La oposici¨®n venezolana asegura que volver¨¢ a la mesa de di¨¢logo ¡°sin presiones¡±
El vicepresidente de la Asamblea Nacional admite divergencias en la MUD y desconfianza hacia el Gobierno
Su bajo perfil, deliberado, ha impedido hasta ahora reconocer el rol clave que Enrique M¨¢rquez desempe?a en la actual coyuntura de la pol¨ªtica venezolana. Natural del Estado de Zulia ¨Ctradicional provincia petrolera al extremo noroccidental del pa¨ªs-, este ingeniero el¨¦ctrico de 53 a?os dirige el partido Un Nuevo Tiempo (UNT), fundado por el exgobernador regional y excandidato presidencial Manuel Rosales ¨Cpreso desde octubre de 2015¨C y adem¨¢s ocupa desde enero pasado la primera vicepresidencia de la Asamblea Nacional.
Tirios y troyanos le reconocen la templanza propia del buscador de consensos. Pero, m¨¢s que su talante, es la circunstancia pol¨ªtica lo que le parece haber dado la responsabilidad de fiel de la balanza en el seno del G4, el politbur¨® de la Mesa de Unidad Democr¨¢tica (MUD) que re¨²ne a las principales cuatro partidos de la oposici¨®n: adem¨¢s de UNT, Primero Justicia (PJ), Acci¨®n Democr¨¢tica (AD) y Voluntad Popular (VP). El de M¨¢rquez es el ¨²nico de ellos que no tiene a ning¨²n postulado para la carrera por la candidatura presidencial de oposici¨®n, en caso de que el r¨¦gimen chavista quede desplazado en corto plazo.
Sin embargo, llega la ocasi¨®n para que Enrique M¨¢rquez alce su voz. La MUD titubea y da pasos en falso ante la posibilidad de un di¨¢logo con el Gobierno que facilitan una terna de expresidentes ¨Cincluyendo al espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero- y la Uni¨®n de Naciones Suramericanas (Unasur), con el apoyo tras bambalinas de Estados Unidos. M¨¢rquez admite en una entrevista con EL PA?S que ¡°es inocultable que hay diferencias en el seno de la MUD acerca de c¨®mo manejar este proceso de di¨¢logo. Ha habido voces que se han levantado al respecto, como la del Gobernador del Estado de Miranda, Henrique Capriles. Debo decir que respetamos su posici¨®n pero no la compartimos. Y f¨ªjate que no lo hab¨ªamos hecho p¨²blico, es la primera vez que hablamos de esto. ?Por qu¨¦? Porque consideramos que este tema hay que manejarlo a lo interno de la MUD para que salga una sola posici¨®n. En la medida que salgan dos, tres o cuatro posiciones y se hagan p¨²blicas, entonces despu¨¦s se har¨¢ muy dif¨ªcil poder generar un proceso interno de acomodo y de consenso¡±.
M¨¢rquez afirma que la MUD no ha recibido todav¨ªa, en el marco de la ronda de negociaci¨®n que se intenta iniciar en Rep¨²blica Dominicana, ¡°ninguna propuesta¡± del Gobierno ¡°sino una agenda, que aprobamos¡±. La agenda incluir¨ªa cuatro puntos tem¨¢ticos propuestos por la oposici¨®n -garantizar la celebraci¨®n del revocatorio, la libertad de los presos pol¨ªticos, el respeto de los poderes p¨²blicos...- y uno solo por el Gobierno, el de la recuperaci¨®n econ¨®mica. ¡°Nosotros entendemos que el tema econ¨®mico sea el m¨¢s importante para el Gobierno¡±, precisa M¨¢rquez, incr¨¦dulo, ¡°pero tarde que lo viene a descubrir¡±. Asegura que la propuesta de rehabilitaci¨®n econ¨®mica que se plantea para la mesa de di¨¢logo incluye la atenci¨®n a la crisis humanitaria que, como producto del desabastecimiento de alimentos y medicinas, amenaza con hacer de Venezuela un polvor¨ªn. ¡°Pero hasta los mismos facilitadores saben que un pa?o de agua tibia, como lo ser¨ªa una ayuda humanitaria para enfrentar la crisis, no va a funcionar a menos que haya medidas de fondo en el ¨¢rea econ¨®mica. No hay forma de salvar al pa¨ªs si no se revierte lo que se ha venido haciendo¡±.
A ra¨ªz de las divergencias opositoras sobre el di¨¢logo con el Gobierno y su pertinencia, ¡°le hemos pedido a Unasur un margen de tiempo para evaluar c¨®mo entrarle a esa agenda de una manera solvente. No escondemos la desconfianza que le tenemos al Gobierno en esta materia. ?Por qu¨¦? Bueno, porque lo conocemos. Pero estamos dispuestos a volver a sentarnos a conversar, porque el di¨¢logo es insustituible¡±. M¨¢rquez pronostica: ¡°Por supuesto que vamos a volver a esa mesa, pero no vamos a ir a la fuerza, no vamos a ir presionados¡±.
Adem¨¢s de la desconfianza que la oposici¨®n siente por el Gobierno, M¨¢rquez menciona a ¡°los egos y los protagonismos¡± como el otro obst¨¢culo que ha impedido que la MUD asuma sin complejos la posibilidad de sentarse a hablar con los representantes del chavismo. ¡°?Imag¨ªnese que todos los l¨ªderes opositores cedi¨¦ramos a la tentaci¨®n del protagonismo, en la que a un pol¨ªtico le resulta muy sencillo caer! La unidad se despedazar¨ªa, como ya ocurri¨® en 2014. Lo que se est¨¢ viviendo en Venezuela es sumamente grave, tan grave que no admite ni equivocaciones ni personalismos, tampoco partidismos¡±.
Valora la labor de los facilitadores internacionales ¨C¡°alguno nos gustar¨¢ m¨¢s que otro, pero apreciamos la presencia de todos¡±- y, por tanto, pone empe?o en desmentir lo que llama ¡°especulaciones¡±. ¡°Por ejemplo, en el caso de la presencia del expresidente Zapatero, se ha dicho que vino a negociar la libertad de los presos pol¨ªticos a cambio de que dej¨¢ramos el revocatorio a un lado. Yo debo decir que Zapatero no le plante¨® eso a ning¨²n partido pol¨ªtico. Ni siquiera a nosotros, que tenemos a Manuel Rosales preso¡±.
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