Opico, la masacre que conmocion¨® a El Salvador
El juicio a los asesinos de 11 trabajadores y jornaleros comienza con dudas
Estar¨ªa prohibido, no ser¨ªa ¨¦tico o al menos agradable acompa?ar este texto con el v¨ªdeo de la matanza m¨¢s cruel grabada en El Salvador. Ni siquiera precedido de una cortinilla que advierta sobre ¡°las duras im¨¢genes que va a ver a continuaci¨®n¡±.
Tampoco es f¨¢cil encontrarlo en Internet, ya que no pasar¨ªa el filtro de ninguna plataforma.
A modo de aproximaci¨®n se puede decir que la muerte de 11 trabajadores en el municipio de San Juan Opico, a media hora en coche de la capital, y la consiguiente difusi¨®n de un v¨ªdeo grabado por uno de los asesinos mientras alguien remata a un hombre a machetazos en la nuca, convierte en actos piadoso las decapitaciones del Estado Isl¨¢mico. Esta dura segundos, la de Opico, minutos.
La dureza de las im¨¢genes que volaron por las redes sociales a mediados de abril conmocion¨® al pa¨ªs y atrajo la atenci¨®n sobre el juicio que comenz¨® esta semana contra los autores de la masacre m¨¢s impactante de los ¨²ltimos a?os en el pa¨ªs m¨¢s violento del mundo, algo as¨ª como doctorarse de literatura francesa en la Sorbona.
La guerra entre las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13), 18-Sure?os y 18-Revolucionarios dio un extra?o giro el 3 de marzo cuando un grupo de pandilleros de la 18-R lleg¨® hasta Opico, basti¨®n de la MS-13, en busca de miembros de la mara contraria. Al no hallarlos, seg¨²n el reporte oficial, se cebaron con ocho empleados de una compa?¨ªa el¨¦ctrica y tres jornaleros que pasaban por all¨ª, tambi¨¦n asesinados de forma cruel. "Trataban de generar la idea¡± de que era la MS-13 la que hab¨ªa cometido el crimen, dijo el jefe de la polic¨ªa, Howard Cotto.
En abril trascendi¨® un v¨ªdeo grabado por uno de los asesinos mientras alguien remata a un hombre a machetazos en la nuca
Primero dispararon contra uno de ellos, luego desnucaron a machetazos a otro, despu¨¦s ametrallaron al resto y para terminar los remataron a machetazos, mientras uno de ellos grababa entre risas con su tel¨¦fono la escabechina.
El Salvador no es ajeno a la violencia; en 2015 murieron 6.657 personas o lo que es lo mismo uno de cada 972 salvadore?os fue asesinado. Se estima que en torno al 60 % de las v¨ªctimas son consecuencia directa del fen¨®meno de las maras. En este caso el presidente Salvador S¨¢nchez Cer¨¦n se puso a la cabeza de las investigaciones y asumi¨® el liderazgo medi¨¢tico en la b¨²squeda de los culpables.
Cuatro d¨ªas despu¨¦s de la masacre, el 7 de marzo, el mandatario del Frente Farabundo Mart¨ª de Liberaci¨®n Nacional (FMLN) anunci¨® que el caso estaba a punto de resolverse tras la detenci¨®n de m¨¢s de 80 personas que el gobierno relacion¨® con la MS-13, entre ellas nueve funcionarios del ayuntamiento capturados por error. Pero aquel impulsivo operativo policial result¨® un paso en falso, y la Fiscal¨ªa no abri¨® diligencias contra ninguno de los detenidos, por falta de pruebas.
Finalmente el martes 24 de mayo un juzgado decret¨® prisi¨®n provisional contra siete pandilleros adultos utilizando como principales pruebas las declaraciones de un testigo protegido -uno de los autores de la masacre- y el v¨ªdeo encontrado en el tel¨¦fono celular. Un aparente r¨¦cord de eficacia en un pa¨ªs con una impunidad que ronda el 95 %, y donde la posibilidad de que un culpable termine sentado en un banquillo, no condenado, s¨®lo sentado frente a un juez, es menos de una entre 10.
Con este caso como bandera, el gobierno mantiene desde finales de marzo el estado de emergencia en las siete c¨¢rceles m¨¢s peligrosas del pa¨ªs, donde s¨®lo hay pandilleros. La medida implica que los reclusos no reciben visitas familiares y permanecen las 24 horas encerrados en la celda.
Paralelamente, gan¨® ox¨ªgeno ante la opini¨®n p¨²blica la pol¨¦mica pol¨ªtica de mano dura desatada por S¨¢nchez Cer¨¦n desde enero de 2015, quien ha aumentado la presencia del Ej¨¦rcito en tareas de seguridad p¨²blica y ha movilizado tanquetas y helic¨®pteros en el combate a las pandillas.
La Fiscal¨ªa acusa formalmente a nueve personas de ser miembros de la clica Vatos Locos Primaveras. ¡°Todos son autores directos y realizaron funciones propias para privar de libertad a las v¨ªctimas y quitarles la vida¡±, dijo el fiscal.
Pero tanta rapidez ha dejado algunos cabos sueltos. Una investigaci¨®n del peri¨®dico digital El Faro revel¨® que uno de los detenidos, Miguel ?ngel Deras Mart¨ªnez, probablemente no particip¨® en la matanza y que ni siquiera es pandillero. Despu¨¦s de detectar serias incongruencias en el requerimiento fiscal, y de interrogar a una veintena de personas de su entorno, visitar su casa y rastrear su vida, sus gustos y sus redes sociales, no hay nada que huela a pandillerismo, y todo apunta a que aquel 3 de marzo estaba comprando camarones en el mercado para la cevicher¨ªa que regenta.
Ante las evidencias, y la posibilidad de que Miguel Deras reciba una condena de no menos de 330 a?os, el procurador adjunto de Derechos Humanos, Antonio Aguilar, escribi¨® el jueves en su cuenta de Twitter: ¡°Ya est¨¢ en camino una investigaci¨®n¡±.
Santiago, vocero de la 18-Sure?os pero que dice hablar en nombre de las tres pandillas (unos 60.000 pandilleros, seg¨²n estimaciones oficiales) confirm¨® a EL PA?S la versi¨®n policial sobre como sucedi¨® la masacre. El vocero lo atribuye a un grupo de "locos y drogados" que actuaron por su cuenta. ¡°La matanza fue un hecho aislado, y no fue ni autorizada ni consentida por nadie de las pandillas ni de dentro ni de fuera de la c¨¢rcel¡±, explica en entrevista en la capital salvadore?a.
Santiago sostiene que las pandillas MS-13, 18-R y 18-S mantienen un cese de acciones unilateral que comenz¨® el 26 de marzo y ha reducido el n¨²mero de muertos en el pa¨ªs de 22 diarios promediados entre enero y marzo, a 11 promediados desde entonces. Naciones Unidas considera que una sociedad como la salvadore?a, de 6.5 millones de habitantes, estar¨ªa dentro ya de par¨¢metros de ¡°epidemia de violencia¡± con dos muertos diarios. La violencia en El Salvador ha provocado el aumento en el ¨¦xodo de j¨®venes y se han multiplicado las peticiones de asilo humanitario en pa¨ªses vecinos, como M¨¦xico, Costa Rica y Panam¨¢.
¡°Somos los primeros que queremos matar a quienes hicieron eso¡±, insiste Santiago. De momento, el pa¨ªs respira aliviado al ver al grupo de presuntos asesinos a un paso de ser condenados a cadena perpetua. Si son culpables, se sabr¨¢ despu¨¦s. O no.
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