Maduro acude al di¨¢logo internacional para ganar tiempo
El chavismo reacciona al anuncio de la OEA de activar la Carta Democr¨¢tica lanzando un guante a la oposici¨®n a la vez que presenta una denuncia contra el parlamento
La invocaci¨®n este martes por parte del secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de la Carta Democr¨¢tica Interamericana para evaluar la situaci¨®n en Venezuela, ha llevado a una nueva fase los esfuerzos diplom¨¢ticos que se adelantan para conjurar la crisis en el pa¨ªs suramericano.
La Carta Democr¨¢tica Interamericana fue promulgada el 11 de septiembre de 2001. Mientras las Torres Gemelas se desplomaban en Nueva York, en Lima dignatarios de todo el hemisferio se reun¨ªan para suscribirla. El documento procuraba coordinar a las entonces todav¨ªa j¨®venes democracias del continente ¨CPer¨² acababa de deshacerse del r¨¦gimen fujimorista- para conformar un cord¨®n sanitario que aislara a cualquier naci¨®n en la que se produjera una interrupci¨®n del hilo constitucional.
Aunque sus sanciones son solo de car¨¢cter pol¨ªtico y pueden acarrear hasta la suspensi¨®n del Estado en cuesti¨®n del sistema interamericano, la activaci¨®n de la carta es una solicitud largamente reclamada por la oposici¨®n venezolana. Al pedir una sesi¨®n extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA en virtud del art¨ªculo 20 de la carta, Almagro ¨Cque justific¨® la convocatoria tras presentar un informe de 132 p¨¢ginas que diagnostica el deterioro de la democracia en Venezuela- parece haberse hecho eco de esas exigencias.
Maduro anunci¨® tambi¨¦n que estudia emprender ¡°acciones legales¡± en Espa?a contra diversos medios peninsulares?
La reacci¨®n furibunda del Gobierno de Caracas no se hizo esperar. El presidente Nicol¨¢s Maduro, que entiende que la Carta Democr¨¢tica constituye el pre¨¢mbulo de una intervenci¨®n extranjera, calific¨® en horas de la tarde del martes ese documento como ¡°una entelequia¡± y sugiri¨® a Almagro met¨¦rselo ¡°por donde le quepa¡±.
Maduro, que durante casi siete a?os sirvi¨® al fallecido Hugo Ch¨¢vez como Canciller, sabe bien de qu¨¦ habla. En dos crisis regionales ¨Cel derrocamiento del presidente hondure?o Manuel Zelaya en 2009, y la destituci¨®n por el parlamento paraguayo del presidente Fernando Lugo, en 2012- promovi¨® la puesta en vigencia de la Carta Democr¨¢tica como parte de las iniciativas hemisf¨¦ricas para la restituci¨®n del orden constitucional en esos pa¨ªses.
Para sorpresa de todos, sin embargo, apenas unas tres horas despu¨¦s de sus invectivas, el mismo martes pero en otra intervenci¨®n televisada, el presidente venezolano reapareci¨® con su talante de estadista. Pidi¨® entonces a la oposici¨®n volver a las rondas ¡°de aproximaci¨®n¡± que, bajo el auspicio de una terna de ex presidentes iberoamericanos y la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur), parecieron morir al nacer el pasado viernes en un balneario de Santo Domingo.
En un pa¨ªs como Venezuela, donde falta casi cualquier mercanc¨ªa, el bien m¨¢s escaso y preciado para el Gobierno es el tiempo. Los estudios de opini¨®n demuestran que cualquier proceso electoral se resolver¨ªa en la actualidad con una aparatosa derrota del oficialismo. Maduro, que gobierna un d¨ªa a la vez, necesita bloquear o, al menos, posponer hasta 2017 la realizaci¨®n del referendo revocatorio que pide la oposici¨®n. Conseguirlo no solo le dar¨ªa la oportunidad de intentar alg¨²n repunte en las encuestas para el bando gubernamental sino, sobre todo, asegurarse de que, si pierde, lo sustituya en el cargo el vicepresidente ¨Cpor ahora, el ex ministro y gobernador chavista Arist¨®bulo Ist¨²riz- para completar el periodo de su magistratura hasta 2019.
Maduro parece hacer encontrado una rendija dentro de la comunidad internacional donde puede comprar ese tiempo: las rondas de Rep¨²blica Dominicana. Se trata de una iniciativa de intermediaci¨®n impulsada por los ex presidentes Mart¨ªn Torrijos, de Panam¨¢; Leonel Fern¨¢ndez, de Rep¨²blica Dominicana; y el espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero; en conjunto con la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur).
La primera jornada de ese proceso, realizada el viernes pasado en Santo Domingo, termin¨® en un cruce de recriminaciones mutuas a trav¨¦s de las redes sociales entre Gobierno y oposici¨®n. Ese escarpado inicio no es el ¨²nico elemento poco auspicioso para una eventual negociaci¨®n. Sectores de oposici¨®n perciben a Unasur y a los ex presidentes como una parte af¨ªn al Gobierno. Una declaraci¨®n de la Conferencia Episcopal Venezolana aseguraba este martes que Unasur ¡°no es un actor adecuado para el di¨¢logo porque en su g¨¦nesis el gobierno de Ch¨¢vez tuvo mucho que ver¡±. Pero, aclar¨® el cardenal Jorge Urosa, ¡°es la oposici¨®n quien debe decidir si acepta o no la mediaci¨®n de Unasur¡±.
De manera inesperada, el mismo martes, los cancilleres de Argentina, Chile, Colombia y Uruguay emitieron un comunicado conjunto en el que expresaban su ¡°satisfacci¨®n por las gestiones realizadas por los ex presidentes¡± y su apoyo ¡°a este esfuerzo de entendimiento y di¨¢logo y a los procedimientos constitucionales tal como el relativo al refer¨¦ndum revocatorio¡±.
La declaraci¨®n apareci¨® como una r¨¦plica a la iniciativa de Almagro y, a la vez, como el apuntalamiento de una cancha alternativa a la de la OEA, que ya Maduro percibe como hostil. No resulta una coincidencia que casi en simult¨¢neo el presidente venezolano adoptara, ante las c¨¢maras de televisi¨®n, una actitud favorable para las conversaciones en Santo Domingo, contrastante con el acre rechazo que mostr¨® ante la invocaci¨®n de la Carta Democr¨¢tica y sus plazos perentorios. En medio del ajedrez diplom¨¢tico que se juega en Venezuela, el chavismo, casi como una iron¨ªa a la luz de sus lemas anti intervencionistas, busca algo de ox¨ªgeno en la mediaci¨®n internacional.
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