La candidata de Beppe Grillo inflige una derrota a Renzi en Roma
Los candidatos del primer ministro vencen en Mil¨¢n, Tur¨ªn y Bolonia, pero ser¨¢ necesaria una segunda vuelta
Las principales alcald¨ªas de Italia tendr¨¢n que esperar. El recuento de las elecciones celebradas ayer en 1.342 municipios arrojan una clara victoria en Roma de Virginia Raggi, la candidata del Movimiento 5 Estrellas (M5S), y en Tur¨ªn y N¨¢poles de los actuales alcaldes, los izquierdistas Piero Fassino y Luigi De Magistris, pero sin superar en ninguno de los casos el 50% de los votos necesarios para evitar la segunda vuelta. En Mil¨¢n, Bolonia y Cagliari tambi¨¦n gan¨® el centroizquierda. Aunque solo vot¨® el 66,10% del electorado ¡ªseis puntos menos que en los anteriores comicios¡ª, el fantasma de la gran abstenci¨®n que pronosticaban los sondeos qued¨® conjurado. La agon¨ªa de Silvio Berlusconi sigue arrastrando al centroderecha.
Una vez que concluya el escrutinio ¡ªlas urnas se cerraron a las 23.00 horas de ayer¡ª, los resultados globales reflejar¨¢n el estado de salud pol¨ªtica de Matteo Renzi, siempre al filo de la navaja, su h¨¢bitat natural. Aunque el primer ministro insista en negarlo, los resultados definitivos de las municipales influir¨¢n en la manera de afrontar su pr¨®ximo duelo a muerte, el refer¨¦ndum constitucional del mes de octubre. Renzi, quien hace dos a?os se hizo con el Gobierno sin pasar por las urnas, asegura que si los ciudadanos no respaldan sus reformas, dimitir¨¢.
El fantasma de la abstenci¨®n y la fatiga de los viejos partidos hacen presagiar un oto?o caliente. De hecho, a la una de la madrugada, el segundo puesto de las elecciones en Roma se lo estaban disputando a cara de perro el candidato del PD, Roberto Giachetti, y la candidata promovida por la Liga Norte, Giorgia Meloni. De caer en manos de esta ¨²ltima, dentro de un par de semanas la capital de Italia se la disputar¨ªan el M5S y la Liga, lo que sin duda supondr¨ªa un gran fracaso para los partidos tradicionales en general y para Matteo Renzi en particular.
Aunque tan distinto en el fondo y en las formas a sus dos inmediatos antecesores, Matteo Renzi comparte con Mario Monti y Enrico Letta el mismo pecado original: no fueron votados por los ciudadanos. A Monti lo coloc¨® en el cargo a finales de 2011 el anterior presidente de la Rep¨²blica, Giorgio Napolitano, para que tratara de remediar los desvar¨ªos de Silvio Berlusconi, y Letta tambi¨¦n fue designado por el viejo estadista para salir del bloqueo que hab¨ªa provocado la victoria p¨ªrrica del candidato del Partido Democr¨¢tico (PD), Pier Luigi Bersani, en las elecciones generales de la primavera de 2013. Renzi, en cambio, no necesit¨® que lo colocase nadie.
Capital pol¨ªtico
En febrero de 2014, descabalg¨® del poder a Letta y, solo tres meses despu¨¦s, logr¨® para el centroizquierda italiano el 40,8% de los votos en las elecciones al Parlamento Europeo. De aquella victoria inusitada en un partido acostumbrado a perder construy¨® Renzi un capital pol¨ªtico que, junto a su infinita confianza en s¨ª mismo y a la agon¨ªa de Silvio Berlusconi, le han permitido gobernar con soltura y arrojo. De hecho, casi todas sus reformas importantes ¡ªla eliminaci¨®n del Senado como C¨¢mara legislativa, la nueva y tan esperada ley de uniones civiles¡ª las ha sacado adelante presentando mociones de confianza, un ardid que pone a los parlamentarios ante la tesitura de dar luz verde a las propuestas o dejar caer al Gobierno. El joven primer ministro siempre ha salido victorioso, pero el triple salto mortal en forma de refer¨¦ndum del pr¨®ximo mes de octubre es a¨²n m¨¢s complicado. Porque no son los diputados con sus ataduras partidarias los que decidir¨¢n en esta ocasi¨®n, sino los ciudadanos, y de ah¨ª que las municipales de ayer ¡ªlo admita Renzi o no¡ª constituyan sin lugar a dudas una importante piedra de toque.
Y, a espera de los resultados definitivos ¡ªlas urnas cerraron tan tarde al celebrarse a jornada ¨²nica, y en muchos de los municipios habr¨¢ que esperar a la segunda vuelta, el domingo 19¡ª, los caballos de batalla fueron la gran abstenci¨®n y la fatiga de los viejos partidos. Seg¨²n distintos analistas, el abstencionismo, que antes penalizaba sobre todo al centroderecha de Berlusconi, ahora puede golpear a todas las formaciones por igual, con la ¨²nica excepci¨®n tal vez del Movimiento 5 Estrellas (M5S), que todav¨ªa conserva un impulso juvenil y de protesta que lo distingue de los viejos partidos.
Seg¨²n el analista Roberto Weber, presidente del Insituto Ix¨¨, existe en Italia una ¡°tasa de rencor social¡± muy extendida que se puede explicar en parte por las repercusiones de las crisis econ¨®micas, pero no solo. Seg¨²n sus datos, dos de cada tres electores pueden transformar su ¡°rencor¡± en abstenci¨®n ante una clase pol¨ªtica que no soluciona sus problemas. Hasta el Vaticano, a trav¨¦s del Osservatore Romano, ha mostrado su preocupaci¨®n ante la posibilidad de que el abstencionismo se disparara. Con respecto a la agon¨ªa del viejo modelo de partidos, el caso de Roma se antoja sintom¨¢tico.
La capital de Italia sigue siendo una ciudad ca¨®tica, intervenida por el Gobierno desde el pasado mes de octubre despu¨¦s de a?os de malas pr¨¢cticas y sospechas de infiltraci¨®n mafiosa.
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