El auge de la ultraderecha parte en dos a Austria e inquieta a Europa

Austria ha dejado este domingo la jefatura del Estado en el aire. En una tarde electoral in¨¦dita, el ultraderechista Norbert Hofer (FP?) y el independiente apoyado por Los Verdes Alexander Van der Bellen apenas se despegaron en el recuento y protagonizaron un empate t¨¦cnico que deja la decisi¨®n pendiente del voto por correo. El auge de la ultraderecha divide en dos a la sociedad austriaca ¡ªpolarizada por la crisis migratoria y el descontento con la falta de reformas para reactivar la econom¨ªa¡ª y causa profunda inquietud en Bruselas.

La ultraderecha austriaca part¨ªa con una clara ventaja en la carrera presidencial. Con Norbert Hofer como candidato, el partido antiinmigraci¨®n y euroesc¨¦ptico FP? logr¨® el mejor resultado de su historia?al ganar la primera vuelta de las elecciones presidenciales austriacas el pasado 4 de abril con un 35% de apoyos. Las urnas dejaron en segundo lugar a Alexander Van der Bellen, con una diferencia de 14 puntos que ayer se desvaneci¨® ya con las primeras proyecciones de voto. Los candidatos a ocupar la presidencia se intercambiaron varias veces el primer puesto sin que ninguno lograra la ventaja suficiente para proclamarse ganador.

A ¨²ltima hora de la tarde, el Ministerio del Interior austriaco anunciaba un resultado provisional sin las papeletas enviadas por correo que da una ligera ventaja al aspirante ultranacionalista con un 51,9% frente al 48,1% de su contrincante.

Ahora los candidatos deber¨¢n esperar a la decisi¨®n que este lunes arroje el recuento de los votos por correo, del que ¡ªseg¨²n el ministro del Interior, Wolfgang Sobotka¡ª ha hecho uso cerca de 750.000 ciudadanos que suponen un 14% del electorado.

Tanto Hofer como Van der Bellen se mostraron sorprendidos por lo ajustado del resultado y al mismo tiempo confiados en ocupar finalmente la presidencia del pa¨ªs cuando hoy se despeje la inc¨®gnita. ¡°Nunca he vivido una noche electoral as¨ª¡±, reconoci¨® el dirigente del FP?.

La larga campa?a ha abierto brechas entre los ciudadanos austriacos y les ha dejado ante dos opciones contrapuestas. El auge de la ultraderecha ha protagonizado el debate despu¨¦s de la victoria del FP? en la primera vuelta, que caus¨® un terremoto pol¨ªtico al dejar fuera de la carrera presidencial por primera vez en m¨¢s de 50 a?os a socialdem¨®cratas (SP?) y democristianos (?VP), los socios de Gobierno que han dominado la escena pol¨ªtica austriaca desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La debacle electoral forz¨® poco despu¨¦s la ca¨ªda del canciller socialista Werner Faymann, acosado por las cr¨ªticas internas, tras el endurecimiento de la pol¨ªtica de asilo y el ascenso de una ultraderecha que ha logrado capitalizar el descontento de la poblaci¨®n por la ausencia de reformas que impulsen la econom¨ªa y la preocupaci¨®n por la entrada en el pa¨ªs de miles de refugiados. Austria registr¨® el a?o pasado cerca de 90.000 solicitudes de asilo y las encuestas reflejan una creciente inquietud con la que ha conectado Hofer con un discurso contra la inmigraci¨®n y a favor de cerrar las fronteras a los ¡°falsos refugiados¡±.

La posible victoria de Hofer, que ha hecho campa?a bajo el lema de ¡°Austria y los austriacos primero¡± frente a la migraci¨®n y el rechazo a las decisiones pol¨ªticas tomadas desde Bruselas, es seguida de cerca por otras formaciones populistas y radicales europeas como el Frente Nacional o Alternativa por Alemania, que ven en el ascenso del FP? un impulso a sus intereses.

Bruselas tambi¨¦n est¨¢ pendiente del resultado austriaco ante la posibilidad de que la presidencia la ocupe un partido euroesc¨¦ptico cuyo candidato afirma que hoy votar¨ªa en contra del ingreso del pa¨ªs en la UE. El presidente de la Comisi¨®n, Jean- Claude Juncker, no ha ocultado su rechazo a una victoria de la ultraderecha en Austria. ¡°No me gusta. S¨¦ que los austriacos no quieren o¨ªr esto, pero no me importa: con la extrema derecha no hay debate ni di¨¢logo posible¡±, declar¨® el pasado viernes en una entrevista al diario franc¨¦s Le Monde.

Los comentarios de Juncker y tambi¨¦n del presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, que ha afirmado que una victoria del FP? y partidos similares cambiar¨¢ el car¨¢cter de Europa, no han pasado desapercibidas en Austria, que qued¨® marginada durante meses por sus socios cuando en 2000 la ultradererecha ¡ªliderada entonces por J?rg Haider¡ª form¨® una coalici¨®n gubernamental con los democristianos.

La situaci¨®n, no obstante, ha cambiado desde entonces y el FP? contin¨²a su curso ascendente a cuenta del retroceso constante de los partidos tradicionales. Ha ampliado su base de votantes con mensajes sobre el empleo, la inseguridad y advertencias contra la islamizaci¨®n de Austria con la llegada de migrantes.

Colapso gubernamental

Las urnas premiaron su estrategia en la primera ronda de las elecciones. Pero no solo castigaron a los dos grandes partidos tradicionales ¡ªsocialdem¨®cratas y democristianos, juntos en la actual coalici¨®n gubernamental¡ª que no lograron reunir entre ambos m¨¢s de un 22%, sino que tambi¨¦n enviaron por primera vez a la segunda ronda a un candidato que, si bien se declara independiente, cuenta con el apoyo y la financiaci¨®n de Los Verdes, de los que fue portavoz en el Parlamento.

Van der Bellen, de 72 a?os, apel¨® a los votantes a apostar por una Austria abierta y europea, y denunci¨® que el candidato ultranacionalista pretende convertir el pa¨ªs en una ¡°rep¨²blica autoritaria¡± bajo el mando de su l¨ªder, Heinz-Christian Strache.

Su mensaje parece haber movilizado al electorado que rechaza la idea que la extrema derecha ocupara por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial la presidencia de un pa¨ªs de Europa occidental. El candidato se ha acercado as¨ª a Hofer, quien mantiene su base de votos pero ha visto complicarse una elecci¨®n en la que part¨ªa como favorito.

Toda la pol¨ªtica europea queda pendiente de un resultado con un valor especial en medio de un marcado auge de fuerzas de ultraderecha y un declive de las familias pol¨ªticas tradicionalmente en el poder.