El sindicato radical de maestros redobla su pulso a Pe?a Nieto por la reforma educativa

El volc¨¢n educativo ha estallado en M¨¦xico. El largo, profundo y violento conflicto entre el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto (PRI) y los sindicatos radicales por la reforma educativa se ha agudizado hasta l¨ªmites insospechados. Tras una semana de bloqueos de carreteras, toma de ayuntamientos, ataques a gasolineras, secuestro de polic¨ªas y escarnio a los disidentes, la poderosa y ultraizquierdista Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Ense?anza (CNTE) llev¨® su desaf¨ªo hasta el mismo coraz¨®n de la capital y amenaz¨® con elevar la escalada. Un pulso hist¨®rico ante el que Pe?a Nieto ha decidido mantenerse firme ¡°sin importar qu¨¦ obst¨¢culos haya que vencer¡±.

?Ya no hay vuelta atr¨¢s. El poder presidencial ha puesto la l¨ªnea roja en el campo de batalla. La apuesta es arriesgada. Pero dif¨ªcilmente la perder¨¢ Pe?a Nieto. La reforma educativa, aprobada por la pr¨¢ctica totalidad del arco parlamentario, goza de un fuerte respaldo social. Tanto que para muchos no es una opci¨®n pol¨ªtica sino una necesidad; una divisoria entre el pasado y el presente de un pa¨ªs de 55 millones de pobres y cuyo nivel educativo est¨¢ por detr¨¢s de Kazajist¨¢n en las evaluaciones de PISA.

Pero el cambio supone desmantelar antiguas y poderosas estructuras. La principal es la CNTE. Enraizada en la paup¨¦rrima franja sur, en Chiapas, Oaxaca, Michoac¨¢n y Guerrero, esta central, con el benepl¨¢cito en su d¨ªa del PRI, ha crecido durante d¨¦cadas amparada en el clientelismo. Su control de los organismos educativos, su capacidad de ofrecer puestos de empleo en un universo de miseria, con un PIB per c¨¢pita cinco veces menor que el de la capital, le otorgaron una hegemon¨ªa incomparable en otras latitudes.

La ley educativa ataca la m¨¦dula de este ecosistema clientelar. Para acabar con la compra-venta y heredad de plazas docentes, establece el concurso obligatorio y abre las puertas a opositores de otros estados. Tambi¨¦n impone la evaluaci¨®n del profesorado y su expulsi¨®n el caso de que se nieguen a realizar las pruebas. Por ¨²ltimo, acaba con la concesi¨®n autom¨¢tica de plazas a los maestros procedentes de las escuelas normalistas, el semillero tradicional del sindicato.

La reacci¨®n de la coordinadora ha sido furibunda. A lo largo de meses, en sucesivas oleadas, ha movilizado a decenas de miles de maestros y los ha lanzado a las calles. La ofensiva, con quema de oficinas electorales y toma de aeropuertos, ha chocado contra un muro. Golpe a golpe, el Gobierno ha ido retirando los resortes del poder al sindicato y, en una ¨²ltima vuelta de tuerca, anunci¨® hace dos semanas el despido de 4.000 profesores por participar en una huelga ilegal. Este mazazo ha sido el detonante de la escalada que ayer colaps¨® el centro de la capital y que esta semana ha horrorizado al pa¨ªs con escenas cargadas de odio medieval.

En un despliegue bien calculado y muy centrado en sus feudos de Chiapas y Oaxaca, el sindicato ha ocupado estos d¨ªas decenas de alcald¨ªas, bloqueado carreteras, quemado gasolineras e incluso secuestrado durante ocho horas a siete agentes de la fiscal¨ªa y la polic¨ªa. En este contexto, grupos sat¨¦lites raparon p¨²blicamente a seis docentes por no participar en las protestas. Un escarnio que ha dejado paso a la perplejidad al descubrirse que en el caso de los polic¨ªas retenidos, la autoridad negoci¨® su liberaci¨®n a cambio de no presentar denuncia; y que entre los profesores rapados, dos de ellos, posiblemente v¨ªctimas de su entorno, salieron al d¨ªa siguiente en defensa del sindicato.

La exhibici¨®n de fuerza ha servido a la CNTE para demostrar que sobre el terreno a¨²n es un actor importante. Pero tambi¨¦n ha revelado su endeblez en las alturas pol¨ªticas. En pleno periodo electoral (este domingo se celebran comicios a 12 gubernaturas), su estrategia apenas ha concitado apoyos. S¨®lo el eterno aspirante presidencial Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha dado el paso. Aunque con otras miras. El l¨ªder m¨¢s carism¨¢tico de la izquierda ha buscado con su respaldo capitalizar el voto futuro de decenas de miles de docentes en una zona que le es relativamente propicia y en un tema en el que juega a la contra en solitario.

El golpe de L¨®pez Obrador, al que las encuestas sit¨²an en cabeza para las presidenciales de 2018, ha sido aprovechado por el Gobierno para destacar su perfil radical y caudillista. En el tablero, a fin de cuentas, hay mucho m¨¢s que un pulso con un sindicato rebelde. Para Pe?a Nieto, cuya valoraci¨®n atraviesa horas negras, se trata de la ¨²ltima gran baza del mandato. Un legado hist¨®rico cuya gesti¨®n ha encomendado a uno de sus m¨¢s queridos delfines, su anterior jefe de gabinete y actual secretario de Educaci¨®n, Aurelio Nu?o. Un pol¨ªtico h¨¢bil y consciente de que una victoria en la batalla educativa aumentar¨ªa sus posibilidad de seguir en la c¨²pula pri¨ªsta y hasta de concurrir en la carrera presidencial.