El recuento apuntala la victoria por la m¨ªnima de Kuczynski en Per¨²
Con el 92,6% escrutado, la diferencia se estrecha muy ligeramente: 50,28% para PPK y 49,72% para Fujimori
El recuento en Per¨² parece confirmar la inesperada derrota por la m¨ªnima de la derechista Keiko Fujimori y la victoria del liberal Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Los datos con?el 92,6% escrutado?apuntan que los Fujimori han repetido su fracaso de 2011, cuando se quedaron sin la victoria en la recta final frente a Ollanta Humala. La diferencia en este punto del recuento se estrecha muy ligeramente: 50,28% ?y 49,72%. De?nuevo la ola de antifujimorismo del final de la campa?a, en este caso con un respaldo de ¨²ltima hora de la izquierda al liberal Kuczynski para frenar a Fujimori, parecen haber tenido un efecto sorprendente. Con ese 91% del escrutinio oficial, el exministro de Econom¨ªa de Alejandro Toledo lograba un 50,3% frente al 49,7% de la hija del aut¨®crata que gobern¨® Per¨² entre 1990 y 2000. Sin embargo, los fujimoristas se negaban a reconocer la derrota a la espera de un vuelco con los ¨²ltimos datos del interior, m¨¢s fujimorista. De hecho, la diferencia se fue acortando ligeramente durante toda la noche hasta quedar casi en medio punto, un suspiro, alrededor de 100.000 votos entre los 16 millones de personas que acudieron a las urnas.
En un ambiente de gran tensi¨®n con diferencias muy escasas y cierto miedo al fraude, Kuczynski compareci¨® ante sus fieles con una expresi¨®n de inquietud muy contenida. "No hemos ganado todav¨ªa, para eso hay que esperar los resultados oficiales. Tenemos que ser vigilantes para que no nos roben los votos en la mesa. Pero estoy seguro que la ONPE [la organizaci¨®n electoral] saldr¨¢ ma?ana en la noche con su veredicto a favor de la democracia. Tendremos un pa¨ªs democr¨¢tico. Por eso tomamos estos veredictos oficiales con optimismo pero con modestia. Nosotros aborrecemos la dictadura y amamos el di¨¢logo", asegur¨® el candidato. Y a partir de ah¨ª llam¨® al di¨¢logo, imprescindible porque est¨¢ en minor¨ªa en el Congreso. "Somos conciliadores, a pesar de los que nos dicen vamos a poder gobernar el Per¨² hacia un horizonte brillante y mejor. Vamos a conversar con todos. No m¨¢s pullas ni enfrentamientos".
La tensi¨®n creciente de la noche qued¨® a¨²n m¨¢s clara cuando poco despu¨¦s habl¨® Keiko Fujimori y, lejos de reconocer la derrota, se dio por ganadora y confi¨® en que se confirmara su victoria cuando empezaran a llegar los votos del interior. "Nos llena de orgullo saber que contamos con el 50% de respaldo de la poblaci¨®n", asegur¨®. "Es un voto ajustado, pero vemos la vitalidad de la democracia de nuestro pa¨ªs. Las cifras que vemos en la televisi¨®n nos muestran un empate t¨¦cnico. Vamos a esperar con prudencia, toda la noche llegar¨¢n los votos de las regiones y el voto rural del Per¨² profundo. Por eso estamos optimistas. Hoy hemos dicho no queremos odio, queremos unidad y reconciliaci¨®n. Estamos contentos rumbo a la victoria", clam¨®.
Fujimori centr¨® su campa?a en la inseguridad buscando el voto de los pobres y hace solo una semana parec¨ªa imparable camino de la victoria, con 5 o 7 puntos de ventaja sobre PPK. Pero el candidato dio un giro radical a su campa?a, endureci¨® sus ataques, y sobre todo se subi¨® en la ola de antifujimorismo alentada por la izquierda y por los esc¨¢ndalos que afectaron al partido de Keiko, cuando su secretario general tuvo que dejar el primer plano por una investigaci¨®n de la agencia antidrogas de EE UU, la DEA.
Fujimori parece ver como se le esfuma una victoria que ten¨ªa hecha sobre todo con el voto de los pobres, que apostaban por ella empujados por la desesperaci¨®n de la inseguridad y la sensaci¨®n de desprotecci¨®n. En el centro de votaci¨®n del colegio Leoncio Prado, en el barrio de Pamplona alta, muy cerca de una barriada de chabolas donde Keiko arrasa, esa realidad salta a la vista. Los vecinos han cerrado sus propias calles con enormes verjas, para protegerse de los ladrones. Cada habitante de esas casas bajas, explica Maribel, que tiene un puesto de comida, tiene llaves de la valla. Los coches no pueden circular en ning¨²n momento y por la noche se cierra por completo incluso el paso a las personas. ¡°Como la municipalidad no nos cuida lo hacemos nosotros, es por los pandilleros¡±, cuenta. En Lima casi todas las casas de los barrios de clase media tienen vallas electrificadas y en todos los caf¨¦s y restaurantes hay correas bajo la mesa para enganchar el bolso y evitar robos. La inseguridad es un asunto central, sobre todo para los m¨¢s pobres, que la sufren m¨¢s.
¡°Vecinos unidos contra el robo. Se proh¨ªbe el ingreso de delincuentes. Se dar¨¢ captura y castigo en la ronda vecinal¡±, se?ala un cartel en otra calle del barrio cerrada por los vecinos, que da idea de esa autogesti¨®n. Es en ese ambiente donde ha crecido el fujimorismo y sus propuestas de mano dura. Sin embargo, incluso aqu¨ª, en territorio fujimorista, hay gente como Alicia que votar¨¢ a PPK ¡°porque tiene m¨¢s experiencia [77 a?os frente a los 41 de Keiko]¡±, se?ala en el colegio despu¨¦s de votar. ¡°La gente de las invasiones [barrios de chabolas que se instalan en un cerro] vota a Fujimori porque est¨¢n agradecidos por la leche que les dan por la ma?ana y los comedores que tienen. Pero yo voy a apoyar a PPK por el bien del pa¨ªs¡±, sentencia Teodulfo.
En el colegio electoral en la universidad privada Ricardo Palma, en un barrio lime?o de clase media, los dos j¨®venes que est¨¢n a la puerta realizando los sondeos a pie de urna para dos encuestadoras diferentes se?alan que ¡°est¨¢ muy parejo¡±. Lima es clave porque en esta megaurbe reside un tercio de los casi 23 millones de peruanos llamados a votar. Y es donde est¨¢ m¨¢s fuerte PPK, que ha recibido un apoyo inestimable de la l¨ªder de la izquierda, Ver¨®nika Mendoza, y gracias a ella est¨¢ logrando entrar en los barrios pobres de Lima y en el sur del pa¨ªs, donde por s¨ª mismo no tendr¨ªa ninguna fuerza. Los primeros datos indicaban que PPK gan¨® en Lima y en el sur, precisamente gracias a los votos de Mendoza.
¡°Desde el lunes haremos una oposici¨®n vigilante¡±, se?alaba Mendoza despu¨¦s de votar en Cusco, su tierra. Ella ha dejado claro que apoya al liberal PPK solo para evitar que gane Keiko, pero luego ser¨¢ su opositora. Ese es otro de los grandes problemas. Si PPK da la sorpresa y se alza con el triunfo en esta segunda vuelta, se encontrar¨¢ con un Congreso controlado por los Fujimori. Algunos analistas creen que muchos parlamentarios fujimoristas se aliar¨ªan con PPK y adem¨¢s auguran que si Keiko pierde por segunda vez se abrir¨¢ una guerra familiar con su hermano Kenji, que aspira a sucederla, y que solo el padre encarcelado podr¨ªa dirimir. Para confirmar ese an¨¢lisis, Kenji hizo un gesto claro de distancia con su hermana y no acudi¨® a votar. En cualquier caso el de PPK ser¨ªa un Gobierno con dificultades parlamentarias.
La guerra de fondo es total pero Per¨² es un pa¨ªs donde las formas siempre se respetan y todos trasladan una enorme tranquilidad y respeto. Los candidatos mantuvieron un ritual especial en un pa¨ªs que tiene una de las cocinas m¨¢s famosas del planeta: el copioso desayuno electoral frente a las c¨¢maras. En ambiente festivo, los candidatos abren sus casas o alg¨²n local partidario para desayunar ante los objetivos con coberturas en directo de todas las cadenas.
Kuczynski desayun¨® con su esposa, Nancy Lange ¡ªprima de la actriz Jessica Lange¡ª en La Victoria, una barriada popular. "Que hoy ganen la democracia, la unidad y el di¨¢logo, Voten con alegr¨ªa", pidi¨® a sus seguidores. Keiko Fujimori desayun¨® ante las c¨¢maras con sus hijas y su marido, Mark Vilanella, adem¨¢s de su hermano Kenji y su madre, Susana Higuchi, que en los 90 se divorci¨® de su padre y denunci¨® la corrupci¨®n fujimorista. Esta vez las parejas de los dos candidatos son ciudadanos de EE UU. "Es un d¨ªa de fiesta, llego contenta, con ilusi¨®n", se?al¨® Fujimori antes de votar. Solo el recuento determinar¨¢ para qui¨¦n es la fiesta esta vez.
Los flancos d¨¦biles del proceso electoral
En Per¨², no son solo importantes las distancias geogr¨¢ficas debido a su dif¨ªcil geograf¨ªa e insuficiente infraestructura de transporte. Hay urnas que tienen que se transportadas en canoa en medio de la selva varios d¨ªas antes de la votaci¨®n y solo se pueden recontar un d¨ªa despu¨¦s. Adem¨¢s, pocos ciudadanos est¨¢n informados respecto de qu¨¦ es legal y qu¨¦ no en las elecciones, y esa ventaja es aprovechada por quienes quieren impugnar votos o invalidar una mesa. El empate t¨¦cnico augurado por las encuestas aumenta la tensi¨®n. El fantasma del fraude del 2000, cuando se reeligi¨® Alberto Fujimori por tercera vez, incrementa el alerta de quienes tienen memoria.
La jornada fue m¨¢s tranquila que la primera vuelta, con muchas menos colas ¨Cera m¨¢s sencillo con dos candidatos y se establecieron medidas adicionales- pero s¨ª hubo problemas en algunas mesas porque no llegaron los miembros y los que seg¨²n la ley tienen que hacerse cargo, esto es los ciudadanos que est¨¢n primeros en la cola para votar, no quer¨ªan asumir esa responsabilidad.
Otros ciudadanos reportaron numerosas irregularidades, una de ellas com¨²n desde elecciones anteriores: las c¨¦dulas previamente marcadas por uno de los candidatos. En mesas en Lima y Arequipa hallaron c¨¦dulas a favor de Keiko Fujimori antes de que los electores voten. El presidente de la mesa 37891 en Lima rompi¨® una. Sin embargo, ese comportamiento podr¨ªa no repetirse en lugares sin fiscalizaci¨®n electoral y sin observaci¨®n ciudadana.
En Lima personas se identificaron en las mesas de votaci¨®n como personeros (interventores, fiscales) de un candidato, cuando en realidad eran infiltrados del contendor: los personeros defienden los votos de su partido pero deben registrarse previamente en la organizaci¨®n pol¨ªtica y capacitarse. En Facebook difundieron fotos de una mujer que se hizo pasar por personera de Peruanos por el Kambio, y trat¨® de confundir a los representantes de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y a los verdaderos personeros registrados.
Por otro lado, el viernes algunos ciudadanos distribuyeron en Facebook fotos de un ¨¢nfora de la ONPE trasladada desde una casa particular en Lima a un taxi, cuando las urnas deben ser transportadas en grandes cantidades por la movilidad contratada formalmente por dicha entidad, por lo general camiones.
Adem¨¢s, especialistas en inform¨¢tica han alertado desde la primera vuelta que no hubo auditores independientes que revisaran tanto el servidor central de la ONPE, para detectar posibles hackeos o infiltraciones, como el software y servidor del voto electr¨®nico.
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