentos aprobados en su ausencia, incluida la Carta Democr¨¢tica Interamericana. Cuba ha reiterado en varias ocasiones desde entonces su falta de inter¨¦s en volver a un organismo que considera superado por otras organizaciones subregionales como Unasur o Celac.
?C¨®mo se puede invocar la CDI?
Hay varias v¨ªas previstas en los art¨ªculos 17 a 20 de la Carta. La mayor parte de las acciones previstas requieren el ¡°consentimiento del gobierno del pa¨ªs afectado¡±, que es a lo que se aferra Caracas para rechazar cualquier aplicaci¨®n del documento a Venezuela.
No obstante, el art¨ªculo 20 prev¨¦ una excepci¨®n ¡°en caso de que en un Estado miembro se produzca una alteraci¨®n del orden constitucional que afecte gravemente su orden democr¨¢tico¡±. En esa circunstancia, ¡°cualquier Estado miembro, o el secretario general¡± ¡ªAlmagro en este caso¡ª puede convocar una reuni¨®n inmediata de la OEA ¡°para realizar una apreciaci¨®n colectiva de la situaci¨®n y adoptar las decisiones que considere conveniente¡±.
Esta cl¨¢usula es la que puede utilizar Almagro para decidir actuar conforme a la Carta en el caso de Venezuela, tal como le pide la oposici¨®n. Aunque hay varios precedentes de invocaci¨®n de la Carta en los ¨²ltimos tres lustros, esta ser¨ªa la primera vez que se aplica sin la petici¨®n o consentimiento expreso del Gobierno leg¨ªtimo, que es lo que molesta a Venezuela. Caso aparte fue el de Honduras en 2009, ya que all¨ª se adoptaron las medidas tras concluirse que lo sucedido contra el ejecutivo de Manuel Zelaya era un golpe de Estado y que el gobierno instalado no era el leg¨ªtimo.
Si est¨¢ tan claro el proceso, ?por qu¨¦ insiste Venezuela en que no hay legitimidad para invocarla??
El problema es la ambig¨¹edad que entra?a la cl¨¢usula del art¨ªculo 20, que hace que requiera una valoraci¨®n m¨¢s pol¨ªtica que legal. Porque, ?qu¨¦ significa una ¡°alteraci¨®n del orden constitucional grave¡±?
Seg¨²n el an¨¢lisis jur¨ªdico de la OEA, la alteraci¨®n se produce cuando se ve ¡°afectado¡± alguno de los ¡°elementos esenciales y componentes fundamentales del orden democr¨¢tico¡±. Estos est¨¢n especificados en los art¨ªculos 3 y 4 de la Carta. Entre los ¡°elementos esenciales¡± se alistan cuestiones como el ¡°respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales¡±, la celebraci¨®n de elecciones ¡°peri¨®dicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto¡± o la ¡°separaci¨®n e independencia de los poderes p¨²blicos¡±, extremo este muy cuestionado en Venezuela. Por otro lado, la Carta considera ¡°componentes fundamentales¡± de la democracia la ¡°transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gesti¨®n p¨²blica, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresi¨®n y de prensa¡±.
Ahora bien, reconoce la propia OEA, no se trata de que estos elementos se vean solamente ¡°afectados¡±, sino de que lo hagan de forma ¡°grave¡±. Y el grado de gravedad es algo que debe decidir el Consejo Permanente, por un voto por mayor¨ªa simple (18 votos). Es decir, ¡°una apreciaci¨®n pol¨ªtica¡±.
Gracias a sus alianzas mediante el ALBA y las lealtades caribe?as impulsadas por el programa Petrocaribe, Venezuela ha conseguido en los ¨²ltimos a?os frenar intentos de cuestionar su gobierno en el seno de la OEA. La duda estriba ahora en si, en un mapa pol¨ªtico regional que tanto ha cambiado en los ¨²ltimos meses, Caracas sigue contando con suficientes apoyos para cerrar esa v¨ªa.
?Qu¨¦ consecuencias tiene la aplicaci¨®n de la Carta a un pa¨ªs??
La m¨¢s grave es la suspensi¨®n del Estado de la OEA. En los tres lustros de historia de la CDI solo ha sucedido una vez, en Honduras en 2009. Podr¨ªa haber ocurrido tambi¨¦n tras el golpe contra Ch¨¢vez en 2002, pero las discusiones sobre el tema duraron m¨¢s que el golpe en s¨ª y Ch¨¢vez ya hab¨ªa vuelto al poder cuando los miembros de la OEA segu¨ªan debatiendo.
Pero, como se?al¨® una fuente de la OEA en referencia al caso de Zelaya, ¡°no tiene que salir un presidente en pijama para que se invoque la Carta¡±.
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