Ecuador, la vida entre escombros
Dos meses despu¨¦s del terremoto, la reconstrucci¨®n de las viviendas es el gran problema del pa¨ªs
Todo lo que alguna vez tuvo un sitio en la casa de los Mesa Lucas y no se rompi¨® durante el terremoto del pasado 16 de abril est¨¢ en su patio. Debajo de las lonas que alguna ONG les regal¨® y usan como techo est¨¢n las fotos enmarcadas de los chicos dando sus primeros pasos, un afiche de Jes¨²s, el cuadro de la ¨²ltima cena, el reloj de pared, la refrigeradora, la cocina, la mesa de comedor que ahora que los chicos han vuelto a clases es tambi¨¦n escritorio, un armario, una c¨®moda y los colchones que se colocan en el suelo cada noche. Junto a esta casa-patio est¨¢n los restos de la vivienda de dos plantas que un d¨ªa fue el hogar de esta familia de Las Gilces, la playa del municipio de Portoviejo. Mar¨ªa Mesa, que sol¨ªa vivir en el primer piso de la casa, mira trabajar a las cuadrillas de demolici¨®n y llora porque ve reducirse a escombros el trabajo de 30 a?os de sus padres. ¡°Mis padres se comprometieron y empezaron a construir esta casa de poco en poco. Mis hermanos y yo nacimos aqu¨ª¡±, dice.
La decisi¨®n de demoler no fue f¨¢cil, pero tampoco fue bueno vivir entre escombros estos dos meses. Adem¨¢s la familia quiso aprovechar la ayuda del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que tiene en marcha en esa localidad un programa piloto para remover escombros y de paso dar empleo a personas de la comunidad. El programa Cash for Work (Efectivo por trabajo) ofrece 10 d¨®lares por cuatro horas de trabajo al d¨ªa y en poco m¨¢s de un mes ha capacitado a 130 personas. En una primera fase participaron 30 personas, la mayor¨ªa hombres, y derribaron manualmente una veintena de casas en Las Gilces. Y ahora acaba de arrancar una segunda fase con 100 personas, ahora m¨¢s mujeres que hombres, que trabajar¨¢n durante un mes y aspiran a demoler un centenar de casas.
Tras el terremoto, la vivienda es el primer problema y le sigue el desempleo y la destrucci¨®n de 21.823 puestos formales e informales
Cuando el Gobierno est¨¢ a punto de ampliar la emergencia de 60 d¨ªas decretada tras el terremoto, la remoci¨®n de escombros todav¨ªa es una tarea pendiente en el litoral ecuatoriano. Muchos damnificados se niegan a tomar la decisi¨®n de demoler sus casas hasta que el Gobierno les garantice fondos para la reconstrucci¨®n, todo esto a pesar de que est¨¢n en riesgo porque sus viviendas han sido calificadas como ¡°inseguras¡± y tienen un letrero rojo que advierte de los peligros en el caso de una nueva r¨¦plica. Olinda Vera, una persona de la tercera edad que vive en El Matal, una comunidad peque?a del cant¨®n Jama, sabe el peligro que corre, pero no quiere dejar su casa porque tiene una tienda de v¨ªveres que le da el sustento a ella y su esposo. Ella y otros vecinos en igual situaci¨®n han instalado un campamento en el ingreso de El Matal que se llama ¡°Los Olvidados¡±.
El Ministerio de Obras P¨²blicas, que pone la maquinaria, y los municipios, que dan la autorizaci¨®n de demolici¨®n, est¨¢n atados de pies y manos porque requieren de la autorizaci¨®n expresa del due?o del inmueble por temas legales. Otro ejemplo que frena la demolici¨®n son los grandes edificios de departamentos que tienen varios due?os y no se ponen de acuerdo. Manab¨ª, donde est¨¢ el grueso de la destrucci¨®n, hasta ahora ha movilizado cuatro millones de d¨®lares en la remoci¨®n de escombros y otras acciones en esta fase de recuperaci¨®n. La vivienda es el primer problema y le sigue el desempleo y la destrucci¨®n de 21.823 puestos formales e informales tras el terremoto. En contraparte, la limpieza de escombros hasta ahora ha generado 1.264 plazas de trabajo.
Las soluciones laborales que han llegado de fuera son temporales. El Cash for Work del PNUD puede ampliarse, pero si consigue m¨¢s fondos. La ayuda humanitaria tambi¨¦n tiene fecha de caducidad. La llamada de emergencia que hizo la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) est¨¢ a un mes de concluir y todav¨ªa faltan fondos y tiempo para la recuperaci¨®n inicial. El coordinador humanitario de Naciones Unidas en Ecuador, Diego Zorrilla, cree que acabado el plazo no se superar¨¢n los 16 o 17 millones de d¨®lares de los 73 que pidieron. ¡°Va a haber necesidades humanitarias que van a perdurar m¨¢s de tres meses, sobre todo en las zonas rurales que est¨¢n siendo poco atendidas. Esperamos que haya fondos de la reconstrucci¨®n del Estado que todav¨ªa se enfoquen en actividades de recuperaci¨®n¡±, dice.
Hay pocas iniciativas para construir viviendas con vocaci¨®n de permanencia. La ONG Techo es una de las ¨²nicas que est¨¢ construyendo casas que pueden durar entre ocho y 10 a?os. Son de madera y se hacen con los fondos de donaciones. Pero toda ayuda se desdibuja en el litoral ecuatoriano, donde faltan 7.000 viviendas y los espacios vac¨ªos han sido ocupados por carpas y lonas donadas por Shelter Box, H¨¢bitat para la Humanidad, Samaritan¡¯s Purse International Relief, Acnur, M¨¦dicos sin Fronteras y tiendas de campa?a azules que entreg¨® el Gobierno chino. A dos meses del terremoto, ya son parte del paisaje.
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