Cinco grandes mentiras sobre El Chapo y su extradici¨®n

El Chapo es leyenda. Y como tal corren muchas mentiras a su alrededor. Algunas proceden de su propio entorno y buscan facilitar su permanencia en M¨¦xico. Un objetivo cada vez m¨¢s dif¨ªcil despu¨¦s de que la Secretar¨ªa de Exteriores haya aceptado su extradici¨®n a Estados Unidos. Estas son cinco falsedades que rodean al personaje y su extradici¨®n.

La extradici¨®n es autom¨¢tica. Falso. El verdadero proceso se abre ahora. Pedido por Estados Unidos, visado por un juez federal y autorizado por la Secretar¨ªa de Exteriores, el tr¨¢mite de extradici¨®n acaba de entrar en su fase central. Una vez que se le comunica al preso, tiene 30 d¨ªas para recurrir. La previsible impugnaci¨®n abrir¨¢ un proceso largo y tedioso. Finalizado el juicio amparo, si la extradici¨®n sigue a¨²n en pie, vendr¨¢ el recurso de revisi¨®n. Pocos observadores creen que pueda tramitarse todo antes de fin de a?o.

El Chapo no tiene nada que decir en el proceso. Otro error muy extendido. Su papel es fundamental. No tanto por su resistencia jur¨ªdica, que se da por hecha, sino porque el d¨ªa en que d¨¦ su brazo a torcer y acept¨¦ la extradici¨®n, esta se puede resolver en 48 horas. En ese sentido, el l¨ªder del c¨¢rtel de Sinaloa puede dar la vuelta a todo el proceso cuando quiera.

El Chapo quiere irse a Estados Unidos. Nada m¨¢s lejos de la realidad. La especie, difundida por sus abogados, se contradice con los hechos. El Chapo ha presentado ya siete recursos de amparo contra diferentes tr¨¢mites para su env¨ªo a Estados Unidos. La estrategia de obstrucci¨®n seguir¨¢, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, hasta que la extradici¨®n sea irremediable. Entonces cabe la posibilidad de una negociaci¨®n con los fiscales estadounidenses.

El Chapo ha sido trasladado a Ciudad Ju¨¢rez para acercarle a la frontera con EEUU. El Gobierno lo desmiente. Aunque con poco ¨¦xito, las autoridades federales han insistido en que su env¨ªo a la c¨¢rcel de Ciudad Ju¨¢rez, en el fronterizo estado de Chihuahua, es consecuencia del programa nacional de rotaci¨®n de presos. Dada la excepcionalidad del narcotraficante, es casi imposible que sus movimientos caigan bajo protocolos habituales. M¨¢s bien ha sido una decisi¨®n motivada por seguridad. De la prisi¨®n de El Altiplano ya se hab¨ªa fugado. En otra c¨¢rcel, aislada y con un subsuelo rocoso que impide los t¨²neles, le resultar¨¢ m¨¢s dif¨ªcil escapar.

El Chapo ha perdido su poder. Radicalmente falso. Aunque preso, sigue siendo la cabeza reconocible del mayor c¨¢rtel del planeta. La organizaci¨®n no s¨®lo controla los cultivos de amapola de la mayor parte del tri¨¢ngulo dorado (Durango-Sinaloa. Chihuahua) sino que mantiene bajo su bota las principales pasos de droga a Estados Unidos. La ca¨ªda de su l¨ªder no significa en ning¨²n caso su desvinculaci¨®n. Ya estuvo encarcelado y no dej¨® de mandar. En la sombra, adem¨¢s, siguen activos capos hist¨®ricos como El Mayo Zambada, capaces de dirigir vicariamente la organizaci¨®n.