Juca Ferreira: ¡°El Gobierno de Michel Temer es ileg¨ªtimo e impopular¡±
El exministro de Cultura de Brasil dice que el nuevo poder es "una afrenta para la democracia"
Exiliado durante la dictadura militar brasile?a (1964- 1985) y con la experiencia de los entresijos del poder por haber sido ministro de Cultura en los Gobiernos petistas de Lula da Silva y Dilma Rousseff, Juca Ferreira (Salvador de Bah¨ªa, 1949) sostiene que el nuevo Gabinete de Brasil es una ¡°afrenta para la democracia¡±.
Pregunta. Usted dej¨® de ser ministro de Cultura hace dos semanas tras el impeachment de la presidenta Rousseff. ?Qu¨¦ opina sobre el Gobierno interino de Michel Temer?
Respuesta. Es un desastre en todos los sentidos. Es ilegal, ileg¨ªtimo e impopular. Una afrenta a la democracia. Es un Gobierno de hombres blancos, representantes de la oligarqu¨ªa m¨¢s retr¨®grada, muy lejos de la diversidad brasile?a. Michel Temer est¨¢ implantando adem¨¢s un proyecto ultraliberal, siguiendo la misma receta de austeridad que tanto sufrimiento ha causado en Europa. Va en el sentido opuesto al voto de 54 millones de electores en las ¨²ltimas presidenciales. Dif¨ªcilmente se aceptar¨¢. El Gobierno Temer ha nacido muerto.
P. ?Por qu¨¦ cree que se ha revertido en solo unos d¨ªas la decisi¨®n de suprimir el ministerio de Cultura?
R. Es una reacci¨®n porque se subestim¨® el poder del mundo de la cultura. Ha habido movilizaciones y protestas en muchas ciudades del pa¨ªs contra la supresi¨®n del Ministerio, se ocuparon sedes, productores, los cineastas protestaron en Cannes, Caetano Veloso, todos se movilizaron y se sorprendieron con la respuesta. Subordinar la cultura a la educaci¨®n es un retroceso al Brasil de hace 30 a?os. Antes de dar marcha atr¨¢s, Temer tante¨® a seis mujeres, artistas y gestoras p¨²blicas preeminentes para que ocuparan la secretar¨ªa y todas lo rechazaron.
P. ?Qu¨¦ le parece el aviso del nuevo Gobierno de que podr¨ªa revisar las cuentas durante su etapa como ministro por si se hubieran favorecido proyectos de inter¨¦s pol¨ªtico?
R. Es repugnante. Nunca he perseguido beneficios de ese tipo. Hoy la mentira es un arma pol¨ªtica en Brasil.
P. Dilma Rousseff y el Partido de los Trabajadores (PT) han calificado el proceso de "golpe de Estado". ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Nadie lo duda. Todo el proceso de destituci¨®n est¨¢ viciado, pol¨ªtica y medi¨¢ticamente manipulado. En la C¨¢mara de los Diputados, lo condujo Eduardo Cunha, un corrupto contumaz, apartado del cargo despu¨¦s de concluir su misi¨®n de abrir el proceso contra Rousseff. La votaci¨®n del impeachment, transmitida en directo por televisi¨®n, fue tan vergonzosa que alcanz¨® repercusi¨®n internacional. La C¨¢mara, a¨²n bajo influencia de Cunha, est¨¢ dominada por lo que llamamos el frente BBB: las bancadas de la bala, que representa a la industria de armamento, del buey, ligada al agronegocio y la de la Biblia, que re¨²ne a pastores y diputados de las iglesias evang¨¦licas. El golpe de 2016 tiene muchas semejanzas con el de 1964. En ambos casos, representan una reacci¨®n de las ¨¦lites econ¨®micas, rurales y urbanas a las pol¨ªticas redistributivas y al ascenso de las clases trabajadoras. Pero no solo es eso. El cuadro es mucho m¨¢s complejo. El mismo proyecto de pa¨ªs est¨¢ en disputa. E ir¨ªa m¨¢s all¨¢. El proyecto de afirmaci¨®n de Sudam¨¦rica est¨¢ en peligro. Vimos golpes de Estado semejantes en Paraguay y Honduras. Ahora es Brasil y la pr¨®xima tentativa ser¨¢ Venezuela. Lo ¨²nico que difiere con respecto a 1964 es la ausencia de las Fuerzas Armadas. Los golpes de hoy se perpetran dentro de las instituciones, sin tiros, sin derramamiento de sangre.
P. Jo?o Vicente Goulart, hijo del presidente Goulart, depuesto por la dictadura en 1964, tambi¨¦n ha declarado que hay semejanzas con aquella ¨¦poca, aunque lo define como ¡°golpe bajo¡±.
R. En ning¨²n momento minimiz¨® el ataque golpista contra Rousseff. Al contrario, dijo que destituir a una presidenta elegida con 54 millones de votos por 367 parlamentarios de los que casi 300 est¨¢n bajo investigaci¨®n es un golpe bajo, disfrazado de legalidad. Us¨® una frase que sintetiza este proceso: ¡°Cambiaron las bayonetas por las togas¡±.
P. ?No piensa que el PT tiene alguna responsabilidad en los sucedido por la sucesi¨®n de esc¨¢ndalos de corrupci¨®n como Petrobras o Mensal?o?
R. Claro. El PT y los Gobiernos petistas se equivocaron. Primero, permitiendo que algunos militantes estuviesen implicados en esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. El PT es un partido que se consolid¨® empu?ando la bandera de la ¨¦tica. No deber¨ªa haber cometido irregularidades que afectasen al Gobierno y a empresas privadas. No deber¨ªa haber puesto en riesgo una empresa como Petrobras. Repiti¨® el modus operandi de la derecha que domin¨® el Estado brasile?o durante 500 a?os. Otro fallo es no haber hecho grandes reformas en un momento en el que el Gobierno ten¨ªa fuerza y credibilidad. Tambi¨¦n hubo errores en la direcci¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica durante el primer Gobierno de Dilma y eso abri¨® espacio a los ataques de la oposici¨®n
P. La ausencia de mujeres en el Gobierno tambi¨¦n ha sido criticada.
R. No solo es que no haya mujeres, es que se ha suprimido el Ministerio de Mujeres, Igualdad Racial, Juventud y Derechos Humanos. Obviamente, tampoco hay negros o indios. En un pa¨ªs con la diversidad de Brasil, cuya poblaci¨®n mayoritaria es negra y femenina, la imagen de un Gobierno formado por hombres blancos, viejos y ricos lo dice todo.
P. ?Qu¨¦ le parece la reacci¨®n de Am¨¦rica Latina?
R. Salvo la Argentina de Mauricio Macri, que expres¨® t¨ªmidamente respeto al Gobierno interino, la reacci¨®n ha sido bastante un¨¢nime. Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y El Salvador lo calificaron del golpe de Estado y la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos tambi¨¦n ha expresado su preocupaci¨®n. Ahora resta saber si el golpe se consolidar¨¢. Estoy confiado. Los golpistas no pasar¨¢n.
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