La lucha contra la intolerancia ante la comunidad LGTB tambi¨¦n enfrenta obst¨¢culos en Latinoam¨¦rica

Poco dur¨® el momento de solidaridad en Rep¨²blica Dominicana tras la matanza terrorista y hom¨®foba en un club gay de Orlando, Florida. El secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, hab¨ªa solicitado un minuto de silencio por el ataque en Estados Unidos al inicio de una conversaci¨®n con la sociedad civil previa a la Asamblea General del organismo en Santo Domingo. Un acto de respeto que pronto se vio ahogado por los gritos provocados por activistas que, fuera de la sala del hotel dominicano donde se celebraba la reuni¨®n, intentaban impedir la entrada al ba?o femenino de un grupo de mujeres transg¨¦nero.

Lo que pretend¨ªa ser un encuentro para discutir problemas de derechos humanos en las Am¨¦ricas, incluidos los de las personas trans y el resto de la comunidad LGTB, acab¨® convirti¨¦ndose en una demostraci¨®n del largo camino que este colectivo tiene a¨²n por delante en una sociedad que, en muchos casos, se niega a aceptar lo diferente.

Lo sucedido ¡°es una muestra de todo lo que falta por recorrer, de todas las cosas que faltan por hacer, de lo que vivimos a diario y a lo que nos enfrentamos las mujeres transg¨¦nero en toda Latinoam¨¦rica¡±, lament¨® tras el incidente la colombiana Daniela Maldonado, que est¨¢ en Santo Domingo como invitada a los encuentros en el marco de la Asamblea General de la OEA en representaci¨®n de la Red Latinoamericana y del Caribe de las Personas Trans.

¡°Hombres intentando entrar en el ba?o de mujeres¡±, hab¨ªa alertado uno de los activistas antiaborto y antigay en plena charla con Almagro antes de salir apresuradamente de la sala en un hotel capitalino para impedir la entrada a ese aseo de varias mujeres trans. ¡°En la Rep¨²blica Dominicana el tema de la ideolog¨ªa de g¨¦nero no es tan diverso, es bastante cerrado¡±, argumentaba Mariela Pimentel, una de las personas que se enfrentaron a las personas trans. ¡°Est¨¢s en un pa¨ªs con un orden, y en este pa¨ªs este tema no se est¨¢ discutiendo. Esto no es un espacio internacional, est¨¢s en Rep¨²blica Dominicana¡±, insisti¨® la abogada.

Defensores y detractores de los derechos de las personas LGTB se enfrentaron a gritos y empujones ante el ba?o p¨²blico, un espacio convertido en los ¨²ltimos meses en uno de los s¨ªmbolos de la lucha por los derechos de esta comunidad, sobre todo en Estados Unidos. El hecho de que al final las afectadas pudieran usar el aseo de su elecci¨®n no redujo su consternaci¨®n por el incidente.

¡°Lo que se acaba de hacer es una violaci¨®n de los derechos humanos de nosotras, las mujeres transg¨¦nero de Latinoam¨¦rica¡±, se quejaba la nicarag¨¹ense Venus Caballero, una de las transg¨¦nero a las que se le neg¨® la entrada al servicio. Algo especialmente grave, subray¨®, en un d¨ªa como este domingo en el que el mundo lamenta y condena el ataque de Orlando. ¡°No podemos estar pasando por este tipo de problem¨¢ticas, que nuestros derechos est¨¦n siendo violentados y se nos est¨¦ asesinando por el solo hecho del machismo, del patriarcado y por cuestiones religiosas¡±, se exasper¨®.

¡°Es una se?al de que puede pasar algo mucho m¨¢s grave, es una amenaza, lo que pas¨® es un mensaje de odio contra las personas trans¡±, denunci¨® Mati Gonz¨¢lez, una joven transg¨¦nero que trabaja en la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Gracias a su activismo, la sede de la OEA y la CIDH en Washington cuenta desde hace unos meses con un ba?o de g¨¦nero neutral. La Comisi¨®n public¨® a finales del a?o pasado un informe sobre los altos ¨ªndices de violencia que sufren lesbianas, gais, bisexuales y transexuales en Am¨¦rica. Especialmente las mujeres transexuales est¨¢n atrapadas en un ¡°ciclo de violencia, discriminaci¨®n y criminalizaci¨®n¡±, alertaba el informe.

De ah¨ª que lo sucedido este domingo en Santo Domingo sea ¡°un hecho absolutamente reprobable, un hecho de violencia que conecta en las fobias y hace evocar lo que sucedi¨® en Orlando. Son cr¨ªmenes de odio¡±, advirti¨® el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio ?lvarez de Icaza. Aun as¨ª, en todo el incidente hay algo positivo, apunt¨®: ¡°Lo ocurrido es parte de una evoluci¨®n de la agenda de derechos, donde se est¨¢n replanteando los espacios p¨²blicos y privados como parte del debate para ejercer derechos¡± de las personas LGTB. Aunque todav¨ªa quede mucho camino por recorrer.