Con la crisis vuelven los secuestros expr¨¦s en Argentina
Son casos al voleo que duran unas pocas horas y cobran rescates muy bajos
Un ni?o de 10 a?os, un notario jubilado, un joven comerciante y hasta un diputado del Parlasur y su esposa, tambi¨¦n legisladora. Los casos de secuestros extorsivos se suceden en Argentina, tanto que se han encendido las alarmas entre los responsables de evitarlos. Las estad¨ªsticas justifican la preocupaci¨®n oficial: 104 casos desde enero, a un promedio de uno cada 29 horas. La cifra podr¨ªa ser a¨²n mayor porque, como admite el Gobierno, no todos se denuncian. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha negado sin embargo que el pa¨ªs se encuentre ante ¡°una ola de secuestros¡±, y ha dicho que los registrados durante las ¨²ltimas semanas ¡°son casos en los que en dos minutos, en cualquier esquina, se levanta a una persona y se hace una transacci¨®n de auto a auto". ¡°La polic¨ªa est¨¢ llegando a los n¨²cleos donde se est¨¢n cometiendo estos delitos y frenar¨¢ esta cantidad que ha habido¡±, prometi¨®.
Los secuestros extorsivos no son un fen¨®meno nuevo en Argentina y tiene sus propias particularidades. En la jerga policial se los llama expr¨¦s: son al voleo, carecen de inteligencia previa y se resuelven en unas pocas horas tras el pago de peque?as sumas de dinero. El riesgo para los delincuentes es bajo y la mayor¨ªa de las veces la polic¨ªa se entera cu¨¢ndo la familia de la v¨ªctima ya lleva muy avanzadas las negociaciones para el rescate.
Los secuestros expr¨¦s alcanzaron su pico de popularidad tras la crisis econ¨®mica de 2001, cuando el dinero escaseaba y lo poco que hab¨ªa en la calle se guardaba en casa y no en los bancos, por ese entonces afectados por una profunda crisis de confianza. El fen¨®meno se ha reactivado ahora en la ciudad de Buenos Aires y los partidos de la provincia que forman el conurbano de la capital. Es all¨ª donde vive el 40% de la poblaci¨®n de Argentina y los problemas con la seguridad han sido siempre complejos de enfrentar.
El jefe de la polic¨ªa de la provincia de Buenos Aires, Pablo Bressi, coincidi¨® con la ministra Bullrich en quitar dramatismo a la situaci¨®n. "No hay una problem¨¢tica que se pueda definir como una ola de secuestros. No hay un par¨¢metro de bandas organizadas para hacer secuestros, sino hechos al voleo¡±, dijo el funcionario, quien incluso habl¨® de una disminuci¨®n del 25% con respecto al a?o 2015. ¡°Adem¨¢s se resolvieron m¨¢s casos¡±, agreg¨®. Las autoridades insisten en que el problema es c¨ªclico y que ahora se ha reactivado por el inter¨¦s de la prensa en darles cobertura.
Los casos, sin embargo, contradicen a los funcionarios. El secuestro que m¨¢s ha conmocionado a la opini¨®n p¨²blica ha sido el de un ni?o de 10 a?os que estuvo dos d¨ªas sedado y atado a una cama en un hotel del barrio de Constituci¨®n, en el sur de la capital. La v¨ªctima pertenec¨ªa a una familia humilde, due?a de un negocio de comida que logr¨® reunir como rescate unos 150.000 pesos (10.000 d¨®lares). Finalmente el pago no se concret¨® porque los secuestradores cayeron en el momento del cobro. M¨¢s violento fue el secuestro de un comerciante de 26 a?os elegido al azar cuando sub¨ªa a su auto en el barrio de Belgrano. El joven fue finalmente liberado sin pagar un peso, pero sus secuestradores le pegaron un tiro en una pierna antes de dejarlo ir. En Ituzaing¨® (oeste), un comerciante pag¨® 10.000 pesos (poco m¨¢s de 700 d¨®lares) por su libertad, en un secuestro que incluy¨® un enfrentamiento a tiros con la polic¨ªa. Otro caso alcanz¨® las primeras planas por la dimensi¨®n de las v¨ªctimas, el diputado del Parlasur Osvaldo M¨¦rcuri y su esposa, la legisladora provincial Mar¨ªa Elena Torres. M¨¦rcuri, un hist¨®rico dirigente del peronismo que se ha pasado al partido del presidente Mauricio Macri, el PRO, estuvo secuestrado durante unas horas, pag¨® 3.500 d¨®lares de rescate y no denunci¨® su caso a la polic¨ªa hasta que se vio libre.
La inseguridad preocupa a los argentinos
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